“Reclamo que ahora mismo el presidente de la Federación salga y explique qué está sucediendo”. Así de contundente se ha expresado el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a la información de este periódico en la que se explicaba la manipulación que realizó la Real Federación Española de los baremos de las sedes del Mundial 2030 para dejar fuera a Vigo e incluir el estadio de Anoeta.
En una entrevista en el programa Espejo Público, Caballero ha exigido explicaciones de la Federación de ese cambio repentino. “El comité técnico evaluador, presidido por Fernando Sanz hizo una valoración en la que Vigo estaba. Y en dos días, ese baremo que aparece en EL MUNDO, se cambia y aparece Vigo en último lugar. Alguien nos tiene que explicar quién tomó esa decisión, por qué la tomó, en qué sitio, dónde fueron las reuniones… todo, todo”, ha argumentado.
El primer edil gallego ha recordado que el actual presidente de la RFEF estaba como vicepresidente del estamento y fue el encargado de recibir la primera clasificación en la que figuraba Balaídos como sede mundialista. “Louzán era entonces vicepresidente y fue el que recibió el texto en el que Vigo aparecía como sede del Mundial. ¿Quién lo cambió? ¿Por qué? ¿Con qué criterios? ¿Por qué se hizo?”, ha demandado.
Así, el regidor de la ciudad olívica habla de “oscurantismo” en el proceso mundialista de la elección de sedes y ha incorporado otro factor a la manipulación que ha dejado a Vigo fuera de la lista de las 11 seleccionadas. “No sé si tiene que ver que Louzán presidía la Diputación de Pontevedra y la perdió por el resultado en Vigo. En todo caso, es claro que aquí hay una posición contra esta ciudad manifiesta. Y, por lo tanto, hoy mismo tiene que salir el presidente de la Federación a dar explicaciones”, ha recalcado.
El CSD, por su parte, ha insistido, a través de un portavoz, en la propuesta hecha por el secretario de Estado, José Manuel Rodríguez Uribes, de solicitar a la FIFA que se amplíe a 13 las sedes ubicadas en España, lo que permitiría que Vigo, Anoeta y Mestalla, actualmente fuera de la selección realizada, pudieran estar incluidas.
Desde el Gobierno han reiterado que ya se había mostrado la posición de que Vigo debía estar entre las elegidas por su proximidad con Portugal, otro de los países coorganizadores del Mundial, junto con Marruecos.
El Celta, al margen
Por su parte, el Celta de Vigo, equipo que juega en el estadio de Balaídos, ha preferido mantenerse al margen de este conflicto. El campo es de titularidad municipal y es la ciudad la que arrienda su uso al club celeste. La Real Sociedad tampoco ha querido realizar comentarios aún sobre la exclusiva de este periódico.
El partido de la Nations League femenina entre España y Portugal sirvió para reunir en Balaídos a Rafael Louzán, presidente de la Federación Española, José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD y Abel Caballero, alcalde de Vigo. Poco antes del comienzo del partido, el primer edil vigués reanudó su ofensiva contra Louzán: "Hoy toca animar a las campeonas del mundo, pero mañana le volveremos a decir que Vigo ganó su puesto como ciudad sede del Mundial y a qué espera a reponerla en el sitio".
"Vigo salió elegida ciudad sede del Mundial 2030 y alguien no sé sabe por qué, cómo y de qué forma la quitó. Y es un escándalo inenarrable. Le falta tiempo para reponer a Vigo", valoró Caballero, con su habitual desenvoltura. Durante su fugaz encuentro con los periodistas, el veterano político gallego reconoció que no piensa hablar en privado con Louzán "porque no me fío de nada". "Tiene que decir rápidamente que Vigo ha de ser sede y colgar toda la información en la página web de la RFEF, para que todo el mundo pueda ver las calificaciones", añadió.
