Jesús Navas, que había anunciado el pasado jueves que dejaba el Sevilla a la conclusión de esta temporada, ha acordado este sábado con el presidente de la entidad, José María del Nido Carrasco, que “continuará como jugador hasta el 31 de diciembre de 2024 para, posteriormente, trabajar en la entidad en el puesto que desee”, sobre lo que el jugador ha destacado que “ni un segundo” ha dudado en aceptar la propuesta.
“El presidente del Sevilla FC, José María del Nido Carrasco, y Jesús Navas han acordado este mismo sábado por la mañana la renovación de la leyenda sevillista hasta el 31 de diciembre de 2024, fecha en la que el canterano dejará los terrenos de juego para pasar a trabajar en la entidad en el puesto que desee con carácter vitalicio”, señala el club hispalense en un comunicado.
“Ni un segundo he dudado en contestar afirmativamente a la propuesta realizada por el presidente de mi Sevilla FC. Sí, me quiero retirar en Nervión. Quiero seguir jugando para mi Sevilla. Acepto de buen grado continuar ligado a la entidad que me tiene enamorado”, ha afirmado Navas en declaraciones que facilita el club.
“Mi deseo, y así se lo he trasladado al presidente, es continuar jugando hasta diciembre en una transición para ayudar al equipo. Será en esa fecha cuando decida colgar las botas con la camiseta con la que siempre soñé hacerlo, vestido de sevillista. Una cosa más, estos próximos meses, mis últimos como futbolista profesional, no los cobraré. El sueldo que se acuerde con el presidente será donado a una Fundación. Es mi decisión y así se lo he comunicado al club. Quiero que la afición sepa todos los detalles y que nos guíe la transparencia”, resalta el jugador.
Esta madrugada hemos vuelto a ver el lado oscuro del fútbol en la terrible y lamentable agresión sufrida por el técnico de México y viejo conocido del fútbol español, Javier Aguirre, en el partido de los aztecas ante Honduras, informa Afp. 'El Vasco' acabó con el rostro ensangrentado y una buena brecha en la cabeza tras ser alcanzado el por un objeto lanzado desde la grada en el partido que la escuadra mexicana perdió 2-0 ante Honduras, en la ida por los cuartos de final de la Liga Naciones de la Concacaf.
Al terminar el partido disputado en el estadio Francisco Morazán de la ciudad de San Pedro Sula, con unos 20.000 aficionados, el 'Vasco' Aguirre pasaba frente a una grada desde donde le lanzaron un objeto que le pegó en la parte izquierda de la cabeza. La sangre brotaba en el lugar del impacto y le cubrió parte del rostro.
"Estoy triste porque (Aguirre) es un ser humano", se disculpó el entrenador de Honduras, el colombiano Reinaldo Rueda, en una rueda de prensa. "No puede pasar eso. Pedirle disculpas a toda la delegación de México, a todo el pueblo mexicano, al profesor Aguirre", añadió.
"Se dañó la fiesta, se daña todo el esfuerzo que hicieron los muchachos en la cancha, todos se brindaron, con esa integridad, la gente cómo disfrutó y que haya un incidente de esos (...) es muy lamentable", recalcó Rueda.
Aguirre, por su parte, minimizó el incidente. "Es fútbol, no pasa nada", declaró en rueda de prensa, donde manifestó su solidaridad con los hondureños afectados por la tormenta tropical Sara que azota desde el jueves al país.
La cadena FOX México indicó que Aguirre "mentó (la) madre" a los aficionados hondureños. "Hijos de pu...", les habría dicho según la red, y que eso "prendió a la afición hondureña".
"Inaceptable salvajismo, sin justificación ni perdón", escribió en X sobre el incidente el influyente periodista deportivo mexicano José Ramón Fernández. "Reprobable el golpe en la cabeza, con una lata de cerveza", "¿qué necesidad hay de manchar el resultado?", preguntó. Pidió castigo para el "cobarde" que lo hizo.
Honduras ganó el duelo con un doblete de Luis Palma y la se jugará el 19 de noviembre en el Nemesio Diez de Toluca.
PABLO MARTÍNEZ
@PABLOMAM71
Actualizado Lunes,
22
mayo
2023
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16:28Llull y Rudy levantan la Euroliga en Kaunas.PETRAS MALUKASAFPDecía José Luis Garci a...
A España no sólo la ha encaminado hacia la cuarta Eurocopa de su historia el desparpajo de chavales en el campo, también fueron ellos los que dirigieron los festejos. En el césped hubo lágrimas, abrazos, manteos a De la Fuente y fotos, muchas fotos, pero pareció una celebración contenida hasta que estalló en el vestuario. Música y baile bajo la batuta de, cómo no, de Nico y sobre todo Lamine Yamal. Fue el DJ, contagió a Álvaro Morata en calzoncillos e hizo bailar no sólo a su hermano Williams, MVP de la final, sino a los lesionados Rodri, Pedri, Ferran y hasta Gavi y Navas, que movió su dolorida cadera. No se quedaba atrás tampoco Fermín, otro del clan salvaje.
