El centrocampista azulgrana Pablo Paez Gavira ‘Gavi’ sufre una rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y una lesión asociada en el menisco externo, según ha informado el FC Barcelona mediante un comunicado.
La lesión podría poner fin a la temporada para él, porque según las previsiones de diferentes expertos, deberá permanecer de baja unos ocho meses. El jugador se someterá a una intervención quirúrgica en los próximos días.
El jugador se retiró en el minuto 26 del partido que la selección española jugó este domingo ante Georgia, un encuentro de la fase de clasificación para la Eurocopa.
El doctor Pedro Luís Ripoll, jefe de servicio de Ripoll y de Prado Sport Clinic, dijo a EFE que el tiempo de recuperación mínimo de Gavi para la lesión de rodilla que padece es de ocho meses y que este puede alargarse si, además del ligamento cruzado, tiene “lesiones meniscales asociadas”.
“Es la octava lesión de este tipo que llevamos en este primer tercio de temporada. Un número muy elevado. Las técnicas quirúrgicas tanto para la resolución del ligamento cruzado como para las posibles lesiones meniscales asociadas , que son las que marcarían el pronóstico, han evolucionado mucho”, señaló a EFE.
“Si la lesión es aislada, estaríamos hablando de ocho meses. Si es acompañada de componentes meniscales y dependiendo de la zona que esté afectada y cuál sea el menisco los plazos pueden alargarse”, amplió.
Un doctor Pedro Luís Ripoll que calificó la lesión como “compleja, especialmente si está implicado el menisco externo”.
Gavi tuvo que abandonar el partido de la selección española ante Georgia a los 23 minutos entre lágrimas. La rodilla en la que había recibido una entrada por detrás de la que parecía recuperado, le falló al intentar controlar un balón y sintió al momento la lesión.
Las primeras exploraciones apuntaron a una “lesión importante en la rodilla derecha” que han de confirmar las pruebas que le realicen este lunes los servicios médicos del FC Barcelona.
Era una de esas noches de Champions. De las de antes. Se olía a historia en el césped e historia había que hacer. Era un momento de épica, de las grandes gestas rojiblancas en Europa. Simeone estaba ansioso, nervioso, con miedo, pero también esperanzado. Para ello eligió guerreros, para una batalla, para derribar el muro de Dortmund. Pero el ejército tenía los pies de barro. Los rojiblancos se hundieron ante la atmósfera alemana. Y el sueño de Champions se esfumó tras el Muro amarillo. Se estrelló, mejor dicho. [Narración y estadísticas (4-2)]
Hubo mérito en lo que aguantó el equipo en los primeros minutos. Pero el Muro se echaba encima de su equipo y este empujaba hacia la portería de Oblak. Solo Morata encontró una grieta pero su cabalgada resultó infructuosa. De esa ocasión se acordaría el delantero y también su equipo. En Champions hay cosas que no se pueden perdonar.
Terzic se fijó en quien hizo daño en la ida a los rojiblancos y sacó a Brandt de inicio para jugar entre líneas y lo cierto es que se notó la presencia del mediapunta alemán. Su tamaño ayudaba al equipo por alto y su calidad permitía filtrar pases a los veloces extremos amarillos.
La línea en tres cuartos
Los primeros 15 minutos fueron sin freno. Malo para el Atlético que partía con ventaja en la eliminatoria, exigua, sí, pero ventaja. Sabían los alemanes que los rojiblancos tenían a sus gacelas en el banquillo o sancionadas y aprovechaban para poner la línea de defensa, en ocasiones, en tres cuartos de campo.
Tardó media hora el Atlético en aplacar los ánimos amarillos y le costó una amarilla y varias ocasiones en contra. Pero mantener la portería a cero en la primera media hora era un tesoro, como bien explicó Witsel, ex jugador del Borussia y hoy en las filas rojiblancas en la previa. No pudo aguantarla mucho más. El empuje era tal que Brandt acabó perforando la portería de Oblak tras una gran jugada individual ante Witsel. Eliminatoria empatada y los duelos, esos a los que tanta importancia da Simeone, caían todos del lado alemán.
El gol hizo crecer aún más a los alemanes y desordenó a los rojiblancos. Volvía el tembleque de los primeros minutos y los amarillos olieron la sangre por el carril derecho rojiblanco. De nuevo una jugada con Molina fuera de sitio encontró a Maatsen en el pico del área pequeña solo y con el balón controlado. Tiro cruzado al palo largo y, ahora sí, tocaba remar a los de fuera.
El Atlético era un equipo muy largo, con los del medio muy separados de la defensa, lo que facilitaba al Borussia salir en largo desde Kobel y aprovechar segundas jugadas. Lo mejor de los primeros 45 minutos para los rojiblancos fue el pitido final de los primeros 45 minutos. Un sonido que permite hacer borrón y cuenta nueva. Lo necesitaba el equipo. También un meneo y se lo dio el Cholo al descanso. Riquelme, Barrios y Correa al campo por Azpilicueta, Molina y Morata. El argentino salió extramotivado con dos ocasiones en apenas tres minutos. Una de ellas terminó en el córner que empataba la eliminatoria. Fue un gol en propia tras un remate de Hermoso, pero vale igual.
A partir de ahí, el partido fue un toma y daca con ocasiones para cada conjunto. Brandt y Correa, de nuevo, amenazaron pero no acertaron. El partido estaba en un alambre, pero al Atlético esta temporada el funambulismo se le da mejor en su estadio. Menos al menudo delantero argentino, cuya intermitencia a veces exaspera y otras alegra. No se le puede negar nunca la inteligencia callejera al 10 del Atlético, el aparecer en espacios reducidos y en sacar punterazos donde otros necesitan armar la pierna. Eso, más o menos, es lo que pasó. De un barullo en el área en el que los defensas alemanes fueron incapaces de dar un pelotazo, la recogió el ángel rojiblanco para empatar el partido.
Alegría efímera
Poco duraría la alegría a los españoles porque Füllkrug, con un precioso cabezazo de estos académicos girando el cuello, puso un centro de Brandt en la escuadra de Oblak. Y dos minutos después, Sabitzer con un disparo desde fuera del área remontó, de nuevo, la eliminatoria para los de casa.
En los últimos minutos fue Oblak el que mantuvo vivo al Atlético con dos paradas monumentales. Una tras un mano a mano con Füllkrug y otra a un disparo de fuera del área de Sabitzer. Pero el esloveno fue el único que quiso o quizás el único que pudo. El resto se estrelló contra el Muro amarillo.
Olympiacos - Real Madrid
LUCAS SÁEZ-BRAVO
Enviado especial
@LucasSaezBravo
Kaunas
Actualizado Domingo,
21
mayo
2023
-
08:47El técnico de Olympiacos, que ya ganó la Euroliga...