El FC Barcelona se dedujo como gastos los casi ocho millones en sobornos a José María Enríquez Negreira durante al menos una década. La Agencia Tributaria ha enviado un informe al juez Joaquín Aguirre, al que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO, en el que contesta al instructor desde cuándo se desgravó el Barça los pagos millonarios con facturas falsas al ex número dos de los árbitros.
A pesar de que quien fuera vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) cobró del club azulgrana durante prácticamente dos décadas, el instructor pidió que se rastreara la tributación de estos pagos al menos desde 2003 hasta 2015.
Explica Hacienda que no fueron objeto de inspección todos los ejercicios del Barça durante ese periodo por Impuesto de Sociedades e IVA pero asegura que, al menos entre 2005 y 2015, el club se dedujo al céntimo cada año los pagos al entramado societario de Negreira.
Así, le consta que declaró como gastos por supuestas asesorías arbitrales pagos en 2005 a la sociedad Soccercam y entre 2006 y 2015 al resto de entidades que integran la trama con la que Negreira facturaba al club que preside ahora Joan Laporta. Es decir, a las sociedades Dasnil y Nilsad, sobre las que gravitaba el núcleo de las operaciones de Negreira.
Subraya el Fisco que durante el periodo analizado, “el importe y el emisor de las facturas recibidas de Dasnil, Nilsad y Soccercam contabilizadas y registradas en los libros del FC Barcelona coinciden con los importes consignados por el FC Barcelona para cada una de estas sociedades en el modelo 347″, que hace referencia a las operaciones con terceros. “Además, no hay elementos que lleven a pensar que las facturas contabilizadas y registradas en los libros no coincidan con lo declarado por el FC Barcelona en el Impuesto de Sociedades y el IVA”.
En la lista que hace Hacienda de los pagos se observa de nuevo cómo Negreira incrementó exponencialmente su facturación con el paso del tiempo y se disparó en la primera etapa de Laporta al frente de la entidad. Si en 2006 el Barça se desgravó apenas 117.276 euros por pagos a Dasnil y 197.648 euros a Nilsad, el importe abonado a esta última por el Barça en 2015 ascendía ya a 891.150 euros. En el caso de la primera sociedad en 2010 ya ingresaba del club catalán 777.607 euros al año.
La Agencia Tributaria aventura, no obstante, que la cifra desgravada por el Barça por estos conceptos es realmente muy superior a la que han podido certificar. “Llegamos a la conclusión de que podría haber coincidencia en los años que no han podido ser contrastados”, precisa.
También abordan los inspectores el periodo posterior al exigido por el juez Aguirre, el que comprende entre los ejercicios 2015 y 2018, cuando finalizó la relación entre el histórico dirigente arbitral y el Barça. Recuerda Hacienda que fue precisamente en esos años cuando inspeccionó al club por los pagos a Negreira, comprobó que carecían de soporte documental alguno, y procedió a “regularizarlos inadmitiendo su deducibilidad por tratarse de una liberalidad”.
Génesis del caso Negreira
De hecho, esta comprobación tributaria constituye la génesis del caso Negreira, el mayor escándalo de la historia del fútbol español, en el que la Justicia investiga al Barça, a buena parte de sus antiguos directivos y al ex número dos de los colegiados por corrupción deportiva, entre otros delitos. Tanto el instructor como el Ministerio Público sostienen que el FC Barcelona pagó a Negreira para intentar influir en los resultados deportivos.
La Fiscalía Anticorrupción ya destacó en la querella que interpuso contra los ex presidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, que el club se intentó deducir irregularmente 877.299 euros. El Fisco pidió al club “copia de las facturas y de los medios de pago utilizados, descripción de la naturaleza de los servicios prestados y su relación con la actividad de la entidad”. El Barça no acreditó ningún servicio y Hacienda concluyó que las facturas eran falsas.
Por ello, la Inspección formuló una propuesta de regularización de 404.249 euros más 52.324 euros de intereses por el Impuesto de Sociedades y otra de 473.050 euros más 84.991 euros por la demora en relación con el IVA. En total, unos 900.000 euros. Al advertir que la trama iba más allá de lo tributario, el Fisco trasladó el expediente a la Fiscalía en mayo de 2022, que judicializó el escándalo hace un año.