Tribunales
El jugador, acusado de violación
Los abogados de Dani Alves preparan un recurso para pedir su puesta en libertad con una fianza
Mientras la declaración de la víctima ante el Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona fue “contundente” y “persistente”, la de Dani Alves estuvo plagada de contradicciones. Hasta tres veces cambió su versión y pasó de explicar que no conocía a la mujer que le acusa de violación sexual en un lavabo de la zona VIP de una discoteca de Barcelona a que las relaciones fueron consentidas, pero que no había dicho nada antes para protegerla. Por eso, Alves ha decidido pedir al juzgado volver a declarar y contar una única versión.
Su intención es matizar lo que dijo en su primera comparecencia judicial y contar su versión, que es totalmente exculpatoria, ya que considera que en ningún momento cometió un delito. Además, es posible que el brasileño cambie de abogado en breve ya que varios bufetes importantes de Barcelona se han interesado por su situación. El entorno del jugador ha explicado que Alves está descontento con el asesoramiento recibido hasta ahora ya que salió en un programa de Antena 3 hace unos días en el que aseguró que no conocía a la víctima y que sólo se cruzó con ella en el baño de la discoteca Sutton sin ningún tipo de contacto.
Esta versión quedó totalmente cuestionada por las imágenes de las cámaras de seguridad del local la madrugada del 30 de diciembre. En ellas se puede ver al jugador acosando a la víctima, quien en el juzgado declaró que la agarró por detrás mientras bailaban y le decía cosas a la oreja que no entendía ya que eran en portugués. “Desde atrás me cogió la mano y la puso en su pene y la quité. Lo hizo dos veces, la segunda con mucha fuerza y la volví a retirar. Me estaba dando asco”, explicó la víctima ante la Mossos d’Esquadra.
Además, la mujer explicó que también vio “cómo tocaba a mis amigas”, y se percató “de lo pegado que estaba a ellas”. Que luego sacó una botella de cava para invitarlas. También añadió que Alves “estaba insistiendo y era muy pesado” y le decía “vámonos, vámonos”, aunque ella le dio largas: “Me estaba dando asco”. Poco después se fue a la puerta del baño, desde allí la llamó y ella acudió ya que no sabía que era un lavabo.
La víctima indicó que cerró la puerta y que ella le dijo que quería salir, pero él no la dejó. Después se sentó en el váter y “tiró de mí con fuerza, acercándome a él. En todo momento le dije que parase y que me tenía que ir”. “Él sólo me decía que no me podía ir y que tenía que decir que yo era su putita“, narró la mujer ante la policía y después en el juzgado, y añadió: “Insistí en que parase y en que me tenía que ir, pero me subió el vestido y me hizo sentarme encima de él”.
Fue entonces cuando, ante la resistencia de la víctima, Alves la agredió agarrándola de la cabeza y del pelo, lanzándola contra el suelo y después golpeándola con fuerza. “Me resistí, pero él era más fuerte que yo”, añadió la víctima, quien insistió en que la obligó a hacerle una felación, pero ella se opuso y por eso “en ese momento me empezó a pegar bofetadas, estuvo rato pegándome en la cara”. “Sentí que me ahogaba no porque estuviera apretando, sino de la angustia que estaba sintiendo“, explica en la declaración la mujer, que añade que fue entonces cuando la puso contra el lavabo y allí la violó. Los poco menos de 20 minutos que los dos estuvieron en el baño quedan constatados por el hecho de que es el mismo tiempo en el que ninguno, ni Alves ni la denunciante, aparecen en las cámaras de seguridad de la zona VIP.
Por el momento, sus abogados defensores han iniciado los trámites para pedir su libertad aunque sea con una fianza alta, argumentando que no existe riesgo de fuga ya que tiene domicilio en Barcelona. Está previsto que esta semana los letrados presenten un recurso ante el juzgado para salir de la cárcel, aunque su resolución, en caso de aceptarla, no será inmediata y el jugador podría estar algunas semanas en prisión provisional. Alves sigue en el módulo de ingresos de la cárcel y de momento tiene un comportamiento tranquilo pero abatido, según fuentes penitenciarias.