Villarreal 2 – Real Sociedad 0
El conjunto amarillo se impone con goles de Parejo, de penalti, y Jackson en el tramo final y se queda a cuatro puntos de la cuarta plaza
El Villarreal se apunta a la pelea por la Champions. El triunfo ante la Real Sociedad confirma la dinámica positiva con que el equipo de Setién llega a la recta final del campeonato y le deja a cuatro puntos de una cuarta plaza que parece más a su alcance que nunca. Los castellonenses supieron anular durante buena parte del partido al equipo de Imanol, que da la sensación que la temporada se le empieza a hacer larga, y lograron decantarlo de su lado en el tramo final, justo después de que los donostiarras hicieran más méritos para romper el empate.
Villarreal y Real Sociedad no se dieron tregua. A los cuatro minutos ya había tenido Morales la primera ocasión, en un tiro que se marchó muy cerca del poste tras un buen pase de Baena a la espalda de la defensa donostiarra. Un minuto después respondía Kubo, asistido de primeras por Silva, con un disparo despejado por Reina. El plan de ambos equipos era el mismo, presionar arriba la salida del balón para recuperarlo lo antes posible, pero le salía mejor al de Setién, que tras un cuarto de hora de equilibrio se hizo con el control y empezó a acumular llegadas.
Parejo dirigía a un Villarreal que ha encontrado en Terrats a un gran socio para el de Coslada en la medular. El futbolista cedido por el Girona es ya titular indiscutible y actúa como tal, asumiendo protagonismo y mostrando personalidad. Forma, además, una buena sociedad con Álex Baena, con quien ya compartió minutos la pasada temporada en el conjunto catalán. De la conexión de ambos nació la mejor acción castellonense en el primer tiempo, culminada con un tiro de Yeremy que se estrelló en el poste tras recibir el canario un delicioso pase de tacón de Baena.
El canario volvió a acariciar el gol en una acción invalidada por fuera de juego tras un generoso pase de Chukwueze, quien también puso en serios problemas a la defensa txuri urdin con su desborde y sus regates. Puede dar fe Aihen Muñoz, a quien dejó sentado antes de enfilar hacia la portería y probar a Remiro, que atajó bien el tiro raso del nigeriano entre un bosque de piernas.
Solo la falta de puntería impidió al equipo de Setién irse al descanso por delante. Morales tuvo otra ocasión inmejorable tras un gran pase de Terrats pero tras un gran control con la derecha, su golpeo con la zurda -la mala- se le fue arriba con toda la portería para él.
La Real estaba perdiendo la batalla de la posesión y tampoco conseguía hacer daño con su presión a un Villarreal muy cómodo y seguro a la hora de sacar el balón. Más allá de algún contragolpe, los de Imanol apenas se acercaban al área castellonense, todo lo contrario que el conjunto amarillo. Pero algo ajustó Imanol en el descanso que hizo cambiar totalmente el escenario en el arranque del segundo tiempo. Los donostiarras empezaron a llegar al área con mucha más facilidad y tuvieron ocasiones de sobra para haberse puesto por delante.
La primera para Zubimendi, cuyo remate de cabeza se perdió muy cerca del poste. Solo un par de minutos después fue el larguero quien negó el gol a Take Kubo, mucho más activo en la reanudación y que poco después le puso un gran balón a Merino que el centrocampista remató fuera con todo a su favor. Llegó el gol de la Real, pero en fuera de juego, al rematar Zubeldia un centro de Gorosabel con hasta cuatro jugadores donostiarras en posición ilegal.
Cuando más parecía haber sometido el equipo de Imanol a su rival, que apenas había inquietado en una llegada de Yeremy, llegó la acción decisiva. Chukwueze recibió en la frontal y se lanzó hacia la portería en un eslalon interrumpido por Zubimendi ya dentro del área. Parejo transformó el penalti con su tranquilidad habitual. Sin mucho tiempo para reaccionar, los riesgos que asumió la Real en su búsqueda del empate los aprovechó el Villarreal para rematar el partido.
Lo hizo Jackson, uno de los futbolistas que debe cargar con parte de la responsabilidad de suplir al lesionado Gerard Moreno. El senegalés, cuya salida en el mercado de invierno rumbo a la Premier se truncó por una lesión, realizó una gran maniobra en la frontal del área para perfilarse y alojar el balón en la red con un sutil golpeo. El ímpetu con que celebró su cuarto gol del curso -tercero en LaLiga- le costó una amarilla que le saldría cara cuando poco después vio la segunda por una fuerte entrada a un rival.
