Pese a perder parte de su ventaja, jugó para ganar en los últimos hoyos y se llevó el título en Tailandia
La oscuridad cayó repentina sobre el Stonehill Golf Club de Pathum en Tailandia. La lluvia golpeaba con fuerza los paraguas de los jugadores. Y en medio de la tempestad, Eugenio López Chacarra pegó su segundo golpe en el hoyo 15, el hierro salió descontrolado, pasando del green de este par 4. Un momento peligroso.
Para entonces la ventaja inicial de cinco golpes del español se había reducido a dos y el norteamericano Patrick Reed, todo un ganador del Masters de Augusta, le presionaba. En el momento de máxima tensión para López Chacarra, un rayo sacudió el campo sede de la sexta prueba del LIV y la bocina marcó la suspensión obligatoria del juego, una paralización que tendría que haber llegado unos 15 minutos antes. El guion era perfecto para un thirller de suspense, aunque Chacarra no estaba dispuesto a darle más emoción a la película más importante de su carrera golfística.
Hora y media después, en la reanudación, apareció Chacarra tranquilo junto a Adolfo Juan Luna, su caddie recién estrenado. En solo su quinto torneo como profesional y con una serenidad pasmosa hizo un contacto perfecto con su approach aterrizando la bola en el lugar perfecto para que rodara unos metros y se quedara al lado del hoyo. López Chacarra cerraba su puño; un par en el momento crucial que le acercaba a su primera victoria. El hoyo 15 fue una de las claves del día, como también el birdie en el hoyo 14, un par cuatro donde la potencia del español le hubiera llevado al green desde el tee de salida, como minutos antes había hecho Patrick Reed logrando un birdie intimidante.
Sin embargo, López Chacarra volvió a dar muestras de una cabeza privilegiada (además de su golf) y siguió la estrategia al dedillo. Con un hierro desde el tee, el segundo golpe con uno de los wedges dejaba la bola a unos tres metros del hoyo y el putt de birdie desaparecía en el hoyo tras el suspense de una corbata. Era la primera vez en el día que el español celebraba efusivo un putt. También fue importante comenzar con birdie en el hoyo 1 y templar nervios. Tras dos explosivas rondas de 65 y 63 golpes en los dos primeros días, tocaba esconder la espectacularidad y simplemente cerrar la primera victoria.
Lo momentos más tensos llegaron con los bogeis en los hoyos 4 y 5, pero el juego del español nunca se descompuso. Reaccionó con birdie en el 6 y pares hasta el birdie del hoyo 11 par cinco. El bogey Reed en el 16 tras tirar la bola al agua, ayudó a serenar los nervios en el tramo final. Chacarra hizo algo tan sencillo, pero tan complicado: jugar a ganar. En la salida del 16, un par tres con agua, se protegió por la derecha de green, y jugó corto el hoyo 17, un par cinco, sin arriesgar. De tercer golpe colocó otro magnifico approach que le daría el birdie para afrontar su último hoyo con tres golpes de ventaja. Firmaría un último par para celebrar esta primera gran victoria arropado por su equipo, García y Ancer bañaban en champagne al emocionado nuevo ganador.
Un premio enorme
“No hay palabras, he trabajado muy duro, gracias a mi equipo, mis amigos, mi familia, mi caddie…” acertaba a decir Chacarra que reconocía haber sentido los nervios de la situación. Nadie lo diría, ni sus 22 años, ni la inexperiencia, ni un enorme plantel de jugadores, ni siquiera la tormenta pudo con Eugenio López Chacarra que se convierte en el primer español en ganar en el LIV Golf.
Chacarra se embolsará con este triunfo cuatro millones de dólares por la victoria individual a los que sumará 750.000 por el triunfo de los Fourballs en la clasificación por equipos junto a Sergio García, Abraham Ancer y Carlos Ortiz. Su cheque más importante hasta la fecha fueron los 170.000 dólares que ganó en Chicago. La llegada de la liga saudí con su lluvia de millones ridiculiza casi cualquier comparación con otros eventos. De hecho si Jon Rahm ganara este lunes el Open de España se llevaría un cheque más bajo incluso (300.000 euros) de lo que podría cobrar hasta el caddie de Chacarra esta semana.
