Hay partidos en los que todo está en juego. La flor del Calcio italiano, la Fiorentina, hoy se juega su futuro. En plena crisis desde el comienzo de la temporada, es última en la Liga Italiana, con solo seis puntos y sin victorias. Hace un año tenía 34 puntos y era segunda. En la última semana ha coleccionado dos derrotas consecutivas, una con el Verona (1-2), el domingo pasado, y con el Lausana (1-0), el jueves, en la Conference League. Su entrenador Paolo Vanoli está en la cuerda floja y su destino dependerá del resultado contra el Udinese (hoy, 18.00 horas). Hay un dato histórico que preocupa: no hay ningún equipo del Calcio se salvara del descenso sin haber conseguido, al menos, un triunfo en los primeros 14 partidos.
La Fiorentina está en el pozo, ya sea por los jugadores, el entrenador o la dirección. No hay coordinación dentro de la escuadra viola, que ha sumado seis empates y nueve derrotas. Vanoli lleva tan solo un mes y medio en el banquillo, pero se respira en el ambiente la posibilidad de una salida anticipada. Para diferentes periódicos del país, el equipo concebido por Vanoli tiene demasiados vacíos. La defensa es la peor de la Serie A, con 26 goles encajados (sólo seis marcados). Dicen los medios que es un equipo «plano», «temeroso», «sin alma». La Fiorentina parece condenada a acudir al mercado de invierno.
Uno de los puntos de inflexión del equipo tuvo lugar el pasado jueves, con la derrota ante el Lausana en la Conference League. Vanoli, ahora se juega todo en la cita de esta tarde con el Udinese. «No sé si mi puesto peligra, no he hablado con el club», ha afirmado el entrenador de la Fiorentina. «Los chicos tienen que estar concentrados en la liga», asegura Vanoli, admitiendo los errores como una responsabilidad compartida. «Estoy muy preocupado, porque estamos luchando para no descender y me gustaría ver un poco más de mi espíritu dentro del equipo», añade el cuestionado preparador.
«poner orden, hacer limpieza»
Tal está siendo el calado de la crisis de la Fiorentina que el asunto ha trascendido a la política italiana. Matteo Renzi, ex presidente del Gobierno (2014-2016), ex alcalde de Florencia (2009-2014), florentino de nacimiento y, algo que recuerda regularmente, tifoso de la Fiorentina, se ha pronunciado sobre el asunto.
En una entrevista concedida a La Nazione, el principal diario de la capital toscana, Renzi ha lamentado la situación del equipo viola. «Hay algo que se ha roto en el clima del vestuario, dado que el equipo, en muchos aspectos, es el mismo que el año pasado», advirtió el político. El ex presidente del Ejecutivo italiano se quejó del momento de la Fiorentina y apunta que lo ideal sería la «intervención de un directivo que sea capaz de poner orden, hacer limpieza y salvarlos del descenso».
Pensar en la historia reciente de la Fiorentina lleva, inevitablemente, a la mítica etapa durante la presencia de Gabriel Omar Batistuta, el goleador argentino que lideró la delantera de los viola desde el año 1991 al 2000. Llegaron los éxitos, pero también los disgustos, cuando, contra todo pronóstico y después de la última vez en la temporada 1938-1939, el equipo florentino bajó a la Serie B. Era la temporada 1992-1993 terminó en el puesto número 15, cuando en aquella época la Liga Italiana la integraban 18 equipos. Así pues, la Fiorentina volvió a la segunda división italiana después de más de medio siglo. Ahora, el desafío es evitar esa pérdida de categoría. Todo empieza en el partido de hoy.




