Los ‘niños’ de Baraja hacen volar al Valencia y complican al Celta

Los 'niños' de Baraja hacen volar al Valencia y complican al Celta

LaLiga Santander


Celta 1 Valencia 2

Actualizado

El gol de Kluivert con asistencia de Diego López y el de Alberto Marí al filo del 90 en Balaídos alejan a los valencianistas del descenso. La derrota pone en apuros a los gallegos

Alberto Marí vuela para cabecear y marcar el segundo gol del Valencia.EFE

Cuando nada funciona, cuando la soledad pesa y no se encuentra el camino, el refugio está en casa, el lugar común que aúna sentimientos, y ofrece confianza para restañar heridas. El Valencia ha encontrado en Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí su casa. Apenas tienen 20 años pero han demostrado en un momento de pánico colectivo que ellos sí entienden todo lo que hay en juego. Son parte del pueblo de Mestalla, criados en Paterna buscando un sueño que ahora atrapan con una frialdad pasmosa. No les quema la pelota y llevan el fútbol a la esencia, a lo sencillo, a volar en el campo, a buscar el pase, el remate, el gol. Nada más importa en el fútbol aunque todo se derrumbe alrededor. En Vigo arrancaron tres puntos que bien pueden valer una salvación a un Celta que se mete en problemas. Volvieron a ejemplificar por qué Rubén Baraja cree en ellos. [Narración y estadísticas]

Balaídos aparecía en el camino como una enorme montaña a escalar. La jornada pintaba un panorama ventajoso, como ya ha ocurrido otras veces cuando el Valencia ha tenido como peor rival al propio Valencia. El Celta andaba dubitativo, recostado en una media tabla que le había llevado a perder cuatro de los últimos cinco partidos. La salvación la tenía a una victoria y eso hacía que un vestuario rival que se ha sentido solo viendo su futuro dibujarse en Singapur, sin el respeto a quienes tienen aún que asegurarlo, presagiara que las dificultades no faltarían.

Por eso Baraja hace tiempo que, en este club anómalo tan alejado del que él capitaneó en el campo, buscó el amparo de los niños. Javi Guerra le dio tres puntos vitales ante el Valladolid en el último suspiro del partido y se convirtió en el 6 que tanto se echaba de menos. En Vigo, en el minuto 88, fue el alicantino Alberto Marí quien cerró la victoria con un testarazo inmenso a centro de Foulquier. Ni Cavani, baja por sanción, lo ha hecho mejor esta temporada. Esos dos goles valen seis puntos y quien sabe si también la permanencia.

Antes volvió a haber luces y sombras. La luz la aportó Justin Kluivert demostrando que, pese a su larga ausencia por lesión, sigue siendo un arma efectiva en ataque. Marcó rematando en el minuto 8 un regalo de Diego López, que cazó el larguísimo saque de puerta de Mamardashvili a la espalda de Cervi. Por las orillas, con la velocidad del incansable canterano y de Lino, menos acertado, se desangraba el Celta, al que le costó 20 minutos que primero Carles Pérez y luego Hugo Mayo pusieran en apuros al meta georgiano de Valencia. Fueron creciendo a la vez que el rival se centraban en conservar una ventaja que se veía corta.

Cambio de Aspas

Al regreso del vestuario volvió a lanzarse el Valencia con Tapia evitando un disparo a bocajarro de Kluivert e Iván Villar sacando con el pie un disparo de Diego López. Agobiaban, pero el Celta ya había espabilado a pesar de que Carvalhal sacó del campo a Iago Aspas. Dos meses sin marcar son demasiado hasta para el capitán y el cambio a jugar con dos puntas dio alas al equipo. Tanto que les llevó al empate en una jugada a balón parado, su mejor arma en todo el partido. Seferovic cabeceó el córner de Tapia y volvió a hacer temblar a los valencianistas, a los que no les duraba la pelota. Hasta Óscar estrelló un falta directa en el poste.

Valorando que el punto aún servía, no dejó Baraja que su equipo se hundiera ante un Celta capaz de darle la vuelta al marcador. Incluso Paulista se expulsó por doble amarilla tratando de evitarlo. Pero una cabalgada en banda de Foulquier, apoyado en Yunus, acabó con un centro que Alberto Marí jamás en su vida olvidará. Y el valencianismo, tampoco.

kpd