Marc Márquez ha sido capaz de cumplir con lo esperado en Aragón y ha culminado un fin de semana perfecto en el que ha liderado todas y cada una de las sesiones. El piloto de Ducati no ha encontrado un rival en MotorLand capaz de poner en duda la posesión de su trono y se ha hecho con octava victoria en este circuito, la séptima en MotoGP.
El de Cervera no ha dado ni una sola opción desde la salida, contundente en cada una de las 17 curvas del circuito. Vuelta rápida tras vuelta rápida, hasta hacer la mejor de la historia del GP de Alcañiz, Marc ha demostrado los motivos por los que el caliente asfalto aragonés se adapta a la perfección a sus capacidades y solo Álex Márquez, quien mejor le conoce, ha sido capaz de mantener su moto cerca de la cabeza durante un pequeño tramo de la carrera.
“En este gran premio tengo que preocuparme de estar más cerca de Marc que del resto”, expresaba el menor de los hermanos en los prolegómenos del evento, consciente de la inmensa diferencia existente entre el ocho veces campeón del mundo y los demás pilotos de la parrilla en un circuito como MotorLand, fetiche para él. Y ha conseguido cumplir con la fórmula durante gran parte del fin de semana, mostrándose agresivo en todas las pruebas del evento. El de Gresini ha perdido el ritmo de su hermano tras las primeras cinco vueltas, pero ha terminado la carrera a más de un segundo y con Pecco Bagnaia pisándole los talones. Aún así, logra mantenerse al acecho en el Mundial, a poco más de 30 puntos, y se mantiene vivo en la guerra de trincheras que está planteando con su moto satélite.
Tras la familia Márquez, el propio Bagnaia y Pedro Acosta han mantenido una guerra encarnizada por ser el último piloto en completar el podio, con una sucesión interminable de adelantamientos entre ambos. El italiano, campeón del mundo en 2022 y 2023, tras decepcionar en la carrera al ‘sprint’, llegaba al domingo con la intención de reivindicarse y demostrar que es capaz de sacar el mejor rendimiento de la poderosa Ducati. Así, ha sido capaz de lograr un tercer puesto que, pese a haber tenido cerca a Álex durante un gran tramo de la prueba, le sirve para cortar la mala racha de resultados que venía manteniendo en citas anteriores.
El tiburón de Mazarrón, por su parte, ha hecho una carrera muy seria, con la que vuelve a demostrar que quizá esté para optar a algo más de lo que le permite su KTM. Desde el comienzo vio la posibilidad de hacerse con un jugoso puñado de puntos en Alcañiz y atacó sin reparos en busca del podio. Sin embargo, su moto no da para más y se queda con un gran cuarto puesto que contrasta con el resultado de su compañero, Brad Binder, que se fue al suelo cuando intentaba seguirle el ritmo.
El Gran Premio de Aragón ha vuelto a ser un éxito de público, con hasta 112.633 espectadores que se han pasado por el circuito durante todo el fin de semana. Un dato con el que Alcañiz demuestra que la pasión por el motociclismo es palpable en sus tierras y se posiciona en contra de la posibilidad de que Dorna, la empresa que organiza el campeonato, decida relevarla en el calendario por un destino más exótico.