El Athletic asfixia al Girona, ahoga su reacción y da alas al Real Madrid

El Athletic asfixia al Girona, ahoga su reacción y da alas al Real Madrid

El Athletic se ha vestido de protagonista esta temporada. Quiere la Copa, sueña con la Champions y, de paso, apuntaló al Real Madrid en el liderato, con seis puntos de ventaja. San Mamés es su fortín y lo comprobó un Girona víctima de errores groseros que no pudo enjugar con goles pese a mantener la fe y la compostura.

Tenía muy claro Ernesto Valverde cómo neutralizar a un equipo que empieza a ser menos temible. Sin renunciar jamás a su propuesta, los rivales han encontrado el talón de Aquiles el equipo revelación justo cuando sus jugadores les pesa la responsabilidad y empiezan a ser más terrenales. Ni Savinho es tan artista, ni Miguel Gutiérrez un arma letal en ataque ni Dovbyk un tanque indomable. Es entonces cuando, aunque se sea el equipo que más remonta de la Liga, los errores se pagan caros.

Se lo recordó el Athletic en el primer suspiro del partido, cuando un saque de banda se lo complicó todo. En la descarga apareció Aleix para iniciar jugada con un pase horizontal a Arnau que cazó un pícaro Berenguer en la frontal para batir a Gazzaniga con un ajustado remate al palo. Si a este Athletic, tan sorpresa como el Girona, le das la más mínima ventaja en San Mamés la aprovecha.

Le duró el impacto del golpe al Girona, huérfano aún de Míchel en la banda por sanción, y hasta pudo recibir más porque Iñaki Williams vio su momento. A la carrera se apoyó en Unai Gómez para sacar un disparo que, esta vez sí, Aleix García taponó. No desistió y, antes de que se cumpliera el minuto 10, probó de nuevo sin poder enganchar bien el pase atrás que le sirvió desde la línea de fondo Guruceta.

Sin sentirse cómodo buscó estirarse el Girona y Tsygankov obligó a Unai Simón a sacar una mano que salvara el empate. Pero esta ocasión fue un espejismo que se apagó pronto porque el Athletic, con velocidad y presión alta, estaban ahogando al conjunto catalán, que no tenía ni un segundo para pensar qué hacer con el balón y temblaba cada vez que el mayor de los Williams arrancaba. Amagaba pero no dañaba porque estrelló en el poste la oportunidad de agrandar la ventaja.

El partido no daba tregua y si Yangel Herrera tuvo el empate, otra vez Iñaki cabeceó un centro de Yuri al cuerpo del portero al filo del descanso. Dejar con vida al Girona podía ser arriesgado y a la vuelta del vestuario se comprobó.

Recompuso Míchel a su equipo y empezó a ser reconocible. Tanto que Tsygankov logró el empate rebañando un centro de Iván Martín. Lo más difícil parecía hecho y ahora sólo había que dormir un duelo que el Athletic seguía empeñado en enloquecer. Imposible porque el Girona siguió errando en cuanto sentía el aliento de los rivales.

Esta vez fue Miguel Gutiérrez quien dudó rodeado de rojiblancos, quiso salir con un taconazo y pero le ganó Guruceta para regalarle a Berenguer su segundo gol. La losa mental parecía que aumentaba cuando Iñaki Williams aterrizó un pase larguísimo de Yeray a la espalda de la defensa para, con una carambola en el palo, marcar el tercero. El cuarto lo buscó aprovechando un error de Gazzaniga que el meta enmendó.

No hay sufrimiento que desdibuje al Girona, por eso es capaz de alzar partidos que parecen sentenciados. Eso fue lo que intentó en San Mamés cuando recortó el marcador Eric García cabeceando a placer en el segundo palo la falta que botó Aleix García. La indisposición de un aficionado en la grada enfrió la reacción catalana, que se acercó y tuvo su mejor ocasión en el añadido, primero con un golpeo de Savinho que salió a tapar Simón y, con la potería vacía, con un misil de Solis que salvó Vivian con la cara en la misma línea de gol. No fue posible evitar un tercer partido sin victoria.

kpd