El abogado y empresario Javier González Calvo, antiguo presidente del Córdoba C.F. y que ha declarado su intención de presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha anunciado esta mañana en Madrid la presentación de un recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) en el que solicita, como medida cautelar, la suspensión de la convocatoria electoral para la presidencia de la RFEF del próximo 6 de mayo.
“40 de los 138 asambleístas, además del señor Vilda, que debería ser sustituido, han perdido su condición“, ha esgrimido el precandidato como principal argumento para presentar esta solicitud. Además, ha explicado que, según el reglamento, estos cargos deberían haber sido renovados mediante la convocatoria de elecciones parciales, un hecho que no se ha producido desde el año 2020: “Es ilegal. Los órganos han incumplido su obligación”, ha afirmado en relación a la convocatoria.
Respecto al proceso, González Calvo también ha declarado que está “viciado” y que hay que cambiarlo desde la base: “¿Alguien tenía dudas que el señor Rocha no iba a conseguir los avales?”, ha apuntado. Aun así, considera que el sistema, que es internacional, “no es lo que falla. Son las personas que lo dirigen”.
El precandidato se presentará formalmente cuando haya unas elecciones legales para las que, asegura, cuenta con el apoyo de “una gran cantidad de personas del mundo del fútbol”. “Debemos convencer a las bases de que el sistema se puede cambiar. Así es como entrenadores, árbitros y jugadores pueden hacerse cargo de la Federación”, ha afirmado.
También ha invitado a personas de todo el mundo del fútbol, incluido otros candidatos que quieran un cambio, a sumarse a su candidatura: “Sabemos que no todos los presidentes participan de la rueda clientelar”.
Finalmente, ha señalado que si el TAD no declara ilegal este proceso electoral será “difícil de entender” ya que considera que debería pronunciarse de la misma forma que en el año 2018, resolución en la que sí exigió la renovación de los cargos.
Turín es ciudad de fútbol. El Inalpi Arena, sede de las ATP Finals, comparte calle con el Estadio Olímpico, la casa del Torino, y en cada partido se pone la alfombra roja a los futbolistas de la Juventus. Este jueves, varios presenciaron cómo Carlos Alcaraz se adueñaba del número uno del ranking ATP hasta final de año, aunque ninguno de ellos saludó al tenista. Lo hizo en su lugar Alessandro Del Piero, héroe de los héroes. Como en tantos lugares de España, el balón enloquece a los locales y esa pasión la han trasladado estos días al tenis. Ante Lorenzo Musetti, Alcaraz se llevó más de un abucheo, algo rarísimo en su carrera. Si llega a la final del domingo y se enfrenta a Jannik Sinner, el ruido se multiplicará.
"Teniendo a jugadores como Lorenzo y Jannik, van a ir de su lado, es normal. Intento estar concentrado, que no me afecte y, de momento, lo he conseguido. Tengo que evadirme para acabar bien el torneo", comentaba el español a pregunta de EL MUNDO, siempre conciliador. De hecho, se despidió de la afición con un nada irónico "¡Grazie!".
ALESSANDRO DI MARCOEFE
En realidad, nada podía empañar el entusiasmo del mejor tenista del año por ser precisamente eso: el mejor tenista del año. "Está siendo una temporada magnífica. La consistencia siempre ha sido mi punto débil, es algo en lo que he trabajado mucho y este año he demostrado que puedo tenerla", aseguraba quien se notaba liberado de un peso. Lo admitió hace meses y lo volvió a repetir este jueves. Durante la sanción de Sinner, la misión de recuperar el liderato de la lista mundial se le hizo bola y necesitó trabajo psicológico para llegar hasta donde ha llegado.
"Mi comienzo de año no fue el mejor, pero después he encadenado muy buenos meses. Ahora siento que puedo competir aunque no me encuentre bien y eso es una gran mejora. Juego a buen nivel e intento encontrar soluciones pase lo que pase", se felicitaba Alcaraz, dueño de cada vez más récords.
Sus datos en este 2025 parecen indiscutibles; si acaso, como reconocía, para mejorar el curso que viene le queda empezar con otro pie. Lleva 70 victorias por solo ocho derrotas en la temporada, pero es que, si se cuenta solo a partir de abril, su balance es de 55 triunfos en 59 partidos. En todo el año: dos Grand Slam, tres Masters 1000 y tres ATP 500 para cerrar su dominio. Este viernes, a las 14.00 horas, justo antes del intrascendente encuentro entre Sinner y Ben Shelton, Alcaraz levantará el trofeo que le acredita como ATP year-end number 1, un copón que ya pudo tocar en 2022.
