4-3 en Montilivi
Un golazo de Iván Martín desencadena la cuarta derrota consecutiva a domicilio del Atlético, a 10 puntos ya del líder (4-3).
Iván Martín le lanzó un inesperado jarro de agua fría al Atlético, pero, sobre todo, a Álvaro Morata. De nada le sirvió al ex madridista sumar un hat trick sobre el césped de Montilivi que compensaba los tantos de Valery, Sávio y Daley Blind. En el ocaso, cuando parecía que el empate iba a cerrar un duelo trepidante, se inventó todo un zapatazo que se coló por la escuadra de la portería de Oblak y ,a su vez, confirmó la condición de equipo revelación de los de Míchel. Puede que, vistos los méritos de unos y otros, las tablas hubieran sido más justas, por mucho que su regusto hubiera sido agridulce para ambos. El dulce sabor de la victoria, no exenta de una dosis de épica, se queda en el paladar gerundense. [Narración y estadísticas (4-3)]
Los primeros 45 minutos fueron un vibrante intercambio de golpes. El Girona lanzó el primer directo, con un madrugador 1-0 fraguado por Valery desde la cornisa del área que, a su vez, provocó que durante algunos minutos los de Simeone se desdibujaran sobre el césped. Hasta que Morata, tan al límite del primer cuarto de hora como del fuera de juego, hizo su primera gran aparición.
El VAR, finalmente, validó un 1-1 que pareció serenar un poco a los suyos. Los locales, no obstante, lejos de acusar el golpe, elevaron la apuesta y mantuvieron firme su acoso al área de un Oblak que salvó en primera instancia los muebles a disparo de Iván Martín, pero que nada pudo hacer para evitar que Sávio marcara el 2-1 cuando iba a caer la media hora.
Pendientes de la línea
El Atlético, a pesar de la adversidad, aguantó el tipo. Incluso, tuvo una inmejorable opción para devolver la igualdad al marcador, en un remate de Antoine Griezmann que, tras tocar en el brazo de Eric García, salvó como pudo Paulo Gazzaniga. De nada les servirían a los visitantes sus protestas: el VAR no vio acción punible alguna. Y aún empeorarían más las cosas a los visitantes cuando, tras un saque de esquina, Blind puso más tierra de por medio con el 3-1, con una acción que requirió también del tiralíneas.
Morata, con todo, en el ocaso del primer tiempo, se encargaría de marcar el 3-2 tras asistencia de Rodrigo de Paul y un destello de talento. Incluso marcó un momentáneo 3-3 finalmente invalidado por un VAR al que se le multiplicaba la faena y marró casi en boca de gol una opción clamorosa.
Reacción visitante
Espoleado, tal vez, por su buen final de la primera parte, el Atlético saltó tras el descanso dispuesto a rondar una y otra vez el área. Sus primeras llegadas, con todo, culminarían con sendos remates de Morata, cómo no, y Griezmann que acabarían por morir en los guantes de un Gazzaniga que no se vio especialmente exigido. Por lo menos inicialmente y hasta que el ex madridista volvió a hacer de las suyas. Tras una nueva gran asistencia de De Paul, acabaría por sumar un hat trick que redondeaba su brillante noche en Montilivi.
Artem Dovbyk, cumplida ya la hora, intentaría por su parte recuperar algo del protagonismo perdido por los locales con un remate bien desbaratado por un Oblak que respondería bien también a un remate escorado de Yan Couto. En el ida y vuelta, el Atlético contaba con legítimas opciones para inclinar la balanza de su lado. Simeone tomó sus riesgos dando paso a Ángel Correa y Memphis Depay y Morata rozó el 3-4 en una acción a balón parado botada por Griezmann.
No obstante fue Iván Martín, cuando el duelo moría, quien prolongó el sueño del Girona con un sorprendente disparo a la escuadra. La cuarta derrota consecutiva a domicilio para los colchoneros, alejados ya a 10 puntos de la cabeza.