LeBron quizá sea mejor, pero Jordan fue un milagro

– Chaval, ¿sabes la verdadera diferencia entre un buen jugador de baloncesto y uno que no lo es tanto?, era la pregunta de examen de un mito a principios de los 80.

– “Dígame usted”.

– “Pues que el buen jugador tira y mete, tira y mete, tira y mete… No te compliques mucho más, anda, y deja de poner excusas”.

Hemos asistido a la ‘semana LeBron’ en el mundo del baloncesto. Se ha seguido con lógico interés ese momento de ascensión a la cumbre de los máximos anotadores, un ‘Everest’ estadístico que marca un antes y un después. La historia de LeBron James, casi 20 años después de comenzar su carrera profesional, la podemos complicar mucho, pero se entiende bien con un dato por encima de cualquier otro. De cada dos veces que ha tirado (y tirado, y tirado, y tirado…) a canasta, ha sido capaz de anotar una de promedio (50,4% en tiros de campo en su carrera)… Y lo ha hecho a lo largo de más de 1.500 partidos, con casi 40 minutos de estancia en la pista por noche, y siendo encarado por el equipo rival, desde el primero al último de esos minutos, como su mayor amenaza frente a la victoria.

A partir de ese dato, la ‘semana Lebron’ se ha coloreado con el debate lógico y ya muy pertinente; ¿Michael Maradona o Lebron Messi? ¿Rafael Jordan o Novak James? ¿Quién es el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos?

Con LeBron como máximo anotador de la historia, parece oportuno, al menos, dejar el debate aquí apuntado.

Puntos a favor de LeBron

– Su estadísticas son más completas. Sus medias de puntos, rebotes y asistencias, combinadas, son mejores que las de Jordan.

– Su impacto en el juego global del equipo. Lebron ha sido más ‘entrenador en pista’ que Jordan. Gracias a eso, ha determinado mucho más el rendimiento de sus compañeros, a veces de forma tan sorprendente como para triunfar con aquellos Cavaliers construidos a pedales.

Puntos a favor de Jordan

– Su ratio de victorias en las finales es imposible de mejorar. Sus 6 de 6 anillos son los 14 de 14 Roland Garros de Rafa, un “hasta aquí habéis llegado”, inalcanzable para el resto de mortales.

– De ahí deriva el concepto ‘clutch’. El Impacto sobre los rivales, el miedo y el respeto en los momentos decisivos.

La estética de Jordan sobre una pista de baloncesto no parece fácil que se pueda mejorar jamás. La cantidad de información que Lebron es capaz de procesar y de compartir con sus compañeros, tampoco.

Hay un detalle adicional, sin embargo, que a este que les escribe las cartas le decanta en su elección de estos dos mitos norteamericanos, de forma parecida a lo que sucede cuando los amantes del fútbol debaten sus preferencias por Maradona o Messi. Gran parte de la carrera deportiva de Jordan y Messi discurrió por los pueblos y ciudades de un ‘salvaje Oeste’ lleno de forajidos de leyenda, de Bad Boys americanos con sangre en los ojos a defensas europeos con plomo en los tacos.

La carrera de Messi y de Lebron James ha sido única; la de Maradona y Jordan fue básicamente un milagro.