Al parecer, uno de los baúles donde va el material de la selección no salió de Barajas junto al resto de la expedición, que llegó el miércoles por la noche.
Justo al terminar la comparecencia de Rodrigo Hernández, Pablo García Cuervo, jefe de prensa de la selección, dijo a los periodistas españoles que quería comentarles una cosa. Rodeado de todos, explicó que, por un error, la selección está aquí en Tiflis sin las botas de los jugadores y los guantes de los porteros.
Al parecer, uno de los baúles donde va el material de la selección no salió del Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas junto al resto de la expedición, que llegó el miércoles por la noche. El resumen es que el entrenamiento del día previo al partido contra Georgia ha tenido que ser una sesión de activación sobre unas esterillas, y en zapatillas.
Está previsto que el famoso baúl llegue durante la próxima madrugada a Tiflis y la selección pueda entrenar, ligeramente, este viernes por la mañana, el mismo día del partido. Se trata de una anécdota que en otras circunstancias no tendría más importancia, pero que culmina unos días realmente difíciles de explicar en la Federación.
Mientras los jugadores hacían esos ejercicios a las órdenes del preparador físico en una imagen insólita, se pudo ver al actual presidente de la Federación, Pedro Rocha, por el estadio. Acompañado, eso sí, de un séquito muy inferior al que solía llevar Rubiales.
Nacho hizo una cosa que no hace nadie. "Lo primero, buenos días y muchas gracias por la paciencia que habéis tenido conmigo", le dijo a los periodistas, pues el central de la selección española ha sido uno de los más solicitados estos días y no ha sido hasta este jueves, tras 20 días de concentración, cuando los aficionados han podido escuchar su voz. "Es la decisión más difícil que he tomado en mi vida", fue lo tercero que dijo, pues era obvio que la selección era algo secundario. Nacho, seis Copas de Europa, 23 años en el Real Madrid, se va del club blanco y quería explicarlo.
"Te mentiría si te dijera que no he tenido dudas en estos meses, pero es una decisión muy meditada", anunció. Contó que ya en la temporada 22/23 tuvo dudas sobre si seguir o no en el Real Madrid, pero que no fue hasta este curso cuando tomó la decisión. "Yo le transmito al club mi deseo de salir hace unos meses, y luego, como ha sido todo tan bonito, cuando haces una temporada donde sólo pierdes dos partidos, pues mira, ni soñando me hubiera salido un final tan bonito".
Ha explicado que estos días ha estado inquieto, que le hubiera gustado llegar a la Eurocopa con su futuro resuelto, algo que no pudo ser y que le llevó a firmar su contrato el mismo día del partido contra Italia, algo, como mínimo, cuestionable. "Los jugadores estamos expuestos a estas situaciones, y no me ha afectado en nada, ni a mi ni al grupo. Quiero agradecer a Luis [De la Fuente] el trato que ha tenido conmigo", dijo, al tiempo que hizo otra cosa que no suelen hacer los futbolistas, que es elogiarse a sí mismo.
¿Qué nota te pones en estos años en el Real Madrid? "Me pongo un 10, sinceramente. Sé en el club donde estoy. Lo de 'Nacho siempre cumple' estaba bien al principio, pero luego he demostrado ante los mejores delanteros del mundo lo que valgo. Me considero uno de los mejores, y no es por echarme flores"
Cambio total
Nacho, el otro día, le dijo a su mujer: 'Mira, el cariño que he sentido estos días es el mayor título que he ganado', y dijo que no hay un por qué, un motivo concreto, nada tangible para decir adiós al Madrid. "Podría haber aguantado un año más, pero no. No hay un por qué, pero es lo que yo siento", dijo. No escatimó elogios para el Real Madrid y para Florentino Pérez, que le mantuvieron las puertas abiertas hasta el final por si decidía echarse atrás. "Muy agradecido al presidente del Real Madrid, que para mí es como un padre".
"Cuando Toni [Kroos] se estaba despidiendo, yo ya sabía que me iba, pero el fútbol y la vida no me dejaron en ese momento tener mi futuro resuelto. Me hubiera encantado despedirme como Kroos, pero no necesito una despedida así para saber lo que me quiere el club y la gente", ha explicado, insistiendo en que necesita algo diferente, una experiencia nueva. "Se me va a poner la vida patas arriba, pero es lo que necesito", dijo quien va a firmar por el Al-Qadsiah, el equipo de Arabia Saudí que entrena Míchel.
Entre la prensa que sigue los pasos de la selección desde hace tiempo, hay un chascarrillo cuando, en el reparto de entrevistas, a alguien le toca Unai Simón (Vitoria, 27 años). «¿Cómo vendrá hoy?», se escucha, y alude la pregunta a si aparecerá el Unai sonriente, simpático, o si lo hará el Unai serio, distante. Siempre educado, eso sí, siempre amable, eso también, pero hay una distancia enorme entre el primer Unai, sonriente y simpático, y el segundo Unai, serio y distante, aunque Unai es Unai. Es el portero que, cuatro años después, logró hacer olvidar a Casillas.
