Ellas son las amas: España derrota a Suecia con un penalti en el añadido

Ellas son las amas: España derrota a Suecia con un penalti en el añadido

Fútbol femenino

Actualizado

España exhibe su calidad tras una caótica semana con una victoria en su estreno en la Liga de Naciones (2-3)

Las jugadores de la selección celebran su victoria, este viernes.Juan Carlos CárdenasEFE

Un partido de fútbol, mucho más que eso pero sólo eso. España, las jugadoras que tuvieron que dejar de serlo para ser bandera de algo mucho más importante, son las amas de este juego, del resultado y del discurso. Lideradas por Alexia Putellas fueron capaces, contra viento y marea, de volver a demostrar que en el césped son las mejores del mundo. Desarmaron a Suecia arrinconándola, sobreponiéndose a sus golpes y llevándola al límite para ganarle el partido más difícil de sus vidas en el añadido y de penalti. [Narración y estadísticas]

Durante unos minutos en el Gamla Ullevi de Göteborg, no importaba nada más que 22 futbolistas enviado un mensaje al mundo: #SeAcabó. Un grito que las campeonas del mundo entonan desde hace un mes, que ha empoderado a mujeres, ha sido aplaudido por hombres y ha provocado profundas reflexiones que van más allá de lo ocurre en los 90 minutos que rueda la pelota. Por eso al inicio no importó que las gradas repletas estuvieran teñidas de amarillo, que hubiera en juego un título, los Juegos de París y hasta la Eurocopa de Suiza. Ni siquiera que España sólo hubiera sido capaz de ganar a Suecia en 13 años el día en que, antes de que todo implosionara, las dejaron fuera de la final del Mundial. La estrella la lucía en el pecho la selección a la que privaron su derecho a la euforia. Ahora lo reivindican.

La primera decisión de Montse Tomé en su estreno ya fue un guiño: devolver la capitanía a la soberanía del vestuario. Aunque la UEFA anunció que Alexia Putellas luciría el brazalete que le fue arrebatado, lo hizo Irene Paredes, un liderazgo natural que ejercerá junto a la propia Alexia, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey, concienciadas en dejar un legado que allane el camino de generaciones.

España frena el ritmo

En Göteborg, por primera vez en mucho tiempo, volvieron a sentirse solo deportistas. A España no le pesó la esperpéntica semana y arrancó el partido con personalidad, iniciativa y queriendo intimidar a la selección número 1 del ranking mundial, un hueso duro. Esta Nations League no deja margen de error: hay que ser primeras de grupo para ir a París. Impusieron un ritmo alto que hasta Putellas llamó a rebajar para no pagarlo caro después de apenas haber entrenado. Necesitaba un poco de pausa para encontrase con Bonmatí, sujetar la pelota e impedir que las suecas corrieran. Se la daban las recuperaciones de una incombustible Mariona, probando a Musovic con los golpeos de Ona Batlle y la propia Bonmatí. Pero entonces, las locales se activaron y cada error las plantaba en el área de Cata Coll. A Angeldal se le escapó el primer remate, pero a balón parado, arma infalible de las suecas, llegó el gol. Eriksson se dejó la defensa para elevarse y rematar sola un córner. España pagaba el desajuste de un cambio de cuerpo técnico y una semana de más cónclaves que césped. El golpe lo pudo hacer más doloroso Asllani.

No se hundió España. No tenía por qué. Las suecas habían encontrado la forma de adelantarse, pero Peter Gerhardsson no estaba tranquilo en su banquillo. El fútbol de las españolas fluía de manera brillante, amasando pelota, con Alexia marcando el tempo, esquivando con clase el ímpetu de las suecas, con el desahogo de Bonmatí y la fuerza de Mariona para imantar rivales. De su escapada nació el empate. Se asomó al área para encontrar a Athenea, que le pegó para sorprender a Musovic a la que se le escapó la pelota. El sentido abrazo con Alexia en la celebración fue otro mensaje que dejó el partido. El resultado volvía a igualarse. El juego, no. Ahí las españolas eran las dominadoras.

Nada cambió tras el descanso. Athenea caracoleó en el área pero cruzó su disparo en exceso. Probó Lucía, con la mano dolorida de un pisotón, y hasta Aitana. Musovic tuvo que emplearse a fondo salvando otro tiro de Athenea y el rechazo de Mariona. Lo que no pudo parar fue el zurdazo a la escuadra de Eva Navarro, recién entrada al campo. Se partido se inclinaba para España, aunque en una contra lo volvió a equilibrar Hurtig. En el último minuto, a Eva Navarro se le escapó la vaselina que rozó el larguero y en el añadido, Ilestedt cazó a Amaiur en el área. Penalti y expulsión. Mariona, desde el punto de penalti, no desperdició un gol para la historia. Otro más.

kpd