A sus 17 años, Lamine tuvo un momento de tranquilidad sobre el césped, jugando con su hermano pequeño, pero luego dio rienda suelta al festejo, primero con un sombrero y después con gafas de sol camino del autobús. "Es increíble poder estar aquí. ¿A Cibeles? No, a Madrid". Antes, una foto con la copa y dos checks: "La ESO. Campeón de Europa". La fiesta acababa de comenzar.
Ya había sonado Raphael, la Potra Salvaje y toda la playlist que ha acompañado las previas de los siete partidos y había quien empezaba a desesperarse. "¡Creo que ya me están llamando!". Cucurella no dejaba de apretar el claxon del autobús, rápidamente personalizado con la pegatina de campeones de Europa, mientras Rodri se emocionaba recordando su lesión, su MVP y su primera Eurocopa. "Cuando ha marcado Mikel, me he puesto a correr como un loco y se me ha olvidado la lesión hasta que el médico me ha dicho '¡eh, ojo!'. Estaba muy triste, pero chapeau por estos chavales".
A su lado, Nico Williams casi soltaba una lágrima recordando a su familia. "He hablado con mi hermano a través del móvil de mi madre porque yo no he podido ver el mío todavía. Me ha dicho que me quería y que está muy orgulloso, que el nombre de los Williams está en el cima del fútbol mundial", y casi se rompe al hablar de su madre: "Mis padres lo han pasado muy mal, especialmente mi madre. Esto es para ellos".
La fiesta en la zona mixta la puso Álvaro Morata, capitán y convertido en DJ de la selección por un ratito. Con un altavoz gigante en la mano con la bandera de España, el grupo caminó con por el pasillo de medios con una cerveza en la mano y al ritmo de una versión tecno del Viva España de Manolo Escobar. "Esto es tremendo", admitía Le Normand. "Algo único", reconocía Navas. "Dentro de nueve meses va a haber un boom de natalidad", vacilaba Cucurella. El lateral, uno de los hombres de esta Eurocopa que aún ayer escuchó pitos, tendrá que pensar si se tiñe la melena de rojo, como prometió. Antes pagó otro peaje: en la cena de los campeones, ya en el hotel con las familias, Morata le hizo subirse a la mesa, agarrar el micrófono y cantar la canción que le dedican en Inglaterra. "Cucurella se come una paella, se bebe una Estrella. Tiembla Haaland, que viene Cucurella", interpretó entre el júbilo de sus compañeros.
También tuvo tiempo el lateral del Chelsea para enviarle un recadito a Gary Neville en sus redes sociales. El comentarista de Sky Sport había dudado de él. "Pienso que Cucurella es una de las razones por las que España no puede llegar a la final", dijo. "Llegamos a la final. Gracias por tu apoyo", le contestó el catalán son sorna.
Era el momento de las risas, aunque a Oyarzabal, autor de un gol para la historia, le costó desatarse. "Lo primero que pensé al marcar fue en si había sido fuera de juego, porque era muy justo. Luego ya sólo escuchaba gritos", bromeaba. Alguno eran de Álex Remiro, el único jugador que no ha disputado un minuto en esta Eurocopa, pero que predijo el gol de su compañero en la Real. "En la merienda me dijo que hoy marcaba", confesó el vasco. No fue el único. "Le dije 'cómo te huele el pie a gol, niño', y he acertado. Igual me tengo que dedicar a eso", bromeaba Morata.
No salió el capitán con un balón bajo el brazo, pero sí Ferran, Pedri y Fabián. "Nos los vamos a llevar todos", decía el andaluz entre los gritos de Viva España del canario, enfundado en su bandera. A todos les costó anoche hacerse fotos en el césped con sus amigos y familiares. La seguridad del estadio impedía que bajaran al césped y Laporte o Dani Olmo tuvieron que acercarse a negociar.
Lamine juega con su hermano pequeño.F. VOGELEFE
Lo consiguieron Zubimendi, cuyos familiares llevaban la camiseta de la Real Sociedad, los de Ferran y los hijos de Morata, que lloraron de emoción tanto como su padre antes de comenzar a jugar con un balón en el césped ajenos al jolgorio en el que Lamine se había puesto un sombrero con los colores de la bandera y Luis de la Fuente volaba por los aires manteado.
Guardó el seleccionador un discreto segundo plano. Eso sí, se hizo una foto con sus sobrinos y la bandera de La Rioja con el nombre de Haro e hizo una piña con sus seres queridos, como si el partido fuera a comenzar. Quien fue corriendo a abrazarle fue el padre de Lamine, consciente de lo que la apuesta del seleccionador ha supuesto para su hijo. Lo llevaba en la mano: el trofeo de mejor joven. Apareció poco más De la Fuente, por los compromisos federativos y por su perfil. Salió del vestuario casi por la puerta de atrás y con la camiseta de Reyes de Europa en la mano.
La Copa fue del vestuario al autobús en un arcón, pero era imposible que permaneciera guardada. La sacó Morata, que le cantó el 'No puedo vivir sin ti' de Coque Malla y la manosearon todos. Hasta el Rey Felipe la alzó sobre el césped como si fuera un jugador más.
A la celebración sólo le faltó una traca, esa que el delegado Fernando Giner, valenciano, se quedó con ganas de tirar a las puertas del Olímpico.