Kyle Guy, el ‘francotirador’ que convivió con la ansiedad

Kyle Guy, el 'francotirador' que convivió con la ansiedad

Real Madrid – Joventut

Actualizado

El escolta del Joventut, que amenaza al Real Madrid en semifinales de la ACB, tocó fondo tras el fracaso de la Universidad de Virginia que lideraba. Confesó sus problemas mentales y un año después logró el título de la NCAA y fue MVP de la Final Four

Kyle Guy, durante un partido contra el Madrid esta temporada.DAVID GRAU LLINARESACB PHOTO

«Cuando sonó la bocina final… me rompí. Me rompí y la presión me llegó». Kyle Joseph Guy, un tipo capaz de descerrajar al Baskonia con 13 triples y 58 puntos en dos partidos, pasea siempre un rictus taciturno. En su media sonrisa, incluso en el éxtasis del Olímpic tras completar la gran sorpresa del Joventut en cuartos de final, está escrito un camino con tantas expectativas como sinsabores. Un francotirador nacido en el sitio donde nacen los francotiradores, Indiana, que ahora amenaza al Real Madrid en las semifinales de la Liga Endesa que arrancan el martes (21.00 h., Movistar) y que tuvo que aprender a convivir con el más delicado de los compañeros de viaje, la ansiedad.

Guy tocó fondo hace no tanto, cuando su carrera aún estaba despegando, después de una de las mayores caídas de la historia de la NCAA. Con su liderazgo y el del ahora NBA De’Andre Hunter (Atlanta Hawks), los Cavaliers de la Universidad de Virgina presumían del mejor récord de la temporada 2018, pero en la March Madness cayeron a la primera contra UMBC. Entonces, la presión estalló y las nubes negras invadieron su existencia. Kyle, que abandonó entre lágrimas aquel partido, apagó su teléfono durante 48 horas y reapareció semanas después con una espeluznante carta en Facebook donde hablaba de los problemas mentales que le había ido creando el estrés soportado, de las «miradas puestas en ti» e incluso de las amenazas recibidas en las gradas e incluso en las aulas. Todo lo que él no pudo aguantar.

Kyle Guy, contra el Baskonia en cuartos.Alejandro GarciaEFE

«Es bonito pensar cómo los miedos o cometer errores puede usarse para hundirte… o para prepararte para el futuro y hacerte más fuerte. Fue el perfecto ejemplo de cómo, entendiéndolo de la manera correcta, caer puede servir para llegar a la cima», contaba hace unos meses en la web de la Liga Endesa. Porque Guy, que tuvo que recurrir al equipo psicológico de la Universidad, logró renacer a lo grande la temporada siguiente, llevando a los Cavaliers al primer título de su historia. Fue nombrado MVP de la Final Four: en semifinales no le tembló el pulso con tres tiros libres para llevar el partido a la prórroga y en la final le hizo 24 puntos a Texas Tech.

No le sirvió, sin embargo, para acudir pregonado a la NBA. Durante toda su carrera, que se había iniciado tras probar en el fútbol americano en el que su padre era entrenador e incluso en el atletismo -con menos de 14 años corría la milla en 5:10-, había tenido que soportar los prejuicios por su estatura (mide 1,88 metros) y eso le pasó factura: cayó al 55 del draft por los Knicks, que rápidamente le traspasaron a los Kings. En Sacramento, 34 partidos en dos temporadas. El curso pasado, apenas 19 en los Heat que ahora afrontan las Finales.

Así que a Kyle no le quedó otra que dar el salto a Europa (tuvo ofertas de Fenerbahce y Gran Canaria, entre otros), donde su inicio de curso con el Joventut resultó de fuegos artificiales. «Cuando fiché por la Penya empecé a buscar información de la ciudad y de la historia del club, y tuve claro que era el sitio adecuado», dijo a su llegada. En sus cuatro primeros partidos en ACB promedió 17,8 puntos, desplegando ya su eléctrica capacidad de lanzamiento. Aunque el resto de la temporada no mantuvo esos niveles, en parte por la vigilancia del resto y en parte por su adaptación al baloncesto continental, el francotirador ya está en la agenda de los grandes de la Euroliga. Clave en la Penya de Carles Durán que alcanzó la semifinales coperas en Badalona, las de la Eurocup y ahora, por segundo año consecutivo, las de la Liga Endesa: en el primer partido de cuartos batió el récord de anotación (36) del club verdinegro en playoffs.

Fundación

Todas las experiencias dolorosas por las que atravesó Guy las ha intentado transformar en ayuda para los demás. Lo hace a través de su fundación (Kyle Guy Fundation), creada hace cuatro años, en la que los fondos recaudados se pueden destinar a causas diferentes, desde la prevención del suicidio y los transtornos mentales a la ayuda a la integración de los inmigrantes o los veteranos de guera, hasta la lucha contra el cambio climático y la pobreza. Todo se resumen en su lema: «Sé el cambio que quieres ver en el mundo». «Algunos miembros de mi familia se suicidaron, es algo que hemos vivido en casa. Intento ayudar», confiesa.

kpd