El comienzo del Tour parecía un enredo permanente para Remco Evenepoel, despistado y enfadado con el mundo, dejándose un tiempo absurdo mucho antes de que llegara la alta montaña. En la contrarreloj de Caen (33 kilómetros), terreno propicio, se desquitó con una enorme victoria, aunque no le dio para alcanzar el maillot amarillo. Ese volvió a Tadej Pogacar, a apenas 16 segundos del belga, un minuto y cinco segundos mejor que Jonas Vingegaard, el gran derrotado del día. [Narración y clasificaciones]
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La crono de Caen era una prueba de fuego, más que para sacar conclusiones de cara a la general final, para poner al día otra de las intrahistorias de esta batalla legendaria que mantienen Pogacar y Vingegaard. Evidentemente, con Evenopoel como tercero en discordia y máximo favorito, pues sólo una vez en su carrera (en la última etapa del pasado Tour, con final en Niza) había perdido con alguno de los dos en la lucha contra el reloj.
En la batalla personal entre el esloveno y el danés no podía haber más igualdad, seis enfrentamientos, tres victorias para cada uno. En la retina quedó aquella de Combloux en 2023, cuando Vingegaard firmó una exhibición como no se recuerda para encaminar un triunfo final que iba a sellar al día siguiente en La Loze. Esa afrenta, 1:38 de diferencia, la grabó a fuego en su amor propio Pogacar, que se tomó revancha en las dos de 2024, que preparó a conciencia, mejorando su aerodinámica en invierno en el velódromo Luis Puig de Valencia.
Pogacar, camino de Caen.AFP
El último combate se había producido en junio, en el Criterium Dauphiné. Ahí, derrotados por Evenepoel, Vingegaard volvió a imponerse, sacando 28 segundos en los 17 kilómetros entre Charmes sur Rhone y Saint Péray. Una ventaja preocupante que Pogi relativizó: “He quedado lejos de Jonas pero no es algo que me estrese nada. Estoy seguro de que cuando llegue el Tour de Francia no voy a perder tanto tiempo”. Y en Caen, día soleado y falto de viento, un recorrido completamente plano para volar y exprimir la aerodinámica, el esloveno cumplió su profecía.
No ganó, porque el mejor del mundo en eso es Remco. Pero Pogacar, segundo en la etapa, se quedó a sólo 16 segundos del campeón olímpico y mundial, que voló a 54 kilómetros hora. Ambos dieron un golpe tremendo a Vingegaard, hundido desde la salida, dejándose 1:21 con Evenepoel y 1:05 con Pogacar, para un total de 1:13 ya de desventaja en tan sólo cinco etapas del Tour.
Una crono con varios nombres propios más. En el lado positivo, Iván Romeo y Pablo Castrillo, séptimo y décimo de la etapa. En el sorprendente, Vauquelin, quinto a 35 segundos de Evenepoel. Y en el decepcionante, ninguno como Enric Mas quien se dejó medio Tour, el 37º a 2:57. Cayó del sexto puesto al 13º de la general.