De veinte años y ‘perdedor afortunado’, el italiano Luca Nardi (n.123) dio este lunes una campanada histórica al eliminar a Novak Djokovic (n.1) en la tercera ronda del Masters 1.000 de Indian Wells.
La jornada en el desierto californiana estuvo marcada además por las victorias del danés Holger Rune y de Taylor Fritz, en el circuito masculino, y de la bielorrusa Aryna Sabalenka y Coco Gauff en el femenino.
Luca Nardi ganó a Djokovic, cinco veces campeón de este torneo, por 6-4, 3-6 y 6-3 tras acceder al cuadro principal en calidad de ‘perdedor afortunado’ pese a su derrota en las clasificaciones contra el belga David Goffin.
El italiano se convirtió en el cuarto jugador con ránking más bajo en ganar a un número uno del mundo. El récord pertenece al español Francisco Clavet, que ganó al australiano Lleyton Hewitt en 2003 en Miami.
Djokovic llegaba a esta cita tras una trabajada victoria contra el australiano Aleksandar Vukic, que le permitió alcanzar los 400 triunfos en su carrera en los Masters 1.000.
Nardi se enfrentará en los octavos de final al estadounidense Tommy Paul (n.17), quien triunfó por 6-4 y 6-4 ante el francés Ugo Humbert (n.14).
Por su parte, el ruso Daniil Medvedev (n. 4) se tuvo que esforzar al máximo para vencer en dos horas y 31 minutos al estadounidense Sebastian Korda (n. 29) por 6-4, 5-7 y 6-3. Su siguiente rival será el búlgaro Grigor Dimitrov (n. 13).
También se clasificó a octavos Rune, número siete del mundo, tras ganar por 6-2 y 7-6(5) al italiano Lorenzo Musetti. Le espera ahora un duelo exigente con Tayor Fritz, campeón de este torneo en 2022, que eliminó con autoridad al argentino Sebastián Báez.
Fritz apenas necesitó 68 minutos para ganar a Báez, un rival contra el que había ganado los tres precedentes, todos en superficie rápida. Báez, reciente campeón en Santiago de Chile, había caído contra Fritz el año pasado a estas alturas de este mismo torneo.
Este martes será el momento del español Carlos Alcaraz, número dos del mundo y defensor del título, quien se medirá con el húngaro Fabian Marozsan, 58 del ránking y contra el que perdió en el único precedente entre ambos en Roma 2023.
En el circuito femenino, Coco Gauff ganó por 6-2 y 7-6 (5) a la italiana Lucia Bronzetti y sumó su decimoctava victoria consecutiva en su país.
Lo hizo con más apuros de lo previsto y problemas al saque y con la derecha, pero Gauff prolongó su brillante racha en Estados Unidos, donde ganó los últimos tres torneos que disputó, en Washington, Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos.
Gauff, número tres del mundo y que cumplirá 20 años el próximo miércoles, en octavos se enfrentará a la belga Elise Mertens, que doblegó a la japonesa Naomi Osaka, campeona de este torneo en 2018.
También avanzó la ganadora del último Abierto de Australia, Aryna Sabalenka, que se impuso por 6-3 y 7-5 a la británica Emma Raducanu.
Sabalenka necesitó una hora y 36 minutos para ganar a Raducanu, una jugadora que ocupa la posición 250 del ránking mundial, pero que llegó a ser número 10 y ganó el Abierto de Estados Unidos en 2021.
Su rival en los octavos de final será una entre la estadounidense Emma Navarro (n.23).
Uno de los primeros desafíos que Iñigo Pérez (Pamplona, 1988) debió afrontar en el comienzo de esta temporada fue el césped de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. La hierba no reunía los requisitos mínimos para un equipo profesional, así que el técnico tuvo que trasladar los entrenamientos al Estadio de Vallecas. Poco parecían interesar aquellas penurias, porque por entonces toda la atención se centraba en James Rodríguez, el fichaje estrella del verano. Sin embargo, el ínfimo nivel competitivo fue relegando al colombiano, que apenas disputó 205 minutos en siete partidos antes de hacer las maletas. Pérez no iba a ceder ante las pretensiones del ex madridista o el pésimo estado de Raúl de Tomás. Tampoco ante Óscar Trejo, su capitán, que sólo ha formado como titular en cuatro jornadas de Liga. El argentino, idolatrado por la afición franjirroja, sólo es siete meses menor que el técnico navarro, el más joven de Primera (37 años). Un tipo que no necesita alzar la voz para imponer su autoridad y que hoy visita el Bernabéu al frente de un Rayo a un paso de los puestos europeos.
