Mundial de atletismo
Después de sus victorias en los 20 kilómetros, Álvaro Martín y María Pérez afrontan los 35 kilómetros de este jueves con diferentes sensaciones
Álvaro Martín desprende la alegría de quien está viviendo el verano de su vida. A las 10.00 horas de la mañana, en los cinco kilómetros de tartán que rodean la Isla Margarita de Budapest, en medio del Danubio, sale a trotar con su compañero de entrenamientos de siempre, Miguel Ángel López, y los dos bromean, y ríen, y bromean, y ríen. Después del oro de Martín en los 20 kilómetros marcha, ambos buscarán otro éxito este jueves (07.00 horas, Teledeporte y Eurosport) en los 35 kilómetros.
«Son distancias que no son tan distintas. No he hecho muchos entrenamientos específicos para los 35, pero creo que con la base de los 20 puede buscar un buen resultado», comenta Martín y su entrenador, José Antonio Carrillo, advierte al periodista: «Y no te olvides de López, que también está muy fuerte». Miguel Ángel López, es cierto, también muestra confianza: es el actual campeón de Europa de la distancia larga. Hace una eternidad, en 2015, ganó el oro de los 20 kilómetros en el Mundial y ahora, después de un largo camino para reencontrarse a sí mismo, disfruta en el fondo. Tiene 35 años, pero no lo parece. Puede ser su fiesta, la de Martín o incluso la de Marc Tur -cuarto en los 50 kilómetros de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020-, pero alguna celebración habrá, se intuye sólo con verlos.
Cerca de ellos ocurre todo lo contrario. Carrillo, el técnico más veterano de la marcha española, charla con María Pérez, también campeona en los 20 kilómetros marcha, y su cara nada tiene que ver con la de sus compatriotas. Seria, muy seria, no entrena, pasea. Al final de la prueba del pasado domingo sintió un tirón en los isquiotibiales de la pierna izquierda y, en un principio, pensó que había sufrido una microrotura. Las ecografías lo descartaron, diagnosticaron una contractura, pero igualmente la participación de Pérez en los 35 kilómetros es una incógnita.
Lo más probable es que intente estar en la salida, luego ya se verá. Junto a la debutante Cristina Montesinos,Raquel González parece llamada a liderar a España en categoría femenina después de su plata en el último Europeo. «Espero dar un mordisco a mi resultado en el último Mundial [fue quinta]. Allí olí la medalla, aposté, fui valiente, no me conformé y no salió», recuerda la marchadora, con los apuntes tomados de los 20 kilómetros. En Budapest, el dominio asiático no es el que fue antaño y referentes como el italiano Massimo Stano, el sueco Perseus Kalstrom, la peruana Kimberly García o la polaca Katarzyna Zdziebo no están en la misma forma que el año pasado. Con dos oros ya en su medallero, la marcha española puede seguir celebrando y celebrando en el verano de sus vidas.