No habrá 8.000 aficionados en las gradas del Pedro Escartín para ver el duelo en Copa del Rey entre el Guadalajara y el Barça. Un problema con las gradas supletorias instaladas para aumentar en 2.500 localidades la capacidad del campo ha hecho que se retrase el partido media hora y que hay incertidumbre sobre qué aficionados podrán verlo en directo.
El Guadalajara había anunciado que abriría las puertas de su estadio a las 19.30 horas y muchos aficionados se congregaron para recibir a su equipo y al Barça. Sin embargo, y ya con los equipos en el estadio, el club anunció en redes sociales que “por cuestiones organizativas y de seguridad”, el partido se retrasaba media hora.
Y es que a las gradas supletorias, con todas las entradas vendidas, no se podía acceder. Estaban precintadas sin que nadie explicara por qué. Eso retrasó la entrada al campo incluso de los abonados habituales del Guadalajara, que tenían sus localidades en la grada del Pedro Escartín.
En torno a las 20.30 horas, se empezó a permitir el acceso de los seguidores, pero no a las gradas supletorias, que tardaron aún media hora más en empezar a llenarse. Al parecer, los técnicos municipales no habían dado el visto bueno porque no contaba con todos los permisos municipales.
De hecho, el grupo municipal socialista acusó a la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, del Partido Popular, de “poner trabas” porque había sido la Diputación quien había “ayudado al CD Guadalajara a instalar estas gradas”. “Ahora mismo se está firmando el decreto que autoriza la utilización de las gradas”, denunciaban los socialistas.
De hecho, no todas las localidades supletorias se abrieron. Lo hizo la principal, detrás de una de las porterías, pero otras dos menores no contaron con permiso y unos centenares de aficionados se quedaron sin poder asistir al partido pese a tener su entrada.
A la hora de recapitular, no resulta fácil escoger los instantes señeros del largo y triunfal paso de Rafael Nadal por Roland Garros, pues han sido 116 partidos los que ha protagonizado en la que será siempre su tierra infinita. Hasta este lunes, hasta esta digna derrota frente a Alexander Zverev, sólo Novak Djokovic, en dos ocasiones, y Robin Soderling habían sido capaces de vencerle. Ahí van algunos de sus encuentros más significativos en sus 19 presencias en el torneo.
3/6/2005. Roger Federer
Llegaba avalado por un formidable curso sobre arcilla. Campeón en Montecarlo, en el Conde de Godó y en Roma, tenía ante sí a Federer, número 1 del mundo, en los albores de la que iba a ser una de las rivalidades más hermosas del deporte. El partido se prologó en Roland Garros como si se tratase de la lucha directa por el título, con el olfato promocional de confrontar a dos personalidades distintas y complementarias, dotadas de un enorme glamour. En el día de su 19º cumpleaños, Nadal venció al suizo por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3, antes de imponerse dos días más tarde a Mariano Puerta, para ganar el primero de sus 14 títulos.
31/5/2009. Robin Soderling
Fue su primera derrota en el torneo. Se despidió en octavos de final. Robin Soderling le superó por 6-2, 7-6 (2), 4-6 y 7-6 (2). Condicionado por una lesión crónica en el tendón rotulianode la rodilla izquierda, no podría defender el título conquistado un año antes en Wimbledon.
24/5/2011. John Isner
Ya pentacampeón, recuperado plenamente el pulso tras el accidente ante Soderling, Nadal hubo de salvar una primera ronda de alto riesgo. Ahí estaba John Isner, dispuesto a hacer valer sus 2,08 metros, para amenazar con la voladura de todos los barruntos en uno de los encuentros más delicados que el español ha encarado en su torneo. Necesitó cuatro horas y un minuto para acabar imponiéndose por 6-4, 6-7 (2), 6-7 (2), 6-2 y 6-4 y poner rumbo al sexto título.
7/6/2013. Novak Djokovic
Superado en cuatro sets por Nadal en la final de 2012, Djokovic envidó de nuevo en las semifinales de la siguiente edición. Ese partido se recordará, entre otras muchas razones, por el punto en el que el serbio tocó la red tras conectar una sencilla volea antes de que la pelota diera el segundo bote. Lo perdió, tal como dicta el reglamento. Mandaba 4-3 y saque en el quinto. Estaban 40-40. Nadal, presto a la reclamación en cuanto observó el desenlace de la jugada, venció por 6-4, 3-6, 6-1, 6-7 (3) y 9-7, después de cuatro horas y 37 minutos.
3/5/2015. Novak Djokovic
El annus horribilis. En un momento crítico, que le hizo meditar incluso con la posibilidad de su retirada, Nadal varó en cuartos de final ante el serbio: 5-7, 3-6 y 1-6. Era la consecuencia lógica de un tránsito decepcionante en la gira previa sobre arcilla, una inquietante secuencia a la que sabría poner remedio.
11/6/2017. Stan Wawrinka
A la derrota ante Djokovic le siguió el año siguiente una lesión que le impediría disputar la tercera ronda ante Marcel Granollers. Es por ello que el título de 2017, 6-2, 6-3, 6-1 a Wawrinka, en una edición en la que no concedió un solo parcial, posee un extraordinario valor.