Una celebración tímida
Este jueves, después de su encuentro ante Musetti, se concedió un rato extra de charla con su familia y amigos como celebración, pero poco más. Desde que salió de la pista, se centró en su rutina de recuperación, con su bicicleta estática y su masaje, y tras atender a la prensa abandonó el Inalpi Arena, ya a la una de la madrugada, rumbo a su hotel, el céntrico Principi di Piemonte. "No he podido celebrarlo mucho, pero ya habrá tiempo. Tengo que hacer todo lo que esté en mi mano para poder estar fresco en los partidos que quedan", subrayaba quien contará con una desventaja si alcanza la hipotética final.
MARCO BERTORELLOAFP
La organización ha programado su semifinal del sábado a las 20.30 horas, por lo que se plantará en la lucha por las ATP Finals con menos horas de sueño de las deseadas. La semifinal entre Sinner y Alex de Miñaur, en cambio, será a las 14.00 horas y el vencedor podrá esperar rival desde la misma cama de su hotel. "Es una desventaja, obviamente. Cuanto menos tiempo de recuperación, peor. No es lo mismo irte a la cama a las 11 de la noche que a las dos o las tres de la madrugada. Pero es lo que es y debo adaptarme", asumió Alcaraz, que también entró en el debate vivo en Italia sobre la Copa Davis.
Tanto Sinner como Musetti han renunciado a jugar la semana próxima y eso ha hecho que en el país, vigente campeón y organizador de las Finales a 8, se avive un interrogante que hace tiempo existe en el tenis: ¿qué hacer con la Davis? Pese a su reestructuración, la competición sigue sin atraer a los mejores jugadores y quizá la solución pase por no jugar cada año. A Alcaraz le preguntaron, pero reconoció que él tampoco tiene el remedio: "Para mí es un torneo muy importante porque no juegas para ti, juegas para tu país, y eso es algo totalmente distinto, es un privilegio. Pero estoy de acuerdo en que algo hay que hacer, quizá jugar cada dos o cada tres años para que los jugadores se comprometan más".
A sus 26 años, Shai Gilgeous-Alexander ha logrado llegar a la cima de la NBA en cuanto a galardones individuales. El base canadiense de los Oklahoma City Thunder, se ha alzado con el premio MVP al Jugador Más Valioso de la temporada regular a base de constancia, efectividad y actuaciones monstruosas cada noche en la mejor liga de baloncesto del mundo, informa Efe.
Gilgeous-Alexander, de 26 años, quedó por delante del serbio Nikola Jokic (Denver Nuggets, 3 veces MVP) y del griego Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks, 2 veces MVP). El base de los Thunder recibió 913 votos, por 787 Jokic y 470 Antetokounmpo.
También conocido como 'Shai' o 'SGA', Gilgeous-Alexander fue el máximo anotador de la liga con 2.484 puntos, superando a Anthony Edwards (Minnesota Timberwolves), que hizo 2.177 y a Jokic, con 2.071.
El base canadiense promedió 32,7 puntos por partido con un 51,9 % de acierto en tiros de campo, además de 5 rebotes, 6,4 asistencias, 1,7 robos y un tapón.
Con estos números, Gilgeous-Alexander lideró a sus Thunder a una temporada memorable con un 68 victorias y 14 derrotas, la mejor en la historia de la franquicia, desde sus tiempos como Seattle Supersonics. Los Thunder terminaron líderes destacados del Oeste con el mejor balance de la NBA.
Le valieron también para superar a Jokic, que firmó posiblemente su mejor temporada en la NBA con 29,6 puntos, 12,7 rebotes, 10,2 asistencias y 1,8 rebos por partido.
El serbio había sido el MVP de la temporada pasada, con Gilgeous-Alexander terminando en segunda posición.
"El año pasado, más gente pensaba que no debía haber ganado que la que sí lo creía. Este año quise cambiar esa narrativa y darle la vuelta, y creo que hice un buen trabajo", afirmó 'Shai' en una entrevista con TNT, rodeado de todos sus compañeros enfundados en camisetas con su rostro estampado.
De acuerdo con ESPN, 'Shai' es solo el segundo jugador después de Michael Jordan (1987-88 y 1990-91) en terminar una temporada por encima de los 30 puntos con un acierto del 50 %, 5 rebotes, 5 asistencias, 1,5 robos y 1 tapón de promedio por partido.
Es la tercera vez que un jugador de los Thunder gana el MVP de la NBA. Antes lo habían hecho Kevin Durant en la temporada 2013-14 y Russell Westbrook en la 2016-17.
Aunque el premio al MVP solo tiene en cuanta los méritos durante la temporada regular, Gilgeous-Alexander sigue liderando a sus Thunder en la postemporada, disputando ahora la final de la Conferencia Oeste ante los Minnesota Timberwolves.
Los Thunder se adelantaron anoche 1-0 en la serie tras derrotar a los Timberwolves por 114-88. Gilgeous-Alexander anotó 31 puntos, repartió 9 asistencias, atrapó 5 rebotes y robó 3 balones en el partido.
Oklahoma City llegó a la final tras barrer a los Memphis Grizzlies 4-0, mientras que en las semifinales de conferencia superaron 4-3 a los Nuggets de Jokic.