El sprint final para la película de Chus Mateo

El sprint final para la película de Chus Mateo

Actualizado

Chus Mateo, con el trofeo de la Euroliga.Enric FontcubertaEFE

10 de 30 en tiros de dos puntos. Ese fue el dato de la semifinal del Barcelona. El equipo azulgrana no sólo metió más canastas de tres puntos (14), sino que tuvo mejor porcentaje desde la distancia lejana.

Nunca se sabe como pueden salir estos partidos a vida o muerte en una competición que es el decatlón del baloncesto. El equipo que gana la Euroliga ha tenido que ser un buen fondista durante la liga regular; un excelente mediofondista para llevarse el cruce de playoff con el ácido láctico por las nubes y, finalmente, el mejor velocista en estos partidos sin red de seguridad que se proponen en la Final a cuatro.

Para saber más

Para saber más

En esta ocasión nos parecía que el Barça podía llegar con la ‘punta de velocidad’ ideal (menos cansancio y menos lesiones) para declararlo favorito. Sin embargo, el atasco del último cuarto fue de los que llaman la atención. Todo el partido de Mirotic tuvo el aroma de un tipo que no ha descansado bien los días previos. Laprovittola iba y venía, tomando decisiones poco evidentes en muchos momentos. El Barça jugó una semifinal de Euroliga de forma pulcra, aseada, como el que acude a un lugar de trabajo sin estar demasiado convencido por el jefe, sin motivo alguno por el cual recibir un golpe de más. Como diría el doctor Iglesias Puga (o tal vez fue su hijo): “raro, raro, raro…”

No se pueden obviar las razones enemigas, de las que ya hemos hablado estas pasadas fechas con admiración. Enfrentarse a Tavares es subir a un ocho mil sin oxígeno. Curiosamente Hezonja se ha quitado lastre con las bajas de Deck y Yabusele, y jugó el último cuarto por los tres (en ataque y en defensa), y encima Chus Mateo ha recuperado a Sergio Rodríguez para su causa, como en las pelis de Hollywood. El Alto, el Bueno y el Listo. La combinación ideal para un partido así.

¿Y este domingo, qué, otra vez el Madrid campeón de Europa?

Los jugadores de Olympiakos sí están dispuestos a morir por el jefe Bartzokas. Dieron la vuelta a una semifinal que tenían muy cuesta arriba en el descanso, y lo hicieron a base de orgullo, motivación y compromiso individual, ingredientes básicos para este tipo de retos. Al igual que el Madrid, tienen un Alto (Fall), un Bueno (Vezenkov) y un Listo (Sloukas), dispuestos a encarar la batalla que les pongan por delante. El Madrid debe sentirse favorito, pero en el último sprint de la temporada europea, a Chus Mateo le espera un rival con el cuchillo entre los dientes. El enemigo perfecto a las puertas para completar su fábula del banquillo. Un mes de trabajo que puede dar sentido a toda una vida en las pistas. El final feliz de las pelis esas.

kpd