El siete veces campeón de la Nascar s se preparaba para competir en la prueba de Chicago este fin de semana.
El siete veces campeón de la Nascar Jimmie Johnson se ha visto sorprendido por una brutal tragedia familiar mientras se preparaba para competir en la prueba de Chicago. Los padres de su esposa, Chandra Janway, fueron encontrados muertos tiroteados junto a un sobrino del piloto, de 11 años.
Los cuerpos de Jack Janway, de 69 años; su esposa Terry Janway, de 68; y su nieto Dalton Janway fueron descubiertos el lunes en una casa de Muskogee (Oklahoma), explicó la portavoz de la policía de la ciudad, Lynn Hamlin, que aseguró que los investigadores sospechan que Terry disparó y mató a su marido y a su nieto antes de suicidarse.
La policía acudió a la vivienda después de que una mujer llamara al 911 para informar de un altercado con un arma antes de colgar, especificó la portavoz. Cuando llegaron al lugar hallaron a una persona cerca de la puerta principal de la casa y luego se escuchó un disparo dentro, donde los agentes encontraron a otras dos personas muertas. Hamlin confirmó que las tres personas muertas son los padres y el sobrino de la esposa de Johnson, Chandra Janway.
El equipo de carreras de Johnson, Legacy Motor Club, anunció en su cuenta de Twitter que retiraba su Chevrolet Carvana nº 84 del evento de la Nascar up Series de este fin de semana en Chicago. “La familia Johnson ha pedido privacidad en este momento y no se harán más declaraciones”, añade el equipo.
“Estamos tristes por la trágica muerte de los miembros de la familia de Chandra Johnson”, aseguró la NASCAR en un comunicado. “Toda la familia Nascar extiende su más profundo apoyo y condolencias durante este difícil momento a Chandra, Jimmie y a las familias de ambos”.
Olympiacos 71 Real Madrid 77
JAVIER SÁNCHEZ
@javisanchez
Actualizado Martes,
5
diciembre
2023
-
22:27Un Real Madrid recuperado de su derrota ante el...
"No soy la misma, soy otra persona", proclamaba Ana Peleteiro con otra medalla al cuello, un bronce en el Mundial indoor de Glasgow; en sus 28 años ya hay toda una vida. Una madurez que corrió peligro dos veces, aunque ella nunca lo consideró así. La primera, hace mucho, cuando fue adolescente prodigio y pudo perderse en la fiesta de Madrid. La segunda, hace nada, cuando ya era medallista olímpica y se quedó embarazada. Hace un año y tres meses nació su hija, Lúa, y muchos, incluso sus propias adversarias, consideraron que ya no volvería entre las mejores.
En otras disciplinas del atletismo -por no hablar de otros deportes- hubo madres campeonas, pero su especialidad, el triple salto, exige tanta elasticidad, tanta levedad, tanto rebote que el desafío era complicado. Peleteiro lo sabía. Y, como en la adolescencia cuando supo alejarse de las distracciones, volvió a salir victoriosa.
"Me retiraron hace 14 meses, pero la Peleteiro está de vuelta. Nada se regala en la vida y este es el resultado de mucho esfuerzo. Hay atletas madres que han sido ejemplos para mí porque recién parida, con la cesárea, yo también lo veía negro. Cogí fuerzas y me dije que yo también podía hacerlo", comentaba la española que vivió su éxito a flor de piel con Lúa y su marido, el también saltador Benjamin Campaoré, animándola desde las gradas del Emirates Arena.
De hecho por él Peleteiro apareció en la pista escocesa con un dorsal distinto al habitual, su apellido ya no estaba sólo: esta vez se podía leer Peleteiro-Campaoré. "Somos una familia. Mi madre está desbancada, pero esto es un gesto de amor a mi familia política porque mis suegros son un pilar fundamental en mi vida, ellos nos ayudan a conciliar", explicaba Peleteiro.
Mucho nivel
Con el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como metal más brillante, este domingo la española consiguió su sexta medalla internacional -ya fue bronce en el Mundial indoor de 2018, por ejemplo- y para ello necesitó la segunda mejor actuación de su vida. En Glasgow, de entrada brincó hasta los 14,67 metros y luego incluso se fue más allá, los 14,75 metros, pero el oro y la plata estuvieron lejos. Pese a la ausencia de su amiga, la venezolana Yulimar Rojas, dominadora de la disciplina en la última década, la dominiquesa Thea Lafond superó los 15 metros -15,01 metros- y la cubana Leyanis Pérez Hernández se quedó cerca (14,90).
Por esa competencia para mantenerse en el podio en los Juegos Olímpicos de París de este verano, Peleteiro necesitará un poco más, estirar de sus propios récords, pero ha demostrado que ya está preparada. "Hay que hacer un pasito más, no estoy aún ahí. Iván [Pedroso, su entrenador] me dice que sí pero me falta un poco de trabajo", confesaba la saltadora elevada a líder absoluta del atletismo español.
El bronce de Diame
Su éxito fue un resorte para una selección en depresión después de lo vivido en el Mundial e incluso en los días previos. En diferentes grados y formas, la sanción a Mo Katir, la lesión de María Vicente y la descalificación de Asier Martínez hundieron los ánimos y desde Peleteiro todo fue distinto. Horas después de su logro, su compañera de entrenamientos, Fátima Diame se colgó otro bronce, éste en la final de longitud. Íntima amiga suya, tanto que comparten habitación en los campeonatos, la progresión de Diamé era hasta ahora muy distinta a la de Peleteiro. De 27 años, la saltadora se había mantenido en una segunda línea internacional hasta que la temporada pasada decidió ponerse a las órdenes de Iván Pedroso. Ahí cambió su trayectoria.
