Anadolu Efes 80 Real Madrid 103
Los blancos, que siguen sin conocer la derrota esta temporada (8-0), arrasan al Anadolu Efes con 22 puntos del francés y 10 asistencias de Campazzo
No había acabado el tercer acto y la noche en Estambul era ya un correcalles: el Real Madrid había despedazado al Anadolu Efes, un rival lejísimos de la cima de competitividad en la que habitaba hace nada. Son ocho victorias de carrerilla en un rotundo comienzo de temporada para los de Chus Mateo, pese a que el verano ‘sólo’ le haya reforzado con Campazzo. Se fue a los 103 puntos en ese Sinan Erdem tan feroz habitualmente, una exhibición de poderío con varios nombres propios por las nubes, de Yabusele a Causeur. [80-103: Narración y estadísticas]
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La resaca de la “fiesta de Doncic“, que así llamó Mateo a la victoria contra los Mavericks del martes, era un arma de doble filo. El subidón de irse a los casi 130 puntos, de derrotar a un rival NBA, pero también el cansacio de un esfuerzo que quizá ni el propio técnico esperaba que fuera tan extremo teniendo en cuenta la locura del calendario. Pero es lo que tiene manejar un grupo de ganadores incansables. Y en esos vaivenes avanzó el Real Madrid en el Sinan Erdem, ante un Efes en busca de reconocerse a sí mismo en esta etapa post Ataman (y, sobre todo, post Vasilje Micic).
El amanecer fue pura efervescencia, como si todavía estuviera en plena remontada ante Dallas. En menos de siete minutos, los blancos, que recuperaban a Deck (Tavares ya estuvo el martes) habían asestado 26 puntos a un perplejo Efes. En ese trayecto fugaz, impulsado desde el acierto y el rebote ofensivo, Yabusele encadenó 14 puntos consecutivos.
Pero la ventaja, que llegó a ser de 17 puntos (9-26), igual que llegó se esfumó. La segunda unidad del Madrid bajó el pistón y Beaubois y Darius Thompson inyectaron un parcial de 15-0 hasta la orilla del empate a 31. Porque, regresado Campazzo (acabó con 10 asistencias) y con Hezonja ahora sí despierto, volvió el ímpetu y la ventaja visitante, dominador de todo lo que sucedía en la pista, como si jugara con dos velocidades más. El nivel físico lo evidenciaba Poirier, que firmó un brutal tapón a Yilmaz.
El Efes se había levantado una vez de la lona, pero a la segunda acabaría arrojando la toalla, noqueado. En la segunda parte el Madrid siguió volando con la corriente a favor en un Sinan Erdem cada vez más tenso. Mucho trabajo tiene por delante Erdem Can, el que fuera segundo de Zeljko Obradovic en Fenerbahçe y que acude desde el Ankara. Su equipo era incapaz de contener la velocidad blanca, un equipo al que no se le puede dejar jugar a la carrera. Y, pese a alguna pequeña siesta del Madrid, el asunto se había finiquitado bien pronto, con ventajas que llegaron a los 23 puntos.