Nadal abandona la Philippe Chatrier, este lunes.Jean-Francois BadiasAP
9/6/2019. Dominic Thiem
La segunda de las finales ante Dominic Thiem, quien se había vislumbrado como su heredero, supuso la cerfificación de que a Nadal aún le quedaban algunas vidas en París. El español venció por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. Thiem se llevó un set, a diferencia del año anterior, pero su revés a una mano volvió a sangrar demasiado ante el drive de plomo del zurdo.
11/10/2020. Novak Djokovic
Fue el Roland Garros de la pandemia. Mes de octubre. Frío casi invernal en París. El cambio a pelotas Wilson tras una década con Babolat generó beligerantes protestas del español: «Las bolas son una piedra, peligrosas para la salud», llegó a decir, incómodo desde el primer día por las circunstancias excepcionales en las que se desarrolló el torneo. Otra vez sin entregar un solo set en toda la competición, asestó a Djokovic una de las derrotas más crueles en su cara a cara: 6-0, 6-2 y 7-5.
29/5/2022. Felix Auger-Aliassime
Sólo tres hombres, Djokovic, Isner y el canadiense, pudieron llevarle a los cinco sets en Roland Garros. A Auger-Aliassime no le bastó con completar uno de los mejores partidos de su vida en aquellos octavos. Nadal ganó 6-3, 3-6, 2-6, 3-6 y 6-3.
5/6/2022. Casper Ruud
El noruego, puro ADN de tierra, bola pesada, tenista loado por los técnicos, algo aburrido para el público de a pie, había tomado el relevo de Thiem, con la nominación para hacerse grande en Roland Garros. Nadal le avasalló, 6-3, 6-3 y 6-0, para conquistar su decimocuarto título, el último de una cadena irrepetible.
En el primer himno del Real Madrid de la época de Santiago Bernabéu se cantaba: Enemigo en la contienda / cuando pierde da la mano / sin envidias ni rencores / como bueno y fiel hermano [...] Caballero del honor. Es evidente que el Real Madrid ha perdido la esencia de un club que creó la Copa de Europa, con ayuda de L'Equipe. Un diario que era poderoso y que ahora está carcomido por el dinero de Qatar.
Hay que recordar que la revista France Footb
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Quedará para el recuerdo la imagen del pivote de España, Abel Serdio, con el extremo Aleix Gómez en brazos, llevándolo de la pista al banquillo porque le dolía la pierna, el cuerpo, el alma. Hasta el último esfuerzo tuvo que poner la selección otra vez para llevarse de nuevo su quinto bronce en unos Juegos, el segundo consecutivo.
Como en todos sus partidos en París sufrió, sufrió y sufrió y, al contrario de lo que ocurrió en semifinales, en la final de consolación venció a Eslovenia por 23-22 en otro desenlace de infarto. Al final del encuentro, todos los jugadores se reunían para abrazarse alrededor del portero, Gonzalo Pérez de Vargas, y había felicidad, incluso locura, pero delante del banquillo español quedaba Gómez, inmóvil, como muestra de todo lo que había costado llegar hasta ahí.
Unos minutos después, con los reservas -Peter Cikusa y Sergey Hernández- ejerciendo de muletas, Gómez conseguía caminar e ir así a los vestuarios para celebrar con sus compañeros. Su dolor fue decisivo porque pudo costar la prórroga. En toda la segunda parte, España y Eslovenia estuvieron empatadas -del 15-15 al 21-21 nadie tuvo dos goles de ventaja- y cuando parecía que los hombres de Jordi Ribera habían sentenciado llegó la acción polémica.
Aaron FavilaAP
Después de un gol de Alex Dujshebaev (23-21) y un siete metros transformado por Jure Dolenec (23-22), la selección contó con un minuto y 20 segundos para dejar morir el partido, para marcar y subirse al podio y ahí el balón llegó a Gómez. Muy escorado, podía marcar. Muy escorado, se lanzó a por ello. Hubo un claro contacto con el esloveno Blaz Janc, pero no se pitó nada y todavía hubo que sufrir 20 segundos más, 20 más. No marcó Eslovenia, final, gloria. La decimoctava medalla de España en estos Juegos; el balonmano no ha dado oros ni platas, pero pocas veces falla.
Una Eslovenia distinta
Pasan los años y las generaciones y siempre es así, aunque el juego cambie. No hubo mayor muestra de ello, de hecho, que el balonmano del rival este domingo, Eslovenia. País de centrales creativos, como su actual seleccionador, Uros Zorman, y de extremos a toda pastilla, en estos Juegos vivieron del lanzamiento exterior de Dolenec, Jean Bombac, Aleks Vlah, Borut Mackovsek e incluso del polivalente Janc. Era extraño, pero en realidad, para España, mejor. Siempre sufrió ante la selección balcánica porque encontraba en ella un espejo, las mismas virtudes, las mismas debilidades, y este domingo no fue así.
El guión del partido volvía a ser el que era ante Alemania, defensa y contraataque, y así cualquier cosa podía pasar. Durante la primera parte, el conjunto de Ribera dominó como no había dominado prácticamente ningún periodo en esta cita olímpica, pero el marcador no lo mostraba. Una mala racha de siete minutos sin marcar y algunos despistes antes del descanso hicieron que de camino a los vestuarios hubiera igualdad, 12-12, y se avisara de la taquicardia final.