El Barça vuelve al Camp Nou: 909 días de exilio entre retrasos y polémicas

El Barça vuelve al Camp Nou: 909 días de exilio entre retrasos y polémicas

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Desde el 28 de mayo de 2023, cuando el Barça se impuso (3-0) al Mallorca, han pasado 909 días, casi 130 semanas, casi 30 meses, casi exactamente dos años y medio (2,49 años). El Barça pondrá fin hoy, ante el Athletic, a su exilio. Frente al conjunto que entrena Ernesto Valverde, los azulgrana, tras una espera que ha acabado por eternizarse mucho más de lo previsto en el tiempo, jugarán su primer partido oficial en un Spotify Camp Nou que ya cuenta con la licencia correspondiente a la fase 1B de las obras, pero en el que los trabajos para culminar un proyecto de tintes casi faraónicos estarán aún en marcha por lo menos durante todo el 2026. A estas alturas del año que viene, en principio, ya debería estar terminada la tercera gradería, la que permitirá que el recinto cuente con un aforo total de 105.000 espectadores. No obstante, estará aún pendiente de terminar la cubierta del estadio, cuya colocación podría no estar terminada hasta 2027.

Este paréntesis de dos años y medio, en el que el Barça se ha visto obligado a jugar partidos oficiales tanto en Montjuïc como en el Johan Cruyff, ha estado marcado por un buen número de polémicas y retrasos. En cuanto a este último factor, el retorno, en principio, estaba previsto para hace casi un año, coincidiendo con la fecha del 125 aniversario de la entidad azulgrana. Las obras, con todo, no estaban tan avanzadas como se suponía y, pese a que el club ha renunciado por el momento a ejecutar una serie de penalizaciones económicas pactadas con la constructora Limark, el estreno fue finalmente postergado. En teoría, esta misma temporada debería haber arrancado con el Spotify Camp Nou como estadio local para todos los azulgrana, con una primera puesta de largo de prueba, con aforo limitado, prevista para la disputa de la última edición del trofeo Joan Gamper, el pasado 10 de agosto ante el Como. Las licencias necesarias, en este caso, no llegaron a tiempo y, tras algunas especulaciones sobre una posible inauguración con la licencia 1A, para un aforo de 27.000 aficionados, se optó finalmente por esperar a tener la 1B (45.000), con la que es posible jugar tanto en la Liga como en la Champions.

Además de por múltiples retrasos, las obras del Spotify Camp Nou también se han visto envueltas en varias polémicas. Una de las primeras fue la revelación de presuntas irregularidades en la contratación de trabajadores por parte de empresas subcontratadas para llevar a cabo algunos de los trabajos. Incluso, llegó a señalarse que algunos de esos trabajadores dormían en plena calle, en los alrededores del estadio.

El pasado mes de septiembre, por otro lado, la Guardia Urbana detuvo las obras que se estaban llevando a cabo, instó a los operarios a abandonar el lugar y levantó acta debido a la vulneración de la licencia de obras concedida a Limark, que no permite trabajar en domingo, tal y como contempla la normativa vigente. La última de las muchas polémicas, en este caso, tiene que ver con el precio de las localidades para el regreso al estadio, en absoluto apto para todos los bolsillos. La preventa arrancó el lunes en el caso de los socios y de las localidades VIP, con un precio mínimo de 199 euros y máximo de 589, (las VIP que se mueven en un horquilla de entre 950 y 1.750 euros). Para el público la venta empezó el martes pasado.

Aparte de las polémicas y retrasos, está también la incertidumbre sobre cuál será finalmente el coste. Inicialmente, se solicitó una financiación a múltiples inversores de 1.450 millones de euros, que debían cubrir tanto el nuevo estadio, con un coste estimado de 1.070 millones, como el denominado Espai Barça, en el que se incluiría el nuevo Palau Blaugrana. El hecho de que las obras se hayan prolongado invita a pensar que el coste habrá experimentado también un sensible aumento sobre lo previsto, si bien no hay cifras oficiales.

kpd