Bahamontes, que ha muerto este martes, protagonizó uno de los episodios más comentados y exagerados del Tour de Francia
Federico Martín Bahamontes ha muerto este martes a los 95 años de edad. Para la historia del deporte quedará como el primer ganador español del Tour de Francia. Para la historia de nuestro país, como uno de los personajes más populares en los años del franquismo. Un personaje porque la leyenda y el anecdotario que le acompañaron durante toda su carrera excedían su grandeza en la carretera.
Probablemente la anécdota más conocida de Bahamontes sea la del helado, que le supuso ser acusado de soberbia. Se sitúa en 1954, en su primera participación en el Tour de Francia, en la que ya consiguió coronarse rey de la montaña. Se desarrolla en una de las etapas alpinas.
Para saber más
Asegura la pequeña historia deportiva que Federico Martín Bahamontes, el águila de Toledo, iba tan destacado del pelotón, al que sacaba más de diez minutos, que paró a comerse un helado en la cima del col de La Romayère.
Pero esa anécdota del helado de Bahamontes en el Tour no se ajusta del todo a la realidad. Es cierto que protagonista fue el legendario ciclista español y es cierto que se comió un helado en lo alto del puerto, pero en otro contexto. Durante el ascenso, como él mismo explicó después, a su bicicleta se le habían roto dos radios de la rueda trasera. Al darse cuenta, consideró un riesgo lanzarse al descenso en esas condiciones.
Federico Martín Bahamontes, contrariado, se bajó de la bicicleta y se sentó a esperar a que llegara el coche de su formación para ayudarle. Estaba todavía enfadado aguardando cuando un espectador le dio un helado de vainilla de un puesto cercano, que el ciclista aceptó y se tomó agradecido.
Ya con la bicicleta reparada, Bahamontes alcanzó al pelotón y volvió a sobrepasarlo, pero se agarró una pájara y no ganó ni siquiera la etapa. Su nombre, sin embargo, ya entró por la puerta grande en el anecdotario del Tour en la que sólo era su primera participación.
