Mundial de Fútbol Femenino
La sevillana está disputando su primera Copa del Mundo y ya ha conseguido hacer historia con el equipo, llegando a las semifinales del torneo que disputa este martes frente a Suecia
Irene Guerrero, (Sevilla, 1996) siempre se mantuvo positiva sobre el papel que España podía hacer en este Mundial. Tras la derrota ante Japón, cuando empezaron a cundir las dudas sobre el equipo, ella no tuvo ningún reparo en decir ante los medios: “Podemos hacer historia”. Y así ha sido. Ahora la jugadora explica a EL MUNDO como ha vivido las horas previas a la histórica semifinal frente a Suecia y cuáles son las sensaciones en el vestuario durante estas semanas en la que las emociones y los estados de ánimo han sido un torbellino.
- ¿Cómo están viviendo este pase histórico a las semifinales del Mundial?
- Lo estamos viviendo con mucha ilusión por lo que viene, pero sobre todo con una inmensa alegría por lo logrado. Somos las primeras que no nos poníamos techo cuando empezamos el Mundial, pero lo que estamos consiguiendo es algo histórico.Estamos muy contentas de cada paso que damos juntas.
- ¿Se ven levantando el título?
- Ha habido diferentes fases. Ahora que lo tenemos más cerca, lo vemos con más fuerza.Sin esa visualización y sin soñar en grande, se va reduciendo la posibilidad de lograr el objetivo. Creo que todas hemos soñado con conseguir la Copa del Mundo y eso anima a darlo todo en los entrenamientos para llegar en las mejores condiciones posibles.Todo esto es significativo para ir dando pasos para alcanzar ese sueño.
- Terminaron el partido frente a Países Bajos muy emocionadas, ¿qué sintió cuando se encontraron todas en el vestuario?
- Fue un cúmulo de emociones increíble. Al final cada una de nosotras lo siente de una manera: las que tienen más experiencia lo viven mucho por el hecho de que igual puede ser su último Mundial y estamos muy cerca de conseguir algo grande y para toda la vida; las más jóvenes, por lo que están viviendo a pesar de su corta edad, y las que estamos un poco en medio, lo disfrutamos por el hecho de decir: “Buah, lo que estamos siendo capaces de conseguir”.
- En sus declaraciones siempre se ha mostrado muy positiva. De hecho, acertó cuando tras la derrota ante Japón dijo: «Podemos hacer historia». ¿Tenía claro lo que eran capaces de conseguir?
- Creo que, cuando te marcas un objetivo, sabes que a lo largo del camino va a haber distracciones que te pueden desviar. En este caso fue tras la derrota ante Japón. Sabíamos que la versión que dimos no era la que queremos ser, pero también teníamos muy claro qué era lo que necesitábamos y en qué teníamos que poner el foco, qué era lo que podíamos hacer y lo que dependía de cada una de nosotras para seguir dando pasos hacia esa final. Ahora tenemos a Suecia por delante, y vamos con la misma mentalidad competitiva que nos une a todas.
- Es su primer Mundial. ¿Cómo lo está viviendo?
- Con mucha ilusión. Cuando me dices que me escuchas muy positiva es porque así considero que tengo que vivirlo. Son dos meses, entre la preparación y la competición, que te preparan mentalmente para lo que está por venir y, sobre todo, para poner el foco en el cómo, que es lo que depende de nosotras. Hay que pensar en cómo quieres vivir y recordar este Mundial. Tengo claro que lo quiero vivir como un recuerdo bonito, alegre y, a pesar de aquella derrota y de todo lo que se pueda generar fuera. Quiero disfrutar cada momento que pasemos aquí, porque eso es lo que queda en la memoria. En realidad, todo esto ya quedará en el recuerdo.
- ¿La ha acompañado su familia a este Mundial?
- Han venido. Gracias a la Federación, al apoyo que nos dieron, han estado aquí mi madre y mis dos hermanos, que vivieron conmigo el partido inaugural, el más especial para nosotras porque fue el debut, aunque espero que acabe siendo el segundo porque ganemos la Copa del Mundo. Fue muy especial poder debutar y tener la suerte de disfrutarlo los cinco juntos…Digo los cinco porque, aunque mi padre falleció y no está, lo sentimos con nosotros. Ahora voy a tener la suerte de que viene también mi novio, así que puedo decir que está siendo un Mundial redondo. Son las personas que comparten contigo los momentos menos buenos y, cuando llegan estos días maravillosos, es una forma de agradecerles todo ese apoyo que recibimos durante nuestro día a día.
- Ha comentado el momento más duro que ha vivido, que fue el fallecimiento de su padre el pasado mes de noviembre. ¿Cómo ha logrado seguir adelante esta temporada?
- Ha sido un proceso y un trabajo bastante mental para entender que, al final, las circunstancias de la vida se dan como se dan y hay veces que tratar de encontrar respuestas es nadar contra la corriente, porque no las voy a obtener. Creo que ha sido por eso por lo que he desarrollado esta mentalidad y me he hecho fuerte, pienso que tengo que darle la máxima naturalidad posible para que no me afecte de manera negativa sino positiva, que sea mi motivación para cada día seguir creciendo y poder dedicarle esos títulos o esos logros.
- ¿Cómo es Irene Guerrero fuera del terreno de juego?
- Me definiría como una chica muy familiar. Me encanta disfrutar de una tacita de café en buena compañía.Soy una persona a la que le gusta estar en compañía, pero he aprendido también a disfrutar de esos ratitos a solas en casa o haciendo planes por mi cuenta, a no necesitar de nadie ni de nada porque estoy a gusto conmigo misma.
- ¿Cómo ha aprovechado los días libres durante estas semanas?
- Aquí hemos contado con el tiempo libre necesario para no quemarnos ni agobiarnos y he hecho bastantes planes. He hecho turismo con mi familia, con las compañeras hemos ido a salas de ocio, a pasear, a tomar café o a comer fuera. Hemos hecho múltiples planes para desconectar y volver con la mente liberada y plena para regresar a tope a los entrenamientos.
- Está siendo el Mundial de la explosión popular en España. ¿Son conscientes del apoyo que tienen en casa?
- Desde la Federación nos transmiten todos esos mensajes de apoyo que están llegando, pero soy de las que piensa que hasta que no regresemos a España, no vamos a ser conscientes de lo que estamos logrando. Eso hay que vivirlo, no sólo escucharlo.