«Allí por donde pasa deja una imagen de integridad, de alguien capaz de reunir a gente que quiera hacer camino junto a él. Cuando acabe de triunfar dirán que esto se veía venir, como ahora sucede con Xabi Alonso o Mikel Arteta», cuentan desde el entorno del pamplonés. Sin embargo, a diferencia de los entrenadores de Leverkusen y Arsenal, Iñigo no pudo cumplir las expectativas que había apuntado sobre la hierba.
Desde 2009 a 2022 disputó 87 partidos en Primera, repartidos entre Athletic y Osasuna. A los 34 años, cumplido su último contrato como rojillo, rechazó una oferta del Málaga. Sus horizontes se habían ensanchado. Ya no quería influir en cada partido con su pie izquierdo, sino a otro nivel, más integral. En El Sadar le ofrecieron un hueco en el cuerpo técnico de Jagoba Arrasate. Tras siete temporadas juntos, tres en el Numancia y cuatro en Osasuna, Iñigo ejercía no sólo como la prolongación de Jagoba sobre el césped, sino como su confidente. Sin embargo, una llamada de Andoni Iraola desde Vallecas iba a cambiarlo todo. Los lazos forjados en Lezama, durante su etapa común con Marcelo Bielsa, pesaron lo suyo.
En constante formación
«En el Athletic tuvo una relación muy especial con Marcelo, que continúa hasta hoy. De hecho, Bielsa ya le dijo que cuando finalizase su carrera como futbolista quería guardarle un hueco en su grupo de trabajo», confirman desde el círculo de Pérez. La obsesión de Iñigo por cada detalle, su estricta ética de trabajo y su formación constante, sólo pueden interpretarse como una prolongación de las enseñanzas de El Loco. Iñigo acude cada día a las ocho de la mañana a las instalaciones del Rayo, donde pasa casi 12 horas con su plantilla y sus ayudantes. Entre ellos destaca Adrián López, viejo camarada de Osasuna. A la manera de Bielsa, sólo entiende el oficio desde el compromiso total y el aprendizaje continuo.
Con apenas 21 años, Iñigo obtuvo la titulación de entrenador a través de Kirolene, un centro del Departamento de Educación del Gobierno Vasco donde se imparten enseñanzas de régimen especial de grado medio y superior. Allí se habían graduado, entre otros, Jagoba Arrasate y Gaizka Garitano. Él obtuvo una de las mejores notas gracias a La biomecánica en el fútbol, un trabajo donde analizaba de forma minuciosa cada golpeo, cada remate con el pie o con la cabeza. Grababa todo con una cámara slow motion y señalaba los errores.
«Desde mi primer día junto a él me di cuenta que era alguien diferente, que entendía realmente el juego y veía detalles invisibles para el resto», explica a este periódico Fran Mérida, compañero en Soria entre 2018 y 2020. «Siempre fue alguien muy maduro, responsable, tranquilo, inteligente, muy curioso en todo. Tenía madera de entrenador», desarrolla el ex del Atlético, que hace unas semanas se acercó a Vallecas para seguir un entrenamiento de su amigo.
DENNIS DOYLEGETTY
Siguiendo el patrón de Bielsa, Iñigo no concede entrevistas para no dar privilegio a unos en favor de otros. Su responsabilidad se circunscribe a las ruedas de prensa. «En las distancias cortas siempre ha mostrado un trato muy humano. Y con los periodistas sólo hay que escucharle: la educación con la que afronta incluso las preguntas más incómodas, el modo en que mantiene la calma...», reflexiona Mérida.
