Tribunales
La Audiencia de Barcelona examina este viernes la petición del jugador brasileño para dejar la cárcel a la espera del juicio por agresión sexual
Con la investigación judicial prácticamente concluida, el jugador Dani Alves insistirá en que las relaciones sexuales en el lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona que mantuvo el pasado 31 de diciembre con una mujer de 23 años fueron consentidas. Es su último cartucho para salir en libertad provisional a la espera del juicio por agresión sexual que se celebrará, con toda probabilidad, a finales de este año y en el que se podría enfrentar a una pena de entre 7 y 9 años de prisión.
Antes, este viernes, la Audiencia de Barcelona ha convocado a una vistilla a todas las partes, Fiscalía, abogada de la víctima y letrado del jugador, para examinar el recurso presentado por Alves hace una semana en el que reitera salir de la cárcel, en la que ingresó a finales de enero pasado. Es la segunda vez que lo pide y la primera el mismo tribunal rechazó la propuesta al considerar que existen numerosos indicios de culpabilidad por parte del jugador además del riesgo de fuga, ya que tiene suficiente patrimonio para eludir a la justicia.
Sin embargo, el brasileño volvió a declarar a mitad de abril en el Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona y explicó que hubo un “acercamiento mutuo” con la víctima en el reservado del local y que después acudieron al lavabo a tener relaciones sexuales de forma consentida. Era la cuarta versión que daba sobre lo que pasó la madrugada del 31 de diciembre en la discoteca ya que en su primera comparecencia judicial explicó primero que no conocía a la mujer hasta que ella le hizo una felación de forma consentida.
Por eso explicó que mintió en el juzgado en su primera declaración en enero ya que estaba “obsesionado” con la infidelidad a su pareja, la modelo Joana Sanz, quien anunció que en unos días iniciará los trámites de divorcio. “No quería que se enterara mi mujer”, destacó Alves en el juzgado antes de detallar la relación con la víctima que defendió que fue voluntaria y consentida.
En su nueva petición de libertad al juzgado, el jugador fue más allá y presentó un documento de 200 páginas analizando las imágenes captadas por las cámaras de seguridad y de los Mossos d’Esquadra que atendieron a la mujer. Sus abogados mantienen, como defenderán el viernes en la vista que se celebre en la Audiencia de Barcelona, que “se observa en la denunciante una conducta abiertamente sexualizada, propia de un galanteo sexual en fase de cortejo. No es preciso que entremos en su descripción detallada. Determinados movimientos corporales de la denunciante son concluyentes. Nada parangonable a un pavor por intimidación ambiental, ni nada que permita pensar que quien así se desenvuelve tenga su voluntad y consentimientos alterados por miedo”. En su declaración la víctima explicó que sintió “miedo” esa noche en la discoteca por la actitud del jugador hacia ella y sus amigas.
Los letrados del jugador detallan que antes de entrar en el baño hubo “un acercamiento físico entre ellos de especial intensidad con movimientos muy sexualizados por parte de la denunciante” y que en el reservado de la discoteca los dos coquetearon “con normalidad y todo apunta que pactando continuar en el lavabo aquel estallido de lujuria”. En su declaración, la víctima explicó que siguió al jugador cuando él le instó a acompañarla en el dintel de una puerta pero no sabía que iban a un baño y que una vez allí Alves la obligó a mantener relaciones sexuales impidiéndole salir.
El Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona rechazó la primera petición de Alves de salir de la cárcel y ahora la Audiencia de Barcelona examinará, de nuevo, el recurso presentado contra esa decisión. Tanto la Fiscalía como la acusación particular, que representa a la víctima, instan a mantener al jugador en prisión a la espera del juicio ya que creen que existe riesgo de fuga a su país y no tiene arraigo en España. El brasileño alegó que tiene sus hijos y su ex mujer han venido a vivir a Barcelona ya que “la familia siempre quiso que sus hijos recibieran la educación universitaria en España. La terrible situación familiar que ahora viven no ha alterado ese proyecto”.
Una vez conocido los alegatos de cada una de las partes, el mismo tribunal de la Audiencia de Barcelona que mantuvo la prisión provisional para el brasileño deberá decidir con los nuevos elementos que se ponen encima de la mesa, como son la versión del consentimiento y la reagrupación familiar que permite el arraigo. Pese a esto se mantienen las numerosas evidencias de culpabilidad contra el brasileño, como la declaración de víctima, sus amigas y los testigos; las huellas y el semen encontrados en el lavabo; los restos biológicos del jugador hallados en la mujer o las imágenes en las que se escucha a ella denunciar entre lágrimas una presunta violación.