Asimismo, Caballeró aprovechó la presencia de Uribes en el palco de Balaídos para agradecer el respaldo del Consejo Superior de Deportes. "Sé que el presidente del CSD y el Gobierno apuestan por Vigo, porque objetivamente merecemos el apoyo. Pero es que además ganamos. Todo lo demás son cambios, con un excel para arriba y abajo. Es un escándalo que daña la marca España y deja a la Federación bajo mínimos", zanjó.
"Indebida y arbitraria"
"Es absolutamente indebida y arbitraria la exclusión de Vigo", denunció Caballero, que puso como ejemplo los datos "ciertamente importantísimos" y "estremecedores" aportados por Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, apartados el pasado enero por Louzán de sus responsabilidades en la candidatura para 2030.
A estas destituciones hubo que añadir la dimisión de María Tato, máxima responsable de la organización de la cita mundialista, que la pasada semana abandonó su puesto tras revelar EL MUNDO que modificó las puntuaciones de las sedes dejando caer a Balaídos en favor de Anoeta.
"¿Quién ordenó ese cambio?"
"Es conocido que la señora Tato envió un correo electrónico el 26 de junio de 2024 a Louzán en el que se hablaba de Vigo, se enviaba un listado en el que Vigo estaba incluido. Y resulta que no se le envía copia de ese correo a los otros miembros de la candidatura", criticó Caballero.
"¿Quién ordenó que se hiciera ese cambio? No se presentan ni convocatorias formales, ni correos, ni actas, ni ningún documento que avale la existencia del abordaje. ¿Qué está sucediendo? Esto es un escándalo, un escándalo como no hubo otro. Y las informaciones que se reciben siempre señalan a Louzán", concluyó.
Se podría decir que el enfrentamiento empezó por un tractor. Tan simple como directo. Abel Caballero, alcalde de Vigo por el PSOE desde 2007, y Rafael Louzán, presidente de la Diputación de Pontevedra por el PP entre 2003 y 2015 y ahora máximo representante de la Federación Española de Fútbol, llevan 18 años peleados. Unas trincheras que se han trasladado ahora al Mundial 2030 después de la exclusiva de EL MUNDO sobre la elección de las sedes. Caballero clama contra Louzán, sobre el que deslizó ayer la decisión de dejar fuera a Vigo: «¿Quién dio la orden? Vigo se cayó de la lista 48 horas después de que Louzán recibiera el email».
Pero volvamos al tractor, el comienzo de la guerra. En 2008, unos meses después de la llegada de Caballero al Concello de Vigo, éste denunció la «suspensión» por parte de la Diputación, gobernada por Louzán, de la cesión de un tractor que realizaba labores de limpieza en diversas carreteras de los alrededores de Vigo. «Louzán está haciendo un boicot activo a Vigo», criticó el alcalde.
Eran las primeras disputas entre ambos tras la victoria de Caballero sobre Corina Porro, más tarde vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra junto a Louzán, en las elecciones municipales viguesas. El aeropuerto de Peinador y la humanización de las calles de la ciudad fueron sus primeras peleas, descalificaciones mediante. «No me extraña que quien fue un pésimo ministro sea un mal alcalde», calificó Louzán en 2010. «Es el hazmerreír de la sociedad», insistió en 2011.
Mientras, Caballero denunció la poca inversión que, a su juicio, hacía la Diputación en la ciudad, con el deporte siempre en el primer plano de la batalla, como ahora. Antes de discutir por el Mundial 2030, el alcalde vigués ya protestó por la Vuelta a España, un partido de la selección o la reforma de Balaídos, siempre en la trinchera contraria a Louzán. Para Caballero, la salida de La Vuelta de 2013 de Vilagarcía de Arousa o el encuentro de la selección española de fútbol contra Arabia Saudí en el estadio de Pasarón, en Pontevedra, en 2012, era la forma en la que «la Diputación está asesinando a Vigo», llegó a decir.
Louzán, por su parte, defendía las inversiones de su organismo en Vigo: campos de fútbol, subvenciones a clubes, convenios con organizaciones de la ciudad como la Fundación Celta o los acuerdos con aerolíneas como Air Europa para realizar vuelos en Peinador. Pero también lanzaba dardos a Caballero: «Vigo ha perdido 30 millones en inversiones por la falta de entendimiento con Caballero», dijo en 2011.