Una de las facetas que más ha preocupado siempre a Iñigo es la de las relaciones con el vestuario. En Bilbao ya se matriculó en Psicología y como primer ayudante de Iraola ejerció de nexo entre Andoni y los futbolistas. «Un entrenador debe convencer del mensaje que quiere mandar y si no tiene empatía o feeling, hay poco que hacer. No hay que irse de cañas con los futbolistas, pero cuando hablas has de tener credibilidad y saber enviar los inputs adecuados», relata a EL MUNDO un miembro del staff del Rayo.
«Iñigo tiene la cabeza muy bien amueblada, no le gustan las polémicas. Es un tío muy sencillo, que no trata de buscar tres pies al gato. Cuando le llega un problema trata de afrontarlo y buscar una solución», añaden desde el club presidido por Raúl Martín Presa. Casado, con tres hijos, su sensibilidad dista mucho de la de un entrenador al uso. No se trata solamente de lo aprendido desde la cuna, en el barrio pamplonés de Chantrea, o durante su bachillerato en el colegio Trueba de Bilbao. Entre lo heterogéneo de sus pasiones, sólo citar la filosofía, la poesía o el medio ambiente.
Soria como «sanatorio»
El amor por la naturaleza y los versos de Antonio Machado se exacerbaron en Soria, una ciudad que en 2014 ejerció como «sanatorio», según sus más allegados. A las orillas del Duero llegó después de una difícil etapa en el RCD Mallorca. Apenas unos meses de cesión que él mismo quiso cortar a causa del estrés. «Aquí encontró tranquilidad y cercanía. Era un chico muy educado, se le veía con las ideas muy claras», rememora César Palacios, director deportivo del Numancia. «Se ganaba a todos hablando desde el ejemplo, con valores como la humildad y el respeto», concreta el ejecutivo de un club perdido hoy en la Segunda Federación.
Aquella simbiosis, en la que el entorno ayudó a la hora de potenciar sus virtudes, se actualiza también hoy. En Vallecas cuentan con sobradas razones para dar por buena la traba burocrática que impidió a Iñigo seguir los pasos de Iraola en el Bournemouth. Porque la Federación Española (RFEF) no quiso convalidar su título de Kirolene para obtener la licencia UEFAPro. Tras un inicio titubeante, el Rayo despegó en diciembre con un 0-1 en Mestalla, enlazando nueve jornadas sin derrota, ofreciendo un fútbol muy vertical y vistoso, con permanentes llegadas hasta la línea de fondo, especialmente desde la banda derecha, gracias a Ivan Ratiu y Jorge de Frutos.
Sin embargo, las dificultades se multiplicarán hoy en el Bernabéu, donde el extremo segoviano no podrá jugar tras su roja frente al Sevilla. Tampoco llegan otros dos pilares como Abdul Mumim, lesionado en la rodilla izquierda, y Randy Nteka, con un desgarro en un abductor. Iñigo pretende extender su racha ante el Madrid, a quien arañó sendos empates en sus dos cruces previos. «Tengo mucha fe en estos chicos. Tienen humildad, no hay egos y los resultados llegan gracias a ellos», concluyó Iñigo tras la última victoria, hace un mes frente al Real Valladolid (1-0).
El torneo de Candidatos es la mayor competición que puede jugar un ajedrecista después del Campeonato del Mundo. Sus ganadores, de hecho, obtienen el derecho a retar a los campeones, que ahora mismo son dos chinos: Ding Liren y Ju Wenjun. En la primera jornada del torneo que se celebra desde este jueves en Toronto no faltaron emociones, pero a la hora de la verdad solo una partida de las ocho disputadas no acabó en tablas. Tan Zhongyi, excampeona mundial en 2017, venció a la actual subcampeona, Lei Tingjie.
La importancia de esta competición es tan grande que cabía esperar que en la primera ronda imperara la prudencia. Por otro lado, el formato de juego es una liga a doble vuelta en la que, para evitar posibles compadreos, la FIDE fuerza que los jugadores con la misma nacionalidad se enfrenten entre sí en las primeras rondas. Ese factor, de un modo u otro, también suele incrementar el porcentaje de tablas.
Pese a todo, no solo el duelo entre las chinas ofreció una lucha a muerte. Los dos estadounidenses, números 2 y 3 del mundo y grandes favoritos para ganar el torneo absoluto, libraron una batalla vibrante. Hikaru Nakamura, con negras, planteó una variante rara y arriesgada de la defensa siciliana, una línea con la que logró sorprender a Fabiano Caruana.
