En pleno esfuerzo por la remontada ante el Baskonia este domingo, ya en el tercer cuarto, Nico Laprovittola se disponía a culminar una contra cuando su rodilla sufrió un mal giro. Ni siquiera pudo lanzar los tiros libres tras la falta de Luwawu-Cabarrot. Abandonó en volandas el Palau, sin apoyar su pierna derecha y con gestos de alarma. Este lunes se han confirmado los peores presagios.
Según ha informado el Barça (aunque en principio aseguró que se trataba de un esguince), el argentino pasará por el quirófano ya que tiene roto el ligamento cruzado anterior y además sufre una lesión en el menisco externo de su rodilla derecha. El equipo de Joan Peñarroya pierde a uno de sus referentes durante los próximos meses.
A pesar de la derrota ante el Baskonia de Pablo Laso, la primera de los azulgrana en la Liga Endesa, el Barça estaba firmando un esperanzador arranque de curso. Aunque no pudo con el Real Madrid en la semifinal de la Supercopa, el comienzo de la era Peñarroya había sumado tres victorias en ACB y otras tres en Euroliga (sólo perdió en Kaunas), donde el pasado viernes logró un estupendo triunfo en la prórroga en la pista del Estrella Roja, uno de los equipos más en forma de la competición.
Laprovittola, que venía combinando en los puestos de base y escolta, deja un enorme hueco en la rotación azulgrana. Con Tomas Satoransky y Juan Núñez en el puesto de director, y Kevin Punter, Darío Brizulea y el joven Dame Sarr (debutó ante el Baskonia), no se descarta que el club acuda al mercado.
La vida sigue igual. O eso, al menos, cuenta la Supercopa Endesa, tan tempranera, pero de nuevo con triunfo del Real Madrid sobre el Barcelona en el partido que descorchó oficialmente la temporada 24/25. La vida sigue igual porque Facundo Campazzo, en el momento de la verdad, sacó su genio de la chistera, su gen ganador, y decidió una semifinal competida. Los blancos, que buscan en Murcia su séptimo título consecutivo, se enfrentarán el domingo al ganador del UCAM-Unicaja. [89-83: Narración y estadísticas]
Fue una asistencia a Tavares y un robo culminado en contragolpe por el propio argentino ya en el último minuto lo que desestabilizó a este novedoso Barça de Joan Peñarroya, la enésima vuelta de tuerca del proyecto culé. Fue la culminación de otra actuación majestuosa del Facu (18 puntos, seis asistencias...) para mantener las costumbres. Otro título que no alzarán los catalanes, en blanco toda la temporada pasada, aunque esta vez todo parezca tener un aire más ilusionante.
Al menos en lo anímico -lo baloncestístico todavía resulta difícil de calibrar-, las sensaciones que transmite este nuevo Barça son esperanzadoras para escapar del barrizal de los últimos tiempos. No hubo rastro de complejos pasados en esta Supercopa -un "partido loco" según Chus Mateo-, que no deja de ser un torneo oficial en mitad de la pretemporada, pero que, por supuesto, suma después en el palmarés y en las cuentas siempre pendientes entre los dos gigantes.
En el Palacio de los Deportes de Murcia, por segundo año consecutivo, Madrid y Barça se desperezaron con todo su carrusel de caras nuevas. Aunque falló dos tiros libres seguidos (uno sin tocar aro), Rathan Mayes, titular, pronto dejó pinceladas de lo que puede llegar a ser para Mateo. En los azulgrana, su fichaje más 'desconocido', el ex NBA Chime Metu, también. En una primera mitad de vaivenes y algunos lanzamientos fallados de más, como si a ese nuevo balón de la ACB aún costara tomarle las costuras, fue otra novedad, Serge Ibaka, el que primero impactó.
Con sus 35 años pero su físico tan impecable como imponente, el pívot -que ya jugó unos partidos de blanco durante el lockout de la NBA de 2012- puso en órbita al Madrid, ocho arriba mediado el segundo acto (32-24). Pero pronto hubo respuesta del Barça. Y contundente. Aunque esta vez de un 'conocido'. Jabari Parker, que hace un año por estas fechas era toda una incógnita, demostró que es ya el auténtico líder azulgrana. Con su talento y su movilidad, despertó a los de Peñarroya, contagió a Brizuela (tres triples casi seguidos) y dejó al aspirante por delante al descanso (41-42).
Pero a la vuelta de vestuarios fue como si la pretemporada se hubiera terminado para el Madrid. De repente, su ritmo habitual, su colmillo y dos nombres propios dominando la cancha. Hezonja, que amaneció con dos triples y, especialmente Tavares. Perezoso al comienzo, en ese impás resultó el de siempre: completamente desequilibrante en la pintura.
Entre los refuerzos del Barça de este verano, también hay un anti-Tavares, un gigante de 2,21, Youssoupha Fall (desde el Asvel) que Peñarroya no utilizó, pues arrastra un esguince. El caboverdiano impulsó a un Madrid que se disparó con un 16-4 (60-48) pero que iba a bajar el pistón después. El final ajustado (80-80 a falta de menos de un minuto), lo había propiciado un tridente de pequeños en un Barça que lanzó, eso sí, 18 tiros libres menos, con el debutante Juan Núñez a los mandos y Laprovittola y Brizuela como puñales.
Pero en la recta de meta, pocos 'sprinters' tienen la cosas más claras que Campazzo.
Lucas Sáez-BravoEnviado especial ZaragozaEnviado especial ZaragozaActualizado Viernes,
23
febrero
2024
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00:05Permanentemente, Ricky sostenía un rostro serio. Durante el largo...