El Real Madrid repitió título este domingo en la Euroliga júnior tras un emocionante partido en el que derrotó en la prórroga, forzada con un triple de Hugo González, al Pole France París (85-84). Los blancos defendían título en el ANGT (Adidas Next Generation Tournament) y sumaron su quinta corona (2015, 2019, 2021, 2023 y 2024), dos más que el CSKA en el palmarés.
Fue el madrileño Hugo González el héroe de la mañana en Berlín. El máximo anotador blanco, en un partido tremendamente físico, fue Egor Demin (26 puntos), quien además sumó 11 rebotes, seis asistencias, tres robos y dos. Hugo, que ya ha debutado a las órdenes de Chus Mateo, aportó 23 puntos, tres rebotes y seis asistencias. Otros destacados fueron Mitar Bosnjakovic -18 puntos, 16 de ellos en la segunda mitad- y la defensa de Asier Miguel sobre la estrella gala, el combo Nolan Traore, que el sábado le había hecho 45 puntos al Barça, récord de la historia.
En el equipo francés, conocidos siempre como INSEP, Jonas Boulefaa anotó 23 puntos y Traore se quedó en 18 puntos. El Madrid perdía al descanso (39-44) y al final del tercer acto (56-60). Siempre a remolque, se llegó a la agonía final, donde Hugo anotó un triple clave. En el tiempo extra fue otro pívot que ya conoce el primer equipo, Ismaila Diagne, quien anotó dos tiros libres a falta de 11 segundos. Falló Traoré y los de Javi Juárez alzaron el trofeo horas antes de la final entre los blancos y el Panathinaikos.
De repente, cuando la depresión y las dudas parecían tan profundas que no se antojaba solución, el Real Madrid, el mejor de la temporada, ha resurgido para empezar a creer. En sí mismo lo primero, la clave del despertar de un colectivo para el que el verano supuso una merma pero que no podía ser tan mediocre como parecía. Ante La Laguna Tenerife, que no es un cualquiera ni mucho menos, enhebró su novena victoria en los últimos 10 partidos, el cuatro de cuatro en una semana que no olvidará. [96-86: Narración y estadísticas]
Quizá la semilla de lo que luego será, en ese horizonte que ya se perfila con la Copa (y donde, salvó sorpresa, será cabeza de serie). Ante el Tenerife de Txus Vidorreta, con el que llegaba igualado en la tabla, no fue un triunfo de nombres propios. No hay mayor alegría para un técnico: Chus Mateo goza de lo que echaba de menos, más tipos para la causa. "Todos tienen que mantenerse vivos", desafía. Como Hugo González, el canterano que ya derriba el muro. O Rathan-Mayes, casi perfecto en sus pinceladas (seis puntos, siete asistencias). O Ibaka (15 puntos) y un Andrés Feliz que sólo emborronó su tarde con una agresión poco castigada por los árbitros a Ilimane Diop.
De nuevo al Madrid le costó un arranque en plenitud, con la pereza obligada de una semana inasumible. El lunes en Vitoria, el miércoles en Granada, el viernes en Kaunas... Pero el equipo ha ido adquiriendo unos mecanismos positivos, apoyados en la defensa, en la confianza recobrada que otorgan las victorias, en la suma de los jugadores que parecían en depresión. Pese al martilleo constante del Tenerife desde el perímetro, con siete triples de 11 intentos (especialmente acertado el tirador Kramer) para empezar, los blancos no se tambaleaban.
Se vieron nueve abajo (20-29), pero resurgieron con poderío. Y fue con Andrés Feliz a los mandos, al fin algo de luz en su túnel particular. Hezonja agarró la responsabilidad y firmó acciones estupendas, como una contra rematada en alley oop tras tapón previo de Ibaka. Era la primera ventaja del Madrid en el partido y al descanso se fue mandando con lo de siempre: un triple de Llull sobre la bocina (45-42).
Campazzo ejecuta una entrada, ante el Tenerife.ACB Photo
El Madrid ya había despertado. Y a la vuelta de vestuarios no dudó ni un segundo. Como si con la llegada del año nuevo hubieran revivido sus alegrías. Y también su disciplina. Y eso que aún no llegaron los fichajes, tan pregonados. Regresó con un 17-2 de parcial y se fue despegando de un Tenerife apagado, incapaz de encontrar su siempre rentable pick and roll. Ni rastro de Fran Guerra, muy poco de Shermadini. Campazzo, bien pronto cargado de faltas, corría y corría ahora. La diversión.
Resultó tan contundente el juego del Madrid, que el tercer acto supuso ya la sentencia. 64 puntos entre el segundo y el tercero, con todos aportando. Hasta Ibaka, otro de los señalados, que coronó con (otro) triple sobre la bocina para poner una máxima insalvable (79-58).
Vidorreta, en el laberinto, dio entrada a Diop en la pintura y Marcelinho Huertas, en su eternidad, espabiló al Tenerife con un parcial de 2-13. Con el partidazo de Kramer, se llegó a arrimar a ocho (84-76). Pero era demasiado tarde.
Los Boston Celtics tienen que salvar el match-ball contra los Knicks, el partido más importante de la temporada. Y tendrá que hacerlo sin su super estrella Jayson Tatum. La principal figura de los de verdes tiene una rotura en el tendón de Aquiles de la pierna derecha- Se confirma así la peor de las noticias tras el percance que sufrió el ala-pívot, que ha sido operado este martes, durante el cuarto partido de la semifinal del Este ante los New York Knicks.
Esta grave lesión no sólo complica muchísimo la serie de los Celtics ante los Knicks (3-1 para los neoyorquinos), sino que pone en jaque la próxima temporada y el proyecto deportivo en general de los de verde ahora que afrontan un cambio de propiedad.
"Jayson Tatum se sometió hoy a una cirugía exitosa para reparar un desgarro del tendón de Aquiles derecho", explicaron los Celtics en un comunicado en la red social X. "Actualmente no hay un calendario disponible para su regreso, pero se espera que tenga una recuperación completa", añadió la franquicia más laureada de la historia de la NBA.
Tatum estaba firmando el lunes un partido maravilloso en el Madison Square Garden con 42 puntos (16 de 28 en tiros con 7 de 16 en triples), 8 rebotes, 4 asistencias y 4 robos, pero se lesionó en la pierna derecha cuando faltaban algo más de tres minutos para el final.
Abandonó la cancha con ayuda y sin poder apoyar esa pierna. Posteriormente necesitó una silla de ruedas por los pasillos del Garden.
"Es duro ver a un tipo como Tatum salir de la pista siendo llevado", reconoció el lunes Joe Mazzulla, técnico los Celtics.
Campeón de la NBA con Boston la pasada temporada, Tatum, de 27 años, fue elegido en seis ocasiones para el All-Star y en las últimas tres temporadas fue incluido en el mejor quinteto de la liga.
Durante esta temporada regular promedió 26,8 puntos, 8,7 rebotes y 6 asistencias por encuentro.
Boston llegó a ganar este lunes por 14 puntos en el tercer cuarto en Nueva York, pero ahora necesitará una proeza sin Tatum para remontar un 3-1. No es imposible, pero sí toda una hazaña, ya que sólo se ha conseguido en 13 de las 293 ocasiones en que se ha dado esta situación en la NBA.
El quinto encuentro se jugará este miércoles en Boston, mientras que el sexto, de ser necesario, se disputaría el viernes en Nueva York.