El Six Kings Slam, el ostentoso torneo en el que Nadal y Alcaraz juegan por la bolsa más grande de la historia

El Six Kings Slam, el ostentoso torneo en el que Nadal y Alcaraz juegan por la bolsa más grande de la historia

El tenis convertido en un producto de lujo. A partir de este miércoles en Riad se celebra un evento que rompe todos los parámetros económicos conocidos. Un torneo de exhibición en el que el ganador, el domingo, se embolsará el doble de dinero que en el Grand Slam mejor pagado, el US Open.

Seis millones de euros es la cifra por la que pelearán Rafa Nadal, Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Daniil Medvedev y Holger Rune, casi un millón y medio para cada uno sólo por participar en Arabia Saudí, según han precisado los organizadores. Las críticas por lo apretado del calendario se aparcan por unos días.

Para saber más

La lluvia de millones en Riad se encuadra en las actividades principales de la Riyadh Season, las fiestas de la ciudad. Aunque la fecha prevista no era octubre. Todo estaba listo para febrero, a la vuelta de los jugadores del Open de Australia, pero la lesión muscular de Nadal en Brisbane hizo cambiar todos los planes.

No en vano, el balear acapara todos los focos y no sólo por su condición de embajador deportivo del país árabe, tras el acuerdo anunciado en enero por la Federación Saudí de Tenis (STF). Él, que no compite desde los Juegos de París hace más de dos meses, está directamente clasificado para semifinales. Hoy se disputan los cuartos de final, Sinner-Medvedev y Rune-Alcaraz (desde las 18:30 horas, por Dazn). El jueves, a la misma hora, el ganador del primer partido se medirá con Djokovic y el del segundo, con Nadal. El viernes habrá jornada de descanso, por la norma de la ATP que impide que sus jugadores jueguen exhibiciones tres días seguidos. Y el domingo (17:30 h.), se jugarán el duelo por el tercer y cuarto y después la final. Será, salvo sorpresa, la penúltima cita tenística de la carrera de Nadal, que en Málaga el próximo mes de noviembre pondrá el punto y final con la disputa de la Copa Davis.

Al Sheikh

El show saudí acapara todos los lujos que se pueden imaginar y no sólo por la cifra sin precedentes que reparte entre sus participantes, la bolsa en premios más grande de la historia del tenis. Por ejemplo, se celebrará en un enorme pabellón con capacidad para 8.000 espectadores (The Venue) construido para la ocasión. El torneo de exhibición, que no reparte puntos para la clasificación mundial y que coincide con otros de la ATP como Almaty, Amberes y Estocolmo, lo organiza el millonario Turki Al Sheikh, propietario del Almería, asesor de la Corte Real del Reino de Arabia Saudí y presidente de la Autoridad General de Entretenimiento.

Tanto el fichaje de Nadal como este ostentoso torneo (ya el pasado mes de diciembre, Alcaraz y Djokovic disputaron una exhibición en Riad) se encuadran en la estrategia de Arabia Saudí de convertir el deporte en una herramienta geopolítica. El tenis es el último ariete, pero antes fueron el fútbol, el golf o la Fórmula 1. En el mundo de la raqueta, el gobierno saudí, a través de su Fondo de Inversión Pública (PIF), ya ha invertido en el patrocinio oficial del ranking ATP y organiza las Next Gen ATP Finals -la Copa de Maestros para los jugadores menores de 20 años-, al menos hasta 2027. Además, está buscando espacio en el calendario de torneos de nivel Masters 1000.

El próximo mes, será la sede de las WTA Finals (2 al 9 de noviembre). Una elección criticada por muchas tenistas, entre ellas las legendarias Martina Navratilova y Chris Evert. Ambas firmaron un artículo en The Washington Post titulado ‘No ayudamos a construir el tenis femenino para que fuera explotado por Arabia Saudí’. «No sólo es este un país donde las mujeres no son vistas como iguales, es un país donde el panorama actual incluye una ley de tutela masculina que esencialmente convierte a las mujeres en propiedad de los hombres. Un país que criminaliza a la comunidad LGBTQ hasta el punto de la posible muerte. Un país cuyo historial en materia de derechos humanos y libertades básicas ha preocupado a la comunidad internacional durante décadas», criticaron.

kpd