Daniel Doyle, la estrella del cricket que España encontró en Sudáfrica: “Por las cuotas raciales, allí es muy difícil estar en la selección”

Daniel Doyle, la estrella del cricket que España encontró en Sudáfrica: "Por las cuotas raciales, allí es muy difícil estar en la selección"

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La selección juega desde hoy en Málaga su primera fase final de un Europeo y el jueves se enfrenta a la todopoderosa Inglaterra. “Hay pocas plazas para jugadores blancos”, dice Doyle, candidato a MVP.

Doyle, antes del Europeo.EUROPEAN CRICKET

Hace menos de un año, el secretario de la Asociación Española de Cricket, John Howden, recibió un correo electrónico y, tan importante era, que de inmediato llamó al presidente de la entidad, Juan Carlos Rodríguez, para que ambos se pusieran a trabajar. “Hola. Soy Daniel Doyle Calle, un jugador sudafricano del Port Elizabeth Cricket Club. Mi abuelo era español y quisiera saber si podría jugar con España. Muchas gracias”, se leía en inglés en el mail -como resumen-. De ahí, las prisas en la Asociación. El Port Elizabeth es uno de los mejores equipos de Sudáfrica y Sudáfrica es uno de los mejores países del mundo así que Daniel Doyle Calle tenía que ser bueno, muy bueno.

“No lo habíamos visto jugar nunca antes, pero miramos sus estadísticas y encontramos unos vídeos”, explica Rodríguez sobre su reacción a aquel correo electrónico: había que contactar rápido con Boyle. “¿Daniel, tienes pasaporte español?”, le preguntaron justo cuando descolgó y su respuesta fue afirmativa. Ahora hace historia con la selección.

Un momento histórico

A partir de ese lunes España juega en Cártama, Málaga, la fase final del Europeo T10 ante Inglaterra, Holanda, Escocia e Italia y Doyle suena para el MVP del torneo. Para entender la rareza de ambas conquistas sirven dos datos. En cricket, esa especie de béisbol con una pala plana, la selección nunca había ganado a Irlanda y en la fase previa lo hizo dos veces para meterse por primera vez en su historia en la fase final. En cricket, ese deporte que sólo se juega en masa en los países de la Commonwealth, ningún español había sobrepasado el 33% de acierto en el bateo y Doyle es el tercer mejor de este Europeo con un 50,4%.

Si a España le da por ganar a Inglaterra, semifinalista en el último Mundial, el próximo jueves, quizá haya incluso un pequeño ‘boom’ del cricket en un país que apenas lo conoce. Hoy en día España cuenta con unos 6.000 practicantes repartidos en un centenar de clubes, pero sólo existen tres campos de cricket acreditados (en Cártama, Cuevas del Almanzora y La Manga) y los tres son privados, parte de urbanizaciones para ingleses. El resto son campos de béisbol reciclados e incluso de golf.

Esos conjuntos se nutren mayoritariamente de inmigrantes de India, Pakistán y Bangladesh, varios de ellos de segunda generación, ya nacidos en España, pero en la selección también hay algunos no residentes con ascendencia española. Es el caso de Daniel Doyle. “Mis abuelos maternos son de Madrid y de Segovia. Mi abuelo fabricaba piezas para coches y en los años 60 emigró primero a Brasil y después a Sudáfrica, donde ya nació mi madre. Yo no sabía que en España se jugaba al cricket hasta que un amigo mío, que está con la selección de Alemania, me lo dijo. Por eso envié el email a una dirección que encontré en la web. Me sorprendió al ver que me contestaban tan rápido”, relata Doyle que el noviembre pasado lo dejó todo para jugar unos amistosos de prueba ante Austria y Noruega e integrarse en la selección.

Las cuotas, un problema

Sin residencia fija, viviendo en casa de miembros de la Asociación, ha pasado a ‘online’ sus estudios de Magisterio en la Nelson Mandela University de Port Elizabeth y planea mudarse a Madrid o alguna otra ciudad con más tirón del cricket.

Detrás queda Sudáfrica y sus opciones de hacer carrera allí, donde según explica es muy difícil alcanzar la selección. “Podría conseguirlo, pero es muy, muy complicado. Ahora mismo hay un sistema de cuotas raciales y hay pocas plazas para jugadores blancos para que tengan más oportunidades los jugadores negros. Sólo los blancos realmente, realmente buenos están en la selección”, comenta Doyle. Por las reglas post-apartheid del cricket, en efecto, al menos seis jugadores no blancos deben estar en el once inicial de Sudáfrica y de esos seis dos deben ser negros.

“Estoy contento de haber dado el paso de jugar con España”, cierra el jugador que recuerda cómo celebró con la familia la victoria de España en el Mundial de 2010 en Sudáfrica y su primer viaje al país, hace cuatro años, para conocer sus orígenes. “Estuvimos en Madrid y Segovia y también en Sevilla y Mijas. Me encantó”, finaliza Doyle con las puertas del éxito cerradas en su país, Sudáfrica, pero las puertas de la historia abiertas en España.

kpd