Las lágrimas del “paquete” Chus Mateo: “Deberían pedirle perdón”

Las lágrimas del "paquete" Chus Mateo: "Deberían pedirle perdón"

El Real Madrid, campeón de Europa

Actualizado

El entrenador, bajo sospecha desde que sustituyó a Laso, entra en la historia con la consecución de una Euroliga en la que batió a Obradovic, Jasikevicius y Bartzokas. “A partir de ahora ya es un gran entrenador”, le reivindicó Florentino Pérez

El emotivo momento de Tavares haciendo llorar al entrenador Chus Mateo

Quizá en esos momentos de mayúscula emoción, Chus Mateo no era muy consciente. Su nombre ya estaba junto a las leyendas, con el de Joaquín Hernández, Pedro Ferrándiz, Lolo Sainz y Pablo Laso como entrenadores del Real Madrid campeones de Europa. Sólo Xavi Pascual se une como español, cuando llevó al Barça a lo alto en 2010. Un hito para su primer año al frente del banquillo blanco, eterno y reputado asistente con apenas un par de intentonas fallidas (Unicaja y Fuenlabrada) como primer espada.

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El perfil bajo de Mateo ha ido sufriendo una mutación durante las últimas semanas. El playoff contra el Partizan supuso una liberación para el madrileño, a quien le apareció una sonrisa que pocas veces había mostrado. En sus discursos tras los sucesivos éxitos, ni rastro de rencor, olvidadas las cuentas pendientes que bien podría haber saldado. Porque a su alrededor todo fueron balas desde que aceptó subirse a un tren de esos que pasan una vez en la vida. Tomar el testigo de quien fue su jefe e intentar dar continuidad a una era única. El conflicto de Pablo Laso con el club -especialmente con el director de la sección, Juan Carlos Sánchez– por su polémica salida le acabo perjudicando, acusado de traición y arribismo. Con parte de la prensa en contra, la afición recelosa y la crueldad de las redes sociales, Chus Mateo optó por el trabajo y el silencio (entrevistas contadas) como única receta. Incluso tras el traspié de la Copa en Badalona. “He estado siempre bajo la lupa, lo asumo”, se sinceraba tras la conquista de la Undécima ante el Olympiacos.

El domingo, en las entrañas del Zalgirio Arena, a la felicidad se unió la emotividad. Hubo un momento significativo en la rueda de prensa oficial, con el MVP Tavares al lado. El gigante, sin pregunta previa, inició su discurso en inglés con un alegato en favor de su técnico. Y sus palabras no fueron ni breves ni impostadas. “Mi enhorabuena a Chus Mateo, que ha sufrido más que todos para que pudiéramos lograr todo lo que henos conseguido. Estamos aquí por él, porque ha creído en nosotros y ha tenido mucha confianza. Muchos tenían que pedirle disculpas, porque ha habido muchas críticas. Él es el jefe, cuando se habla del Madrid, hay que hablar de él. Se lo merece más que nadie porque es una de las mejores personas que he conocido y a sabido gestionarlo todo”, dijo el africano. A su lado, los ojos del técnico se llenaban de lágrimas.

Florentino Pérez, con Chus Mateo.Enric FontcubertaEFE

Un rato antes el propio presidente del Real Madrid, que había viajado a Kaunas para la ocasión, también le echó un capote. “Me alegro por él, porque creo que ha pasado un año difícil y creo que ha sido injusto y hoy le estamos dando el reconocimiento porque a partir de ahora ya es un gran entrenador, eso que nadie tenga duda”, sentenció Florentino Pérez en los micrófonos de DAZN.

Unas palabras que son algo más. Porque, aunque parezca increíble, ni el propio Mateo está seguro de su continuidad el próximo año. Incluso habiendo alzado una Euroliga en la que fue despedazando, paulatinamente, en cuartos a Zeljko Obradovic, en semifinales a Sarunas Jasikevicius y en la final a Georgio Bartzokas, técnicos con mil batallas más que él a sus espaldas. Cuando le cuestionaron por la continuidad de sus veteranos Rudy, Llull y Sergio Rodríguez, Mateo pronunció un significativo “eso habrá que preguntarselo al entrenador del Real Madrid del año que viene”. Durante estos últimos meses el club ha negociado sin rubor con Andrea Trinchieri y Xavi Pascual y también apareción con fuerza el nombre de Sergio Scariolo.

Durante este histórico mes de los asombros, el técnico formado en el colegio Agustiniano ha mostrado un enorme bagaje táctico y, sobre todo, una asombrosa capacidad de adaptación ante las bajas, las sanciones y los momentos de forma. Entre sus trucos de magia siempre quedará esa zona 2-3 que hizo dudar y dudar a sus rivales, la inclusión del canterano Eli Ndiaye como cuatro titular ante las ausencias de Deck y Yabusele y la reinvención de Mario Hezonja como ala-pívot, 35 minutos en la final. Hechos que contrastan con las críticas a su trabajo y sobre las que el entrenador pronunció una interesante reflexión. “Hoy, ‘qué bien Chus Mateo’, dirán. Y no, solo he hecho mi trabajo. Acierto y me equivoco. Hay gente que opina sin saber nada de baloncesto, porque opinar es gratis, pero lo respeto, no puedo estar preocupado de todo lo que se dice. Si alguien opina que Chus Mateo es un paquete, ya está, no puedo hacer nada, seré un paquete. Pero hoy tampoco soy tan bueno, quiero que la derrota no sea nada dramática y que la victoria se celebre respetando al contrario”, lanzó y antes había hablado sobre la barra de bar de las redes sociales: “Es fácil, gratis, detrás de un seudonimo alguien se parapeta. Pero cuando acepto este trabajo sé que es parte del juego”.

kpd