Giro de Italia
Taquicardia permanente en este Giro acaparador de imprevistos por un clima hostil y por el maldito covid que gobierna el británico Geraint Thomas (maglia rosa) y que, por fin, sonríe al Movistar. El grupo telefónico se estrenó con victoria en la primera y recortada etapa alpina, gracias a la astucia de Einer Rubio, un colombiano de 25 años que destaca por sus notables prestaciones en la alta montaña. Segunda victoria de la temporada para el pequeño escalador (1,64 metros) tras la etapa anotada en el Tour de UAE.
Rubio, hijo de agricultores que tuvieron que emigrar de Boyacá a Bogotá por la sequía, suma su tercer año en la formación de Eusebio Unzué. Su referencia en el ciclismo colombiano es Esteban Chaves. Este viernes aguantó con astucia las acometidas del francés Thibaut Pinot (Groupama) y de Jefferson Cepeda (EF Education), sus compañeros de fuga, a los superó en los últimos 200 metros en un sprint en rampa.
Rubio fue el gran beneficiado de un día en el que los contratiempos reaparecieron en la primera cita con las cumbres alpinas. El recorrido de la etapa de este viernes, la 13ª, se modificó a última hora para no castigar más a los supervivientes de la ronda. Los corredores que se encontraban en Borgofranco d’Ivrea hicieron la salida neutralizada y luego se trasladaron en autobús hasta Le Chàble para emprender la nueva salida, en la cercanías del puerto de la Croix de Coeur para afrontar una jornada recortada. Los 207 kilómetros previstos se quedaron en 74,6. Se suprimió el ascenso al Grand Saint-Bernard (la cima Coppi, con 2.469) por la climatología adversa y se mantuvo el tramo final, con las subidas a Croix de Coeur y Crans Montana, ya en dominio de Suiza.
Una jornada con dos puertos de primera categoría que arrancó de manera explosiva. Tras la salida a balón parado se fraguó una escapa con gente de nivel, además de Pinot, Rubio y Cepeda, entraron Valentin Paret-Peintre (AG2R), Bruno Armirail (Groupama), Derek Gee (Israel) y Matthew Riccitello (Israel), que hollaron la cima de Croix de Couer con una venta 1.50 minutos sobre el grupo de los mejores, comandado por el Ineos de Geraint Thomas.
Los fugados descendieron con precaución en una carretera mojada y en cuyas cunetas aparecían numerosas zonas con nieve. Camino peligroso hasta las faldas de Crans Montana, una subida de más de 13 kilómetros con una pendiente media de 7,2%. Una estación de esquí preciosa, un gusto para los sentidos, con el campo de golf Severiano Ballesteros y con vistas espectaculares hacia los colosos Cervino y Mont Blanc
Un ascenso adornado por verdes praderas en el que Pinot se mostró muy inquieto, con tres cambios de ritmo consecutivos en el primer contacto con el puerto, respondidos por Cepeda, Rubio y Gee. Tres minutos de renta con el grupo perseguidor, donde Primoz Roglic no se inmutaba con la marcha impuesta por el Ineos. Fortunato (Eolo Kometa) y Carthy (EF Education) se movieron sin premio. Por delante, Pinot asumió la iniciativa y discutió permanentemente con Cepeda. Rubio, tranquilo, nunca entró en el desafío, apenas aportó relevos y guardó energías para el último tramo. Culebreó con su bicicleta, aceleró y se alejó de sus compañeros de fuga. Sprintó con confianza y le dio tiempo a saborear la victoria levantando los brazos y acordándose de su familia, que siempre le animó para abrirse camino en el ciclismo. Por detrás, a 1.35 minutos, entraron el líder Thomas y Roglic, los dos candidatos más sólidos para el podio de Roma.