La millonaria vuelta de la Ryder Cup a España, en peligro por el cambio de gobierno en Cataluña

La millonaria vuelta de la Ryder Cup a España, en peligro por el cambio de gobierno en Cataluña

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A estas alturas de finales de 2024 tendríamos que estar celebrando el anuncio del retorno de la competición más importante del golf a nuestro país. Hablamos de la Ryder Cup, que hasta hace unas semanas tenía casi todo apuntalado para el anuncio de su celebración en 2031 en Girona, concretamente en el recorrido conocido como PGA de Cataluña, hoy rebautizado como Camiral Resort Golf & Wellness, propiedad del magnate irlandés Denis O’Brien.

Tanto el resort gerundense, como el Gobierno a través del Consejo Superior de Deportes, el Circuito Europeo, la Federación Española, el Ayuntamiento de Girona y la Generalitat de Cataluña tenían todos los detalles cerrados para el anuncio de la celebración de un evento que volvería 27 años después a nuestro país, tras la cita que se celebró en Valderrama en 1997 y que cambió para siempre la percepción del golf en España.

Sin embargo, para sorpresa y desesperación de todas las partes, el proyecto ha sufrido un retroceso o parón desde el cambio de gobierno catalán. “La Ryder está sobre la mesa, es una opción viable, pero hay que acabar de trabajar muchas cosas entre todas las partes implicadas”, comentó a finales de octubre Berni Álvarez, exprofesional de baloncesto y recientemente nombrado consejero de deportes del nuevo gobierno de Salvador Illa.

Las diferentes partes afirmaron entonces a este periódico que los plazos iban a retrasarse por la burocracia en el cambio de administración, pero el proyecto no estaba en riesgo. “Confío en la palabra de Illa y en su apoyo para celebrar la Ryder Cup”, comentaba hace un par de semanas Salvador Planas, director general de Camiral Golf.

Falta de entendimiento

Al parecer, algunas de las trabas de última hora que podrían estar afectando al proyecto son la falta de entendimiento entre la Diputación de Girona y la Generalitat. Tampoco ayuda la Copa América de vela, que se celebró en Barcelona y cuyo retorno no ha sido el esperado por las administraciones después de una fuerte inversión.

En el otro lado, desde el DP World Tour, antiguo Circuito Europeo y propietario de los derechos de la competición, empiezan a perder la paciencia y presionan para que el anuncio se haga lo antes posible. El retraso de la designación acumula ya una demora de más de un año y, en el banquillo, esperan otras alternativas que podrían llevar la Ryder Cup de 2031 a Madrid, País Vasco o Reino Unido.

Resulta paradójico pensar que España lleva peleando por volver a acoger uno de los eventos deportivos de referencia desde el año 2010 con diferentes sedes y proyectos, y que sus candidaturas siempre fueron derrotadas en la decisión final por otras sedes teóricamente mejor preparadas. Ahora que el evento estaría asegurado, el sueño podría frustrarse desde dentro.

“Está todo abierto”

Hace solo unos días el medio L’Esportiu publicaba una entrevista con Berni Álvarez que no hace más que sembrar nuevas dudas sobre el proyecto: “Nos hemos comprometido a que el primer trimestre del 2025 daremos una respuesta definitiva y, si hay que hacer alguna contraoferta, para entendernos, o alguna redefinición del proyecto, nosotros lo pondremos encima de la mesa”, comentaba el consejero antes de analizar la situación del proyecto: “Ahora mismo, está todo abierto. Hay cosas muy positivas en el acontecimiento y hay otras cosas que nos generaban o nos generan alguna duda…”.

Desde la RFEG son optimistas pero cautelosos con la decisión final y alaban la predisposición de Salvador Illa. La celebración de la Ryder Cup tendría un retorno importante para la Costa Brava. Se estima que generaría unos ingresos directos de 1.300 millones de euros, miles de puestos de trabajo y una enorme promoción turística de un torneo de golf que verían 1.000 millones de personas en 170 países en todo el mundo.

kpd