No puede resultar sencillo para una ciudad como Cleveland, sumida en años de derrotas y mediocridad, superar un adiós como el de LeBron James, el chico de la vecina Akron que acabó en 2016 con la maldición de los Cavaliers. Esa temporada, en una Finales inolvidables, lograron el único anillo de su palmarés derrotando a los Warriors, que habían firmado el mejor comienzo que jamás comprobó la NBA. Las 24 victorias de carrerilla de Steph Curry y compañía son las que ahora persigue un equipo del que nadie aguardaba todavía semejante excelencia. Tras acabar con los Hornets en un partido en el que se ausentó su estrella Donovan Mitchell, los de Ohio sumaron 15 encuentros sin conocer la derrota, el segundo mejor amanecer de toda la historia.
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“Son muchas claves, no sólo hay una”, comenta Jose Calderón desde Cleveland, donde disfruta en primera persona de una de las grandes noticias del comienzo del curso NBA. El base extremeño, que disputó 57 partidos con los Cavaliers en su penúltima temporada en la liga como jugador (la 2017/2018), es ahora Special Advisor (asesor) de la franquicia, aportando su sabiduría en los despachos. Ahí, con las decisiones del propietario Dan Gilbert y del General Manager Koby Altman, se ha fraguado el resurgir paulatino de un equipo que nadie duda que discutirá el trono del Este a los Celtics (precisamente su próximo rival, el martes) y, por qué no, volver a soñar con el anillo. “La ciudad está encantada. Pero todo el mundo tiene los pies en el suelo, esto es sólo el inicio, da muchas vueltas y no sabes lo que va a pasar dentro de dos meses. Hay que ganar y nadie piensa en mucho más allá. Va a haber altibajos y esto no quiere decir nada con respecto a un playoff”, pone la calma el español en conversación con EL MUNDO.
Pero lo cierto es que sólo tres equipos más en la historia han firmado semejante arranque de curso (además de aquellos Warriors, los Washington Capitols en la 48-49 y los Rockets de la 93-94) y el aroma que desprenden los Cavaliers es el de un grupo imparable que da un salto a su siguiente evolución: en 2023 disputaron sus primeros playoffs sin LeBron y el curso pasado ya avanzaron hasta la segunda ronda. “Hay tres pilares: la continuidad del equipo, el crecimiento de muchos de los jugadores y el confiar en un nuevo entrenador. Se ha juntado todo. Nunca sabes si va a suceder tan rápido. Se están dando las condiciones, el equipo está bien y hay que aprovechar todo lo que puedas ganar ahora”, apunta Calderón.
Más allá de la súper estrella Donovan Mitchell, Kenny Atkinson es quien concentra todas las miradas. Pese al momento ascendente, los Cavaliers decidieron apostar por el cambio en el banquillo, por el relevo de J. B. Bickerstaff por el que fuera ayudante de Steve Kerr en los Warriors, un técnico que, curiosamente, posee la nacionalidad española: tras sus cuatro temporadas jugando en el baloncesto nacional -Canoe, Zamora, Salamanca [con el que debutó en la ACB] y Calpe Aguas Valencia- contrajo matrimonio con una sevillana. “Ha cambiado la forma de jugar. Es un estilo diferente. Todo el mundo se siente importante [ante los Hornets, sin Mitchell, cuatro jugadores superaron los 20 puntos]. Ha hecho una rotación muy larga y cambios en esa rotación de quién juega con quién”, apunta Jose Calderón, que habla de la adaptación de Atkinson “a lo que ya había metiendo cosas en su sistema”. “Lo bueno de ganar cuando llega un nuevo entrenador es que ayuda a los jugadores a comprar su idea”, añade.
Aunque si hay que poner un rostro a la ambición de los Cavaliers ese es el de la Araña Mitchell, el escolta que lo cambió todo con su llegada desde Utah en 2022. “Es un jugadorazo en toda regla. Incluso está haciendo menos tiros porque ve que hay mucha gente aportando y no tiene que desgastarse tanto. Es un líder en todos los sentidos, cuando hace falta anotar o jugarse la última está encantado. Es top y está haciendo muy buen trabajo”, elogia Calderón a la estrella, que está promediando 24,6 puntos, 4,4 rebotes y 4,1 asistencias por partido y que es la punta de lanza de una rotación joven en la que destacan Darius Garland, Evan Mobley y Jarret Allen, un quinteto con menos de 25 años de media.