Para saber más
Porque, desde 2016, cuando Del Bosque sentó a Iker para poner a De Gea en plena Eurocopa de Francia, el baile en la portería había sido intenso. Entre el propio De Gea y Kepa se generó un debate motivado porque ninguno de los dos fue capaz de atrapar el puesto con Lopetegui primero y Luis Enrique después. El asturiano fue quien, un noviembre de 2020, puso a Unai Simón para ya no quitarlo. «Hasta que no coincidí con él, yo no entendía el papel del portero en la salida del balón. Él me enseñó a buscar al hombre libre, y en buena medida, lo que soy capaz de hacer hoy es gracias a él», explicó ayer, cuestionado por su error frente a Croacia, al fallar un pase ante Majer.
Lo explicó, con su 1,90 sentado y con una camiseta de la selección de 1996 -«la que me han dado», dijo-, con la misma naturalidad con la que contó que viene arrastrando una lesión en la muñeca y que se operará tras la Eurocopa. A la segunda pregunta sobre ello, zanjó: «No me supone ningún problema y no quiero hablar más de esto». El dueño de la portería desde ese noviembre de 2020, en un Amsterdam Arena vacío por la pandemia, ha jugado todos los partidos oficiales menos uno contra Chipre, y los dos del debut de De la Fuente porque estaba lesionado.
Despedido Luis Enrique, en esa primera convocatoria del actual seleccionador, marzo de 2023, jugó Kepa. Pero en junio, para la Nations League, y ya recuperado de su dolencia en el tendón de Aquiles, De la Fuente le llamó. En la zona de la Ciudad del Fútbol donde se instalan las carpas para las entrevistas de prensa, el técnico y su preparador de porteros, Miguel Ángel España, estuvieron media hora sentados con Unai. Le explicaron lo que querían de él y, desde esa charla, todo quedó claro.
Atrás quedaban los recelos del guardameta del Athletic, cuya última experiencia con el entrenador no había sido muy agradable. Hablamos del Europeo sub'21 de 2019. En el primer partido, España va ganando 0-1 a Italia con gol de Ceballos. Sin embargo, Chiesa empata aprovechando un error grosero de Unai, que deja libre su portería ante la posibilidad de un centro. El resto del campeonato lo jugó Antonio Sivera, hoy portero del Alavés.
«Es muy serio, y muy educado. Pero ha cambiado, porque antes era muy vacilón, muy bromista, y ahora es más prudente. Eso sí, se lleva super bien con los otros porteros», dicen fuentes de la concentración. «Lo más importante es saber que todos remamos en la misma dirección. Los títulos van a llegar gracias a los tres. Alex y David no tuvieron la oportunidad de jugar el primer partido, pero quizá jueguen contra Italia. Lo importante es que debemos apretarle las tuercas al compañero manteniendo el buen rollo, porque eso siempre va a estar, el buen rollo», explicaba ayer antes de reflexionar sobre las declaraciones de Kylian Mbappé, que el domingo pidió el voto de los jóvenes contra la ultraderecha de Le Pen en Francia.
MBAPPÉ
«Él es una persona muy importante, que tiene mucha repercusión. Yo soy jugador de fútbol, y comparezco ante vosotros en calidad de profesional del fútbol, con lo cual creo que de lo único que debería hablar es de deporte, dejándole el tema político a otras personas», afirmó alguien que, más allá de las videoconsolas, es de los fijos en la sala de recreo que tienen en el hotel, jugando casi siempre a las cartas, casi siempre al póker. Sin redes sociales (ni Instagram, ni Twitter, ni Facebook, ni nada parecido) empezó en su día Fisitoerapia, pero lo dejó y luego, durante la pandemia, empezó Administración y Dirección de Empresas (ADE). Dice que no sabe si está en su máximo nivel, «porque no sé dónde está eso».
Una reflexión final: «Esto ha cambiado. Antes de la Eurocopa del 21, jugamos un amistoso y hubo gente que nos pitaba, leíamos en prensa cosas que no tenían ningún sentido, y ahora, el buen hacer de aquella Eurocopa, el título de la Nations League, ha conseguido que este grupo ilusione».
Fue una noche larguísima, saliendo del estadio poco antes de las dos de la madrugada, con toda la parafernalia que requieren estas noches. Un altavoz como el Empire State, algunas latas de cerveza (Coca-cola para Lamine, que es menor de edad), y gritos, muchos gritos. Después, en el hotel, mucha alegría y algo de desenfreno hasta altas horas de la madrugada, como dice el tópico. Era el final de una aventura que ha dado la vuelta a la imagen de la
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