Cuando acabó el Barcelona-Olimpia Milán el viernes, en el programa posterior en Movistar+, el vigente seleccionador nacional Sergio Scariolo definió a Nikola Mirotic: “Se puede ser un gran competidor si tener ese punto de HdP”. Tales letras mayúsculas no se referían a los apellidos de este columnista, si no como bien barruntan, aludía a la condición de ferocidad extrema que parece que tiene que ir irrevocablemente asociada a los grandes deportist
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