El corazón de Gattuso para la emergencia mundial de Italia: “Para nosotros y para el país esto es fundamental”

El corazón de Gattuso para la emergencia mundial de Italia: "Para nosotros y para el país esto es fundamental"

El desafío es alarmante. Italia, cuatro veces campeona del mundo, con otras dos finales perdidas, un tercer puesto y un cuarto, lleva sin pisar una Copa del Mundo once años, que serán doce si el próximo mes de junio no es una de las clasificadas para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Quizás por eso, el desafío es una obligación para Gennaro Gattuso, antes pantera y corazón del centro del campo azzurro que tocó el cielo en 2006 y ahora líder de emergencia de una selección a la deriva.

Italia falló en 2018 y en 2022, lastrado su fútbol por una generación tan talentosa como irregular, capaz de ganar la Eurocopa de 2021 en suelo inglés o de jugar la Final Four de la Liga de Naciones en 2021 y 2023, pero también de perder en el playoff camino del Mundial de Qatar 2022 ante la débil Macedonia del Norte. En la última Eurocopa, cumplió pasando de grupo tras compartir fase con España, Croacia y Albania, pero fracasó de nuevo en octavos al chocar contra Suiza, una de las revelaciones de torneo.

El paso por Alemania pareció consolidar el proyecto de Luciano Spalletti, pero la desastrosa derrota contra Noruega (3-0) en el parón de junio hizo sonar todas las alarmas en la Federación transalpina. Los nórdicos, principal rival en un grupo de clasificación que también componen Israel, Estonia y Moldavia, dieron con ese triunfo un paso de gigante hacia el liderato y hacia el pase directo al torneo. La respuesta italiana fue contundente: despidieron a Spalletti y contrataron a Gattuso, que hasta ese momento entrenaba en el Hadjuk Split croata. El mensaje fue claro: corazón, esfuerzo y empuje.

“Crear una familia”

Noruega es líder del grupo con 15 puntos en cinco encuentro e Italia es segunda con nueve y un partido menos. Ganar en Estonia este sábado y ante Israel el martes se observa clave para llegar a las dos últimas jornadas con opciones de terminar líder de grupo, a la espera de lo que haga en sus partidos el cuadro liderado por Erling Haaland y Martin Odegaard. En el horizonte, el 3-0 de antes de verano que pone a Italia ante el precipicio del temido playoff, al que accederá si es segundo.

En el banquillo, Gattuso, quinto seleccionador de los últimos ocho años y el primero de los campeones de 2006 en dar el salto a la banda nacional. Sonó Fabio Cannavaro, ahora entrenador de Uzbekistán, pero la Federación confió en Gattuso impulsada también por Gianluigi Buffon, portero y leyenda del equipo de 2006 y ahora jefe de la delegación de la selección.

Di Marco, durante un entrenamiento de Italia en Coverciano.FIGC

Recuperar el espíritu que convirtió a Italia en una de las grandes bestias negras del planeta parece evidente: «Para nosotros y para el país devolver a Italia al Mundial es fundamental. Tenemos talento y tenemos que demostrarlo. Reencontrarnos con el entusiasmo, crear una familia y no tener miedo de la camiseta que llevamos puesta, que pesa, pero es lo que hay que hacer. La técnica y la táctica pasan a un segundo plano ahora», fue su reflexión durante su presentación.

En el parón de septiembre, Italia anotó diez goles en dos partidos para vencer a Israel (4-5) y a Estonia (5-0). Un fútbol más alegre de lo que era Gattuso como futbolista: «Un jugador como yo no jugaría en mi equipo. Lo tengo claro. Tengo que dejar mi ego de lado y hacer lo que sea mejor para el equipo», admitió el técnico, que aterrizó en el combinado nacional con un sueldo muy inferior al de sus teóricos competidores. Según la prensa italiana, cobra 800.000 euros, con un plus de un millón si consigue meter al país en el Mundial. Al otro lado del charco, Ancelotti, el gran deseado por la afición, recibe nueve millones de Brasil.

kpd