Cuando Yann Sommer anunció el pasado mes de agosto que dejaba de defender la portería de Suiza después de 12 años y 94 partidos, Gregor Kobel (Zúrich, 1997) no pudo evitar que se le dibujara una sonrisa. A sus 26 años iba a convertirse en el portero titular de su selección tras cuatro a la sombra del guardameta del Inter.
Murat Yakin lo hizo debutar en septiembre de 2021, cuando ya destacaba en el Stuttgart con su 1,96 de estatura, pero desde entonces únicamente ha defendido la portería en seis ocasiones y sólo en una dejando a Sommer en el banquillo. Fue en un duelo de clasificación para la Eurocopa, en junio de 2023. Para entonces, Kobel ya se había asentado bajo los palos del Borussia Dortmund.
Hijo de un jugador de hockey, Gregor coqueteó con varios deportes hasta decidirse por el fútbol, pero salió rápido de la cantera del Zurich. Con 16 años se marchó a la Bundesliga, primero al Hoffenheim y al Augsburgo que, tras dos cesiones al Stuttgart, se lo acaba traspasando por 7,2 millones de euros. Un año después, con 23 años y el salto a la selección absoluta a la vista, el Borussia Dortmund pagó el doble para llevárselo al Signal Iduña Park. Desde entonces, el suizo ha sido nombrado cuatro veces mejor guardameta de la Bundesliga y ha aparecido otras tantas en el once ideal del torneo. En 2023, cuando al Dortmund se le escapa el título en el último partido y por la diferencia de goles con el Bayern, el técnico Edin Terzic reconoce que haber llegado a disputar el título se lo debe al momento de Jude Bellingham y de Gregor Kobel, un agradecimiento que encerraba la superación del meta helvético.
Su capacidad de sumar porterías a cero contrastaba en ese momento con dos pifias que habían dado la vuelta al mundo. En octubre de 2022, en el minuto 8 del partido ante el Unión Berlín recibió un pase atrás y, cuando quiso volver a jugar el balón, se resbaló. Apareció entonces el delantero Janik Haberer para marcar. Seis meses después, todo volvió a ocurrir. Esta vez ante quien estaba siendo su rival por el campeonato, el Bayern Munich. En el Allianz debutaba Thomas Tuchel y Upamecano le alegró la tarde y le dio el liderato. El central francés sirvió un balón larguísimo que parecía sin peligro, pero Kobel calculó mal el bote y, casi de manera cómica, el balón se coló en la portería.
De aquel mazazo se repuso trabajando su fortaleza mental y con charlas con deportistas que también están bajo presión como los golfistas, deporte que también practica, o los especialistas en artes marciales. La superación la mostró con cinco porterías a cero en la pasada Liga de Campeones, impulsando al Dortmund a la final y ganándose ser incluido en el once ideal de la competición.
Bajo la lupa de la Premier, Kobel es indiscutible en su equipo -con quien aún no ha encajado un gol en los dos primeros partidos de la temporada-, pero su brillo no le había hecho desbancar a Sommer. De hecho, su rendimiento la pasada temporada no cambió el criterio de Murat Yakin, que anunció la titularidad del interista seis meses antes del inicio de la Eurocopa.
Esta decisión fue costosa de asimilar por el entorno de Kobel, que lamentó la «cercanía» que había entre el preparador de porteros, Patrick Foletti, y Sommer, dando a entender preferencias personales en la elección del guardameta de la Nati. Sin embargo, ese criterio cambió tras la cita de Alemania, donde Suiza cayó en semifinales ante Inglaterra en la tanda de penaltis. La decisión de Yakin de dar la alternativa a Kobel fue una de las razones del adiós a la selección del veterano guardameta.
La batalla deportiva mantenida durante tres años ha estimulado a ambos, junto con una forma de trabajo peculiar, que va desde el uso de gafas negras que modulan el paso de la luz en fracciones de segundo a los lanzamientos de pequeñas pelotas de tenis incluso en los calentamientos. «Ahora es el momento adecuado para Kobel», admitió hace unas semanas Foletti, justificando por qué tardó tanto.
No hay dudas en el preparador ni tampoco en Yakin, que antes del duelo ante España aseguró que no habrá ninguna alternancia en la portería. Todo el foco para Kobel.