El día del desastre de Fabio Quartararo: Pecco Bagnaia puede ser campeón ya

El día del desastre de Fabio Quartararo: Pecco Bagnaia puede ser campeón ya

Actualizado

El vigente campeón se cae en Australia y cede el Mundial al italiano, que acaba tercero. Victoria de Rins y vuelta al podio de Márquez

Quartararo, en su garaje.JOEL CARRETTEFE

Puede ser en Malasia, el próximo domingo. Si Pecco Bagnaia gana y Fabio Quartararo acaba cuarto o peor, Ducati celebrará el segundo Mundial de MotoGP de su historia. Puede ser en Malasia, el próximo domingo. Allí se puede completar el mayor desastre de la historia del motociclismo, lo nunca perdido, el piloto que dejó escapar casi 100 puntos de ventaja.

Si es así, el final de temporada de Quartararo será materia de estudio para la psicología por los siglos: qué no hay que hacer, nunca, bajo ningún concepto. Un campeón maduro se suponía con el título del año pasado, un campeón tembloroso resultó ser. Después del error de su equipo en Tailandia, donde acabó decimoséptimo porque no hincharon suficiente sus neumáticos, este domingo en Australia ni tan siquiera acabó la carrera. Y esta vez no pudo marcharse cabreado a su caravana, sin hablar con sus mecánicos, perjudicado por los propios. Esta vez tuvo que aceptar sus fallos. En la cuarta vuelta, se equivocó, casi se va al suelo, y en la rectificación acabó fuera de los puntos y en la undécima vuelta, en plena remontada, se cayó sin oposición, sin nadie delante, sin más motivo que su ánimo.

Desde mediados de junio, cuando ya era campeón, con 92 puntos de ventaja sobre Bagnaia, casi todo han sido errores, de todo tipo. Lastrado por la velocidad de la Yamaha, la moto más lenta de la parrilla, la racha de victorias del italiano -cuatro seguidas- le afectó en lo hondo y desapareció de los primeros puestos hasta la catástrofe de las últimas citas. Quedan dos pruebas (Malasia y Valencia) y la redención aún es matemáticamente posible, pero fallan las ganas.

La victoria de Rins

Sea donde sea, Bagnaia tiene un Mundial ya a medio escribir en su palmarés, a pesar de los pesares. Porque el líder de Ducati sólo fue un piloto dominador durante su racha triunfal, ni antes ni después. A principios de temporada acumuló fallos -su primer podio fue en la sexta carrera- y en las carreras más recientes se le ha visto conservador, tímido, incluso miedoso. Este domingo en Australia, la victoria era suya, dos vueltas antes del final rodaba en cabeza, pero le atacaron Álex Rins y Marc Márquez y se conformó con un tercer puesto. En la clasificación general, gloria; en la memoria de los aficionados, poca cosa.

JOEL CARRETTEFE

Toda la emoción del desenlace, posiblemente el mejor de la temporada, estuvo en la lucha entre los dos españoles, Rins y Márquez, Márquez y Rins, y en la posibilidad del regreso de la victoria del seis veces campeón de MotoGP. Lo intentó, lo intentó Márquez por todos los medios, y no pudo. Su Honda era más lenta que la Suzuki en recta y en las curvas las raras trazadas de Rins cerraban todas las puertas. Al final, en realidad, felicidad para los dos. Fue la primera victoria del año para Rins, muy afectado por el adiós de Suzuki, y el primer podio en casi un año de Márquez, que está de vuelta, vaya si lo está.

Puede ser en Malasia, el próximo domingo. Pecco Bagnaia puede ser campeón, pero 2023 será distinto: Márquez empieza a ser Márquez

kpd