EuroBasket
58-64 en Ljubliana
Linskens y Meesseman, las dos pívots del conjunto belga, acabaron con los sueños de triunfo de una selección española que dominó casi todo el encuentro
Bélgica hizo buenos los pronósticos. A pesar de que históricamente sólo sumaba dos bronces en el Eurobasket femenino y de que España rozó durante muchos minutos la opción de colgarse el oro, alcanzando incluso una máxima ventaja de 10 puntos (48-38), se impuso a la selección que dirige Miguel Martínez Méndez gracias a las grandes actuaciones firmadas por sus interiores Emma Meesseman (24 puntos, 21 de valoración) y Kyara Linskens (18 puntos, 43 de valoración). Las españolas, con un ataque más coral en el que brillaron sobre todo Queralt Casas (14 puntos) Raquel Carrera (12 puntos) y Paula Ginzo (10 puntos), acabaron por caer frente a una rival que ha pasado casi como una apisonadora por encima de la mayoría de sus rivales en el torneo. La plata, pese al poso de amargura que deja, tiene también muchísimo mérito.
España llegaba a la final tras arrancar la fase de grupos con una derrota ante Letonia (67-63) que le sirvió para ponerse las pilas. Tras ese tropiezo, se impuso a Montenegro (78-57) y Grecia (76-60), derrotó a Alemania en cuartos de final con una grandísima defensa (67-42) y en las semifinales, con una grandísima Alba Torrens, derrotó por 69-60 a una Hungría. Torrens, de hecho, se ha colocado ya como la máxima anotadora histórica de la selección en los europeos, tras superar los 675 conseguidos por Amaya Valdemoro con los que ha anotado en este Eurobasket.
España dominó casi todo el partido
El partido ante una Bélgica que se plantaba en el duelo por el oro con una trayectoria impecable, en la que completó una primera fase en la que superó a Israel (108-59), República Checa (41-84) e Italia (72-54), en cuartos aplastó a Serbia (93-53) y en las semifinales se impuso a Francia (67-63), a la postre vencedora del bronce. No obstante, la selección que dirige Miguel Martínez Méndez se encomendó de nuevo a su enorme balance defensivo para, casi pasito a pasito, marcharse al descanso siete puntos por encima en el marcador (32-25). En el primer cuarto, Emma Meesseman, cómo no, fue el principal argumento ofensivo de las belgas, pero la labor en tareas destructivas de Laura Gil, imprescindible, y Queralt Casas fue fundamental para aprovechar la aportación ofensiva de Alba Torrens y Raquel Carrera para acabar los primeros diez minutos con triunfo parcial por 17-13.
El trabajo defensivo de las españolas dio si cabe un paso más adelante en un segundo cuarto que acabó, de nuevo, con triunfo para España. En este caso, por 15-12 y con Queralt Casas brillando en labores ofensivas, si bien un postrero triple de Maite Cazorla fue también del todo decisivo para plantarse en el descanso con una distancia suficiente, aunque tal vez no del todo cómoda. El conjunto de Miguel Martínez Méndez, con un parcial de 7-2, logró atesorar una máxima ventaja de nueve puntos (24-15) en los instantes iniciales, pero acabó viendo cómo las belgas se acercaban peligrosamente gracias a dos buenos triples de Julie Vanloo.
España, tras el descanso, en un tercer cuarto tremendamente competido, llegó a marcharse por una ventaja de 10 puntos (48-38) con un ataque en el que brilló especialmente la aportación de Leonor Rodríguez. E, incluso, podría haber llegado al último y definitivo periodo con esos guarismos de no haber pecado de un exceso de precipitación en uno de los últimos ataques que le permitió a Julie Allemand firmar un último parcial de 0-5 con el que envió el partido al último cuarto con las cosas tremendamente apretadas (48-43) y una cierta dosis de moral para unas belgas que, al fin, lograron su primer triunfo parcial en el partido (16-18). Emma Meesseman y Kyara Linskens, quien sería determinante para las belgas en el último periodo, por su parte, firmaron también muy buenas aportaciones para su equipo.
Bélgica logra la remontada
En el cuarto definitivo Bélgica se las arregló para ahogar el ataque de España y ponerse por primera vez por delante en el marcador. Linskens y Meesseman, las dos pívots del conjunto belga, acabaron de un plumazo con los sueños de triunfo de una selección española que nadó mucho para acabar muriendo en la orilla. Tirando de oficio, su rival llegó a tener una máxima ventaja de seis puntos en el marcador que acabaría siendo del todo insuperable para España y que culminaría con el 58-64 final.
