La regla de los límites de la pista golpea el espectáculo en la clasificación en el Red Bull Ring. El campeón saldrá primero el domingo con Leclerc y Sainz detrás mientras Alonso partirá séptimo. Este sábado, carrera sprint con clasificación propia
“Lap deleted, track limits”. “Lap deleted, track limits”. “Lap deleted, track limits”. La Fórmula 1 enloqueció este viernes en la clasificación del Gran Premio de Austria en el Red Bull Ring y diluyó su espectáculo en una continua revisión de repeticiones. El VAR llevado al extremo; la tecnología en contra del deporte. ¿Qué ocurrió? El culmen -y quizá el final- de una moda.
Desde hace unos años, en la mayoría de circuitos clásicos se considera que es más seguro asfaltar las escapatorias que colocar grava o plantar hierba porque así, en caso de error, los monoplazas tienen margen. Hay menos accidentes, menos trabajo para las grúas, menos abandonos, menos vueltas de safety car. Es una medida pensada principalmente para las motos, pero en los coches también tiene defensores. El problema es que así es muy difícil saber dónde acaba el trazado. En un coche a 300 km/h todo se ve como pista practicable y la pintura no es suficiente, aunque se utilicen diversos colores.
“Es muy difícil ver dónde está la línea blanca. No he podido correr como quería. Es una tontería eliminar vueltas por eso. La gente dirá que conduzca dentro de las líneas, pero no es tan fácil. Que cojan mi coche y lo intenten”, lamentaba Max Verstappen, el poleman, tras la tensión vivida. “This is fucking ridiculous”, llegó a gritar por la radio. Durante toda la clasificación, especialmente duramente la Q2, los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) eliminaron muchas vueltas porque los pilotos habían rebasado los límites de la pista y eso marcó la sesión. Era más importante no pasarse de la raya que ser rápido. Y hubo un claro perjudicado: Checo Pérez.
Por cuarta carrera consecutiva el mexicano, uno de los máximos favoritos a la victoria, se quedó fuera de los 10 mejores -el domingo saldrá decimoquinto- y esta vez no fue su error. O al menos no fue un error flagrante. En la Q2 completó una vuelta rapidísima, se colocó líder de la clasificación, pero los sensores detectaron que había superado los límites y los comisarios le borraron el tiempo.
El séptimo puesto de Alonso
“Lap deleted, track limits”. “Lap deleted, track limits”. “Lap deleted, track limits”. El mismo mensaje atiborró la lista de sanciones con otros afectados. George Russell, por ejemplo, que tampoco pasó a la Q3. O incluso Fernando Alonso. En la Q2, con otra vuelta eliminada, tuvo que esforzarse para no quedarse fuera y en la Q3, con neumáticos gastados, fue a asegurar.
Este domingo -el sábado hay carrera sprint con clasificación propia- partirá desde la séptima posición y el objetivo no podrá ser la victoria, como mucho el podio. Sólo el pronóstico de lluvia, que se mantiene al 50%, le ofrecerá posibilidades de vencer.
“Hay muchas soluciones. Entiendo que los circuitos donde corren diferentes Mundiales necesiten soluciones, pero la línea es muy difícil de ver. Nosotros no vemos nuestros neumáticos así que no sabemos si estamos dentro o fuera”, resumió Carlos Sainz, que se llevó una alegría entre el caos desatado por los límites de la pista. Por detrás de Verstappen, que sigue intratable, se colocaron los dos pilotos de Ferrari: Charles Leclerc, segundo y Sainz, tercero.
Durante toda la sesión de clasificación ambos demostraron que tienen buen ritmo y, con las bajas temperaturas de este fin de semana en Austria, la degradación de los neumáticos no será esta vez un problema. Tanto Leclerc como Sainz pueden discutirle a Verstappen la victoria y, de hecho, se suponen la máxima amenaza. En cuarta posición saldrá Lando Norris y en quinta y sexta, Lewis Hamilton y Lance Stroll.