Nakamura se marca un Luis Enrique
El propio Nakamura explicaba su elección de la apertura en un vídeo publicado minutos después de terminar la partida. Sorprende que en pleno torneo de Candidatos pierda el tiempo en mantener viva su actividad como 'streamer', pero ahora mismo es su principal vía de ingresos, por encima de los premios que consigue en los torneos. El italoamericano, por su parte, acusó la sorpresa y empezó a gastar demasiado tiempo, aunque se las arregló para conseguir una pequeña ventaja.
Nakamura, que jugó muy rápido la primera mitad de la partida, empezó a sentirse en peligro y trató de salvarse con un sacrificio de torre que lo dejó al borde del precipicio. Si Fabiano Caruana se hubiera comido la pieza, no habría podido evitar las tablas, pero el gran favorito del torneo es un tipo serio, enseñado desde pequeño a no aceptar regalos de desconocidos. Fabi, casi la antítesis del 'showman' nacido en Japón, quiso castigar su espíritu juguetón, pero en un momento dado eligió un plan erróneo: cambió una torre y ya no pudo esquivar las tablas. El resultado no era malo del todo, pero después de ver cómo se produjeron es probable que anoche tuviera que contar demasiadas ovejas.
Otro de los duelos más interesantes de la jornada fue el que mantuvieron dos de los más jóvenes participantes, el francés Alireza Firouzja (20 años) y el indio Rameshbabu Praggnanandhaa (18). El primero, con blancas, construyó una posición con vistas a la victoria, pero su joven rival no se dejó impresionar y, después de algún desliz mutuo, encontró la salida a todos sus problemas por un camino tan estrecho como resbaladizo.
Las otras dos partidas del Candidatos masculino tuvieron menos historia. El ruso Ian Nepomniachtchi no encontró el modo de doblegar al más débil del torneo, el azerí Nijat Abasov, quien ha llegado a Canadá con una pierna herida, pero la cabeza sobre los hombros. En el duelo entre dos de los tres indios, por último, Gukesh (17), el más joven del grupo, tuvo que defenderse contra Vidit Santosh Gujrathi, quien pese a llevar las piezas negras y a figurar entre las supuestas víctimas de la competición fue quien arriesgó y dio espectáculo.
Torneo de Candidatas
En el cuadro femenino, las tres primeras partidas también acabaron en tablas, pero en la última en terminar, Lei Tingjie perdió con blancas contra su compatriota Tan Zhongyi. Estamos en los albores del Candidatos, pero la primera ya tiene cuesta arriba volver a jugar un Mundial, tras su experiencia del año pasado. En 2023 perdió en su primer asalto al título contra Ju Wenjun.
En el resto de partidas hubo pocos sobresaltos, hasta el punto de que uno de los detalles más significativos, seguro que casual, fue que la búlgara Nurgyul Salimova planteara la defensa rusa a la ucraniana Anna Muzychuk. Además de su empate, las indias Vaishali Ramershbabu y Humpu Koneru firmaron otro aún más soso, mientras que las rusas Aleksandra Goryachkina y Kateryna Lagno, dos subcampeonas del mundo, tampoco encontraron motivos para matarse entre ellas con tanto torneo por delante.
El ciclista francés Julien Bernard dijo este sábado que aceptaba la multa que le impusieron por haber besado a su pareja durante la 7ª etapa del Tour de Francia.
"Acepto realmente esta multa. La pagaré y espero que sea el final de esta historia y dejemos de hablar de ello", declaró el corredor del equipo Lidl-Trek en el inicio de la 8ª etapa, en el centro-este de Francia.
Aunque fue aplaudida por los aficionados, la decisión de Bernard de besar a su pareja durante la prueba contrarreloj del viernes no gustó a la Unión Ciclista Internacional (UCI). Basándose en el artículo 2.12.007-8.6 C del reglamento de la UCI, esta lo multó por "un comportamiento inapropiado durante la carrera y por dañar la imagen del deporte". Lo castigó con una multa de 200 francos suizos (unos 223 dólares).