Tres operarios con secadores se convirtieron en protagonistas en la victoria del serbio ante Pedro Cachín (6-3, 6-3, 7-6 [4]).
Era difícil imaginar que pudiese suceder algo así en Wimbledon. La aparición de la lluvia no es ninguna novedad en el torneo, que cuenta con techo retráctil en la Central desde 2009. Sin embargo, después de que Novak Djokovic ganara el primer set a Pedro Cachín y hubiese de interrumpirse el juego se inició un espectáculo poco menos que delirante. La reanudación no fue ni mucho menos sencilla. La hierba no acababa de ofrecer garantías, pese a haberse cubierto el recinto. Acabaron entrando tres operarios con secadores para intentar que la superficie estuviese en condiciones. Nunca había sucedido nada semejante. Djokovic se lo tomó con humor e hizo gestos de intentar secar el piso de la Central con su propia toalla, animando a los integrantes de su box a que soplasen. Sin haberse disputado un solo juego bajo techo, se decidió reanudar al aire libre. Pronto salió el sol.
Casi una hora y media más tarde, Djokovic prosiguió su trabajo ante el tenista argentino, al que se impuso por 6-3, 6-3 y 7-6 (4), en dos horas y 12 minutos. Jugará en la segunda ronda frente a Jordan Thompson, 70º. “Él sacó muy bien en el tercer set. La hierba es una superficie especial que exige mayor tiempo de adaptación. El primer partido es un poco delicado”, comentó el número dos del mundo a pie de cancha, sonriendo ante la pregunta sobre su labor durante la interrupción. “Ha sido divertido hacer algo distinto”, apuntó, antes de rendirse en elogios hacia el torneo. “Este es el templo sagrado del tenis y cada vez que vuelvo aquí conecto con el jovencito que soñaba con jugar en el más grande de los torneos”.
Sin torneo previo
Como acostumbra desde hace un lustro, cuando perdió ante Marin Cilic, en la final de Queen’s, su último partido sobre hierba, Novak Djokovic aterriza directamente en Wimbledon, sin pasar por torneo alguno en la superficie. De nuevo, al igual que viene haciendo después de de llevarse ese mismo año el título en el All England Club, el ya siete veces campeón del torneo inauguró, como manda la tradición, la presente edición en la pista central.
Pedro Cachín, 68º, 28 años, era poco menos que un rival a pedir de boca. El argentino nunca había jugado en Wimbledon y venía de perder en el ATP 250 de Palma de Mallorca, ante Yannick Hanfmann, el único partido sobre hierba en toda su carrera. Con cierta inclinación a arrancar diésel en los torneos del Grand Slam, el hombre que ganó en Roland Garros su vigesimotercer título major, superando a Rafael Nadal, dejó escapar su servicio en el quinto juego, pero revirtió la situación y se llevó el primer set. Después de certificarlo con una volea de derecha, llegó lo más llamativo del accidentado encuentro.
Con el partido siempre bajo control, dominó a un digno oponente, que flaqueó cuando vio una supuesta oportunidad de llevar el partido a un cuarto set. Con el de este lunes, Nole ha ganado 16 de los 20 desempates disputados este año. A diferencia de los dos últimos cursos, esta vez la galbana no le cobró el peaje de un set. En 2022 lo cedió contra el coreano Soonwoo Kwon y un año antes frente al británico Jack Draper. Suma ya 29 victorias consecutivas sobre hierba y hay que remontarse a los cuartos de 2017, cuando se retiró por lesión cuando perdía contra Tomas Berdych, para encontrar su último tropiezo en Wimbledon.