De quedarse siempre en las rondas previas a ser finalista -sexta- en el último Mundial de Budapest y de ahí al podio este domingo en el Mundial indoor. Talentosa siempre, le faltaba confianza y control y ya los tiene. Fallaron luego Mariano García en los 800 metros y Mario García Romo y Adel Mechaal en los 1.500 metros, pero Peleteiro ya había asegurado una celebración.
A la hora de recapitular, no resulta fácil escoger los instantes señeros del largo y triunfal paso de Rafael Nadal por Roland Garros, pues han sido 116 partidos los que ha protagonizado en la que será siempre su tierra infinita. Hasta este lunes, hasta esta digna derrota frente a Alexander Zverev, sólo Novak Djokovic, en dos ocasiones, y Robin Soderling habían sido capaces de vencerle. Ahí van algunos de sus encuentros más significativos en sus 19 presencias en el torneo.
3/6/2005. Roger Federer
Llegaba avalado por un formidable curso sobre arcilla. Campeón en Montecarlo, en el Conde de Godó y en Roma, tenía ante sí a Federer, número 1 del mundo, en los albores de la que iba a ser una de las rivalidades más hermosas del deporte. El partido se prologó en Roland Garros como si se tratase de la lucha directa por el título, con el olfato promocional de confrontar a dos personalidades distintas y complementarias, dotadas de un enorme glamour. En el día de su 19º cumpleaños, Nadal venció al suizo por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3, antes de imponerse dos días más tarde a Mariano Puerta, para ganar el primero de sus 14 títulos.
31/5/2009. Robin Soderling
Fue su primera derrota en el torneo. Se despidió en octavos de final. Robin Soderling le superó por 6-2, 7-6 (2), 4-6 y 7-6 (2). Condicionado por una lesión crónica en el tendón rotulianode la rodilla izquierda, no podría defender el título conquistado un año antes en Wimbledon.
24/5/2011. John Isner
Ya pentacampeón, recuperado plenamente el pulso tras el accidente ante Soderling, Nadal hubo de salvar una primera ronda de alto riesgo. Ahí estaba John Isner, dispuesto a hacer valer sus 2,08 metros, para amenazar con la voladura de todos los barruntos en uno de los encuentros más delicados que el español ha encarado en su torneo. Necesitó cuatro horas y un minuto para acabar imponiéndose por 6-4, 6-7 (2), 6-7 (2), 6-2 y 6-4 y poner rumbo al sexto título.
7/6/2013. Novak Djokovic
Superado en cuatro sets por Nadal en la final de 2012, Djokovic envidó de nuevo en las semifinales de la siguiente edición. Ese partido se recordará, entre otras muchas razones, por el punto en el que el serbio tocó la red tras conectar una sencilla volea antes de que la pelota diera el segundo bote. Lo perdió, tal como dicta el reglamento. Mandaba 4-3 y saque en el quinto. Estaban 40-40. Nadal, presto a la reclamación en cuanto observó el desenlace de la jugada, venció por 6-4, 3-6, 6-1, 6-7 (3) y 9-7, después de cuatro horas y 37 minutos.
3/5/2015. Novak Djokovic
El annus horribilis. En un momento crítico, que le hizo meditar incluso con la posibilidad de su retirada, Nadal varó en cuartos de final ante el serbio: 5-7, 3-6 y 1-6. Era la consecuencia lógica de un tránsito decepcionante en la gira previa sobre arcilla, una inquietante secuencia a la que sabría poner remedio.
11/6/2017. Stan Wawrinka
A la derrota ante Djokovic le siguió el año siguiente una lesión que le impediría disputar la tercera ronda ante Marcel Granollers. Es por ello que el título de 2017, 6-2, 6-3, 6-1 a Wawrinka, en una edición en la que no concedió un solo parcial, posee un extraordinario valor.
9/6/2019. Dominic Thiem
La segunda de las finales ante Dominic Thiem, quien se había vislumbrado como su heredero, supuso la cerfificación de que a Nadal aún le quedaban algunas vidas en París. El español venció por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. Thiem se llevó un set, a diferencia del año anterior, pero su revés a una mano volvió a sangrar demasiado ante el drive de plomo del zurdo.
11/10/2020. Novak Djokovic
Fue el Roland Garros de la pandemia. Mes de octubre. Frío casi invernal en París. El cambio a pelotas Wilson tras una década con Babolat generó beligerantes protestas del español: «Las bolas son una piedra, peligrosas para la salud», llegó a decir, incómodo desde el primer día por las circunstancias excepcionales en las que se desarrolló el torneo. Otra vez sin entregar un solo set en toda la competición, asestó a Djokovic una de las derrotas más crueles en su cara a cara: 6-0, 6-2 y 7-5.
29/5/2022. Felix Auger-Aliassime
Sólo tres hombres, Djokovic, Isner y el canadiense, pudieron llevarle a los cinco sets en Roland Garros. A Auger-Aliassime no le bastó con completar uno de los mejores partidos de su vida en aquellos octavos. Nadal ganó 6-3, 3-6, 2-6, 3-6 y 6-3.
5/6/2022. Casper Ruud
El noruego, puro ADN de tierra, bola pesada, tenista loado por los técnicos, algo aburrido para el público de a pie, había tomado el relevo de Thiem, con la nominación para hacerse grande en Roland Garros. Nadal le avasalló, 6-3, 6-3 y 6-0, para conquistar su decimocuarto título, el último de una cadena irrepetible.