Luis Enrique y su PSG siguen haciendo historia y generando héroes. Matvei Safonov, el portero ruso de 26 años que vive a la sombra de Lucas Chevalier, fue quien llevó a los parisinos a proclamarse campeones de la Copa Intercontinental, la primera para Francia y el sexto título de una temporada pletórica. Lo hizo parando cuatro penaltis en la tanda a la que les forzó con valentía y buen juego el Flamengo de Filipe Luis.
Llegaron los brasileños a la tanda si sus lanzadores habituales en el campo, pero eso no evitó que Safonov, con los apuntes en un toalla, se pusiera bajo los palos sabiendo casi exactamente dónde le iban a disparar. Le engañó De la Cruz en el primer lanzamiento, pero atajó los disparos de Saúl Ñíguez, Pedro -con algo de polémica porque reclamaron que se había adelantado-, Leo Pereira y Luiz Araujo. Sus eficacia dio un respiro a Dembélé, que falló estrepitosamente, Nuno Mendes y Barcola. Desde su guantes, el PSG volvióa ser campeón.
Quiso impedírselo el Flamengo, pero no era fácil el reto que tenía Filipe Luis, porque al fútbol avasallador de los parisinos se unía la estadística: desde 2012 solo ganan este título los campeones de Europa. Además, al resto la FIFA les ha condenado con este nuevo formato a superar dos rondas previas antes de llegar a la final, que premia con dos trofeos que sirven para engordar vitrinas y las arcas de los clubes. El Flamengo los levantó liquidando al Cruz Azul mexicano y al Pymarids egipcio, pero el equipo de Luis Enrique eran palabras mayores, y lo comprobaron muy rápido, lo que tardó Vitinha en manejar la primera pelota para asistir a Joao Neves.
Lesión a la media hora
A este amago le siguió un golpeo lejano de Kang In y un gol que el VAR anuló, aunque dejó entrever los problemas que tenían los brasileños. De Arrascaeta arriesgó un pase atrás que Antonio Rossi quiso salvar para evitar un córner. Devolvió la pelota al área y, en la telaraña de presión que teje el PSG, Neves la cazó y le dejó el remate franco, a puerta vacía, a Fabián Ruiz. De todo le salvó el videoarbitraje, que detectó que la pelota ya estaba fuera del campo cuando la rescató el guardameta argentino. Nunca un córner en contra se celebró tanto por una hinchada.
Como los franceses asfixiaban la salida de pelota, Filipe Luis mandó a los suyos a buscar la recuperación alta y Safonov tuvo que esforzarse en salvar el remate del chileno Erick Pulgar. No parecía que Luis Enrique se inquietara, a pesar de que había tenido que retocar su reconocible once. Sin Achraf Hakimi, concentrado con Marruecos para la Copa África, tuvo que colocar a Zaire-Emery en ese lateral derecho y se jugó el sextete sin 9 puro, sino encomendando esa tarea a la movilidad de Kang In y Doué. Cuando perdió al coreano a la media hora por lesión, la tarea recayó en Mayuyu. Y por si botas pasó el primer gol que subió al marcador.
Una jugada pura de PSG: balón que viaja de una orilla a otra, lo encuentra Doué en la derecha y pone un centro raso al segundo palo donde Rossi, que mide mal en su salida por bajo, queda vendido ante el remate a bocajarro de Kvaratskhelia. Aunque el dominio de los franceses creció, Flamengo no se amilanó y tuvo a balón parado la primera ocasión para empatar al filo del descanso con un testarazo de Pulgar que se perdió desviado.
Una de las paradas de Safonov en la tanda de penaltis.
Filipe Luis volvió del vestuario dispuesto a complicarle la vida a los campeones de Europa. Desactivó el contacto de Vitinha con Fabián y Neves y buscó la pólvora de Pedro, que se sumó en el ataque a Bruno Henrique. Antes de que creciera el juego de los brasileños, Marquinhos cazó en el área a De Arrascaeta y el VAR avisó al colegiado estadounidense Ismael Elfath para que revisara un penalti que no dudó en señalar. No perdonó Jorginho y la final se igualó.
La reacción de Luis Enrique fue tirando de la pólvora que tenía en el banquillo y sacó del campo a Mayulu -que apenas jugó media hora- para dar entrada a Barcola y mandó a calentar a Dembélé, elegido este martes como premio The Best de la FIFA.
Minutos para Saúl
Con el empate, Filipe Luis apuntaló físicamente a su equipo con la frescura, y la vocación ofensiva, que le dieron al centro del campo Saúl Ñíguez y el uruguayo De la Cruz. Habían conseguido desdibujar al PSG y tocaba forzarlo viendo, además, que ni su Balón de Oro, en una clara ocasión, le sacaba del atasco.
De hecho, la pudieron armar los brasileños con Gonzalo Plata y Pedro. Primero en una contra que dos contra dos que acabó en un remate forzado, a la que siguieron dos disparos con los mismos protagonistas que metieron el miedo en el cuerpo a los franceses. No iban a arriesgar cuando apenas quedaban tres minutos para el final, aunque Dembélé y Kvaratskhelia buscaran la proeza incluso con una chilena imposible del georgiano.
Aún pudo Marquinhos marcar en el último instante para evitar que la final fuera a la prórroga, donde fue el Flamengo quien continuó con mejores sensaciones, aunque el PSG encadenó ocasiones de Dembélé y Barcola en los últimos instantes. Todo iba abocado a la tanda de penaltis, que encumbró a Safonov como héroe.