En 2015, ambos cerraron un acuerdo para la reforma integral de Balaídos, que todavía hoy está sin finalizar. Un año que supuso el final de Louzán en la Diputación tras su derrota ante Carmela Silva, del PSOE, y su paso a la Federación Gallega de Fútbol. «Louzán es antiVigo desde que lo echamos de la Diputación», clamó hace unos meses Caballero tras conocer la decisión de dejar a Vigo fuera del Mundial.
El paso del mandatario a la Federación Gallega de Fútbol le apartó de la trinchera contra Caballero, pero su camino profesional en el fútbol español le ha vuelto a cruzar con el alcalde de Vigo. Caballero no rechaza un enfrentamiento y se ha mantenido siempre contrario política y mediáticamente al Partido Popular gallego, y eso que el actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acude con regularidad a Balaídos.
«Louzán fue el que anunció que Vigo no estaría en el Mundial. Hizo todo lo posible para que no fuera seleccionado. ¿Tuvo presiones de Rueda y de Feijoó contra Vigo o su 'antiviguismo' fue suficiente? Exigimos transparencia o tendremos que ir a los tribunales», denunció este año Caballero.
Los trileros abundaban en las calles de España. Todavía es posible ver algunos, pero, hoy, los percibimos como personajes asociados a otro tiempo, extinguido en el tardofranquismo. El juego del Trile, también conocido como la Bolita o la Mosqueta, consiste en mover rápidamente una bola entre cubiletes y adivinar dónde se encuentra. Los trileros suelen tener compinches que indican sigilosamente a quien realiza la apuesta. Después de ganar, aumenta la puja y, entonces, pierde. Los trileros del fútbol, desgraciadamente, no son cosa del pasado, como ha puesto de manifiesto el último y vergonzante episodio en la Federación, desvelado por Esteban Urreiztieta. Al menos, con un toque de modernidad, al cambiar los cubiletes por un excel donde el estadio de Balaídos, uno de los aspirantes a albergar el Mundial 2030, aparecía y desaparecía. Los trileros de la Federación, sin embargo, han ido más allá de los de la calle, porque además de estafar al que jugaba, traicionaban la ética de los propios estafadores, al grabarse en secreto unos a otros. Una práctica amoral extendida en un lugar podrido, percibido en las alturas del fútbol como el Tercer Mundo de la gobernanza de este deporte, muy por detrás de Marruecos, una organización que no parece únicamente una Federación de trileros, sino también de 'Villarejitos'.
El excel de María Tato enviado a la FIFA tiene, en realidad, el mismo valor que una invitación de boda. Se ruega confirmación. Nada más. En Zúrich lo deciden todo, también con quién casarse, desde que el organismo de Gianni Infantino convirtió los comités organizadores en comités de bienvenida, antes de Qatar 2022, y estableció un bureau ad hoc para cada campeonato. En 2026 o inicios de 2027, la inspección de la FIFA visitará estadios en los tres países organizadores, no únicamente los recintos del excel, y tomará sus decisiones sin que viejas cuentas pendientes, como las que tienen Abel Caballero y Rafael Louzán, supongan una variable.
El Gobierno español se ha situado en lo políticamente correcto, al pedir a la FIFA que aumente de 11 a 13 las sedes concedidas a España y de ese modo evitar conflictos de índole territorial. José Manuel Rodríguez Uribes envió, el pasado 26 de julio, una carta al secretario general del organismo, el sueco Mattias Grafström, en la que se refería a Vigo y Valencia como ciudades históricas, de tradición futbolística, claves en la vertebración territorial del país, al tiempo que abogaba por el justo reparto de los «beneficios económicos, sociales y emocionales».
"Si con estos dirigentes lo ganan todo..."
