Dos miserables, grandiosas centésimas separaron a Hugo González del oro en los 100 metros espalda. Bueno, tres. Con dos igualaba la marca de Hunter Armstrong, su compañero de entrenamiento en California. Con tres la hubiera superado. El estadounidense realizó 52.68. El español, que pasó en primer lugar por los 50 metros en 25.53, llegó en 52.70. Ambos mantuvieron desde el principio una cerrada y exclusiva lucha. Ganaría uno u otro. Lejos de ambos, peleaban otros por el bronce, que fue a parar a las manos del griego Apostolou Christou (53.36).
Si Hugo González de Oliveira, pongamos completo su elegante nombre como homenaje a su gesta, fuera más alto, quizás hubiera ganado. No es precisamente bajito. Mide 1,92. Pero Armstrong alcanza los 2,03. En 50 metros, semejante estatura es más importante que en los 100. Pero, en el hectómetro, tampoco es cuestión baladí. Armstrong no ganó sólo por alto. Es un nadador soberbio, bronce en los dos últimos Mundiales (Budapest 22 y Fukuoka 23). Pero en esta ocasión, la envergadura de sus brazos, sus alas, le favorecieron.
No hay que negar que en la prueba faltaban el oro y la plata en Fukuoka, el estadounidense Ryan Murphy y el italiano Thomas Ceccon, plusmarquista mundial, por añadidura. También los rusos Evgeny Rylov y Kliment Kolesnikov, oro y plata en los últimos Juegos Olímpicos. Pero siempre falta alguien en los grandes certámenes. Un Mundial es un Mundial, sean los que sean y estén quienes estén. No hay pegas. Es la primera medalla de Hugo en un Mundial y certifica de ese modo, por si no existieran otras demostraciones, su condición de líder de la natación española.
También es la cuarta medalla española en un Mundial, tras las de Rafa Muñoz, Aschwin Wildeboer (bronce en la misma prueba en 2009) y Martín López Zubero.
Hugo ya tenía de sobre la mínima olímpica. Por la mañana, en las series clasificatorias, la logró, en los 800, Carlos Garach. Sus 7:50.55 no le dieron, sin embargo, para entrar en la final en una prueba de gran nivel en la que 17 hombres se ganaron su viaje a la capital de Francia. Garach fue decimoquinto.