Clara Aznar, la perla del skeleton español y aquel casting con puenting: “Quería saltar otra vez”

Clara Aznar, la perla del skeleton español y aquel casting con puenting: "Quería saltar otra vez"

Otra historia

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Con sólo 16 años, compite en la Copa del Mundo después de superar las pruebas mentales de su entrenador, el pionero Ander Mirambell.

Aznar, en una de sus competiciones.KBSF

El trineo barato de Ander Mirambell que se rompía solo con verlo y que tenía que remendar con silicona está hoy expuesto en el Museo Olímpico de Lausana. Los ralladores de queso que ponía en las zapatillas para frenar, su casco de moto, el mono de esquí prestado… Aquello ya es historia. Ahora España, con el propio Mirambell como seleccionador, compite en skeleton como cualquier otro país. Esta temporada una adolescente, Clara Aznar, de 16 años, participa en la Copa del Mundo, lo hace con el material de las mejores y con el apoyo suficiente para pasarse todo el invierno dando vueltas por Europa. Falta un tubo de entrenamientos en el país, en Baqueira, en Formigal o en Sierra Nevada, pero por todo lo demás…

“Hemos dado un salto enorme”, acepta Mirambell, que atiende a EL MUNDO por teléfono junto a Aznar desde Innsbruck, donde esta semana ella acabó en el Top 30. En enero disputará el Mundial junior en Noruega, regresará a la Copa del Mundo en Suiza o viajará a Corea del Sur para los Juegos Olímpicos de invierno de la juventud. Un tour que prueba que hay recursos.

Mirambell, quién le iba a decir que España en skeleton sería como Alemania en skeleton
[Ríe] Aún no, aún estamos un pelín por debajo. Nos falta consolidar la estructura, tener más staff, porque estoy yo solo. Pero no tiene nada que ver con mis inicios, por supuesto. Tenemos más medios para viajar, patrocinadores que nos ayudan y el proyecto avanza.

El proyecto es una locura que se le ocurrió a Mirambell antes de jubilarse y que recibió el apoyo de la Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI). En 2019, después de ser tres veces olímpico, organizó una suerte de casting para encontrar sucesores sobre el trineo y en los años posteriores fue creando un equipo que ya cuenta con ocho miembros. Entre ellos, Adrián Rodríguez o Ana Torres-Quevedo, que también compiten en Copa del Mundo, pero sobre todo Aznar, la más joven, quien guarda mayor potencial, el futuro es suyo.

A más de 120 kms/h volando boca abajo en el tubo le esperan, por ejemplo, los Juegos de invierno de Milán-Cortina d’Ampezzo 2026. «Me encantaría ser olímpica, es un sueño, pero estoy sólo en mi segundo año. Hay cosas de pilotaje que todavía me cuestan como, por ejemplo, rectificar dentro de las curvas cuando no entro como quiero», admite Aznar, que estudia primero de Bachillerato a distancia en el instituto José Manuel Blecua de su Zaragoza natal y que quiere compaginar su carrera en el skeleton con el grado de Medicina.

¿Cómo llegó al skeleton?
Por un anuncio de Instagram de las pruebas de Ander. Me lo envió mi madre. Yo había hecho atletismo y patinaje de velocidad y mi madre, a la que siempre le han gustado mucho los deportes de riesgo, me dijo que me apuntara. Fui a hacer las pruebas físicas a Madrid y las pruebas mentales a Calella y en octubre del año pasado, en Letonia, me tiré por primera vez con el trineo. La sensación de adrenalina fue una pasada.

Aznar fue la más destacada de su promoción por su potencia en las salidas, propia de su pasado en el atletismo, pero sobre todo por su cabeza. En una de las pruebas de selección que proponía Mirambell, una jornada de puenting, hubo incluso que pararla. «Llevaba a todos los candidatos hasta el borde con los ojos vendados y allí, al quitarles la venda, observaba su reacción. Luego les pedía que se tiraran y que en el aire lanzaran una pelota a la derecha o a la izquierda, donde yo les decía. Muchos dudaban. Clara se tiró dos veces y aún quería hacerlo una tercera», recuerda Mirambell, que fantasea con un podio español en la Copa del Mundo o hasta en los Juegos Olímpicos, pero que sobre todo pelea para que el skeleton siga vivo en España.

De momento ha conseguido que haya una pista de arranque en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y, entre otras cosas, que en las instalaciones Pedro Jiménez, el actual entrenador de Bruno Hortelano, ayude a sus pupilos. «Si lo puedo compaginar con los estudios como hasta ahora me encantaría seguir con el trineo y ver hasta dónde puedo llegar», finaliza Aznar, una española que compite en skeleton casi como si fuera alemana. El material casero que utilizaba Mirambell ya es historia.

kpd