La FIFA no está cerrada a modificaciones, pero aumentar las sedes en España significaría, posiblemente, tener que hacerlo en Portugal y Marruecos, cuyo trabajo eficaz y en silencio es puesto como ejemplo en Zúrich, especialmente el del país africano, frente a los constantes escándalos y cambios de la Federación Española. «¿Si con estos dirigentes lo ganan todo, cuánto más ganarían con otros?», se preguntan, entre risas y asombro.
María Tato, durante su entrevista en EL MUNDO.Alberto Di LolliMUNDO
Fernando Gomes acaba de dejar la presidencia de la Federación Portuguesa de Fútbol, después de tres mandatos, para liderar el olimpismo del país luso. Un hombre muy bien visto en la FIFA, que había cargado de sensatez la candidatura, a la que ahora contribuirá en otro rol. En Zúrich también están agradecidos a Marruecos, no sólo por el impulso del fútbol en el país, también por su mediación diplomática ante Arabia para que prorrogara su interés por organizar el Mundial de 2030 a 2034. Ya es suyo. Marruecos construye un gran coliseo en Casablanca para el Mundial. No parece que peligre la final, con Florentino Pérez como garante del Bernabéu, en fantásticas relaciones, además, con Infantino, que le dio a Vinicius el Balón de oro sin oro.
La final es la guinda del pastel, pero el pastel está por repartir, y para ello Marruecos está formidablemente situado, con un posición estratégica clave como aliado de Estados Unidos y puente con el resto del mundo árabe, y un cuerpo diplomático eficaz y volcado en una cuestión de Estado. Para el Gobierno español, por ahora, el Mundial es cuestión de la Federación.
Pasividad en el Gobierno
La prueba es cómo la chapuza de los excel ha dejado mudo al Consejo Superior de Deportes, ante la dualidad de observar cómo un proyecto estratégico para el país empieza en las viñetas del cómic y la imposibilidad de intervenir la Federación, pese a la sucesión de escándalos. No hay 155 que lo posibilite, por supuesto, pero la alternativa de optar por un papel escrupulosamente político es lo que convierte a la política en inútil.
Sólo una acción penal podría explorar las acusaciones del alcalde de Vigo contra Louzán, al que señala por la exclusión de Balaídos en el segundo excel, como si se tratara de una venganza entre familias gallegas. Lo que, en cualquier caso, ha quedado acreditado es el bajo nivel profesional de la comisión a la que se encargó el trabajo. Una constante en una Federación donde abunda el nepotismo, con hijas e hijas por los despachos, y donde tener un pasado como futbolista, encajarse un buen traje y poner voz de radio no garantiza el nivel. Nivel tiene y de nivel sabe Javier Tebas, en la posición más cómoda de toda su etapa: la Federación hace lo que dice, pero el presidente de la Liga no tiene responsabilidad en lo que hace. Cuidado, no obstante, con los efectos colaterales si llegan las explosiones, sobre todo con enemigos poderosos de verdad.
Rafael Louzán, presidente de la Federación.EFE
En Las Rozas muchos temieron que la crisis de los estadios pudiera ser la explosión definitiva. La razón es que la Federación es presa de su propia dinámica, de su gangrena, y nadie sabe hasta dónde puede haber sido grabado y hasta dónde pueden llegar sus whatsapps. Si María Tato tiene algunos comprometedores, únicamente ella lo sabe y sólo estaría obligada a aportarlos en un proceso judicial. Los mails con Louzán de la ya ex ejecutiva durante el proceso de selección de los estadios revelan que existía una conexión, nada más. Los supuestos whatsapps del miedo, sin embargo, desataron el pánico en una semana complicada en la casa, en la que el eficaz cortafuegos de su comunicación hizo muy bien su trabajo y puso a salvo a Louzán. El presidente sólo habló después de que María Tato cerrara su salida. La comunicación en la Federación es como atravesar un arrozal en los dominios del Vietcong. Nunca sabes de dónde puede llegar el siguiente disparo o el siguiente whatsapp. Continuará...