J. J. Spaun, un voluntarioso trabajador latino, campeón del US Open: "Sólo traté de seguir esforzándome, lo que hice toda mi vida"

J. J. Spaun, un voluntarioso trabajador latino, campeón del US Open: “Sólo traté de seguir esforzándome, lo que hice toda mi vida”

Actualizado Lunes, 16 junio 2025 - 19:12

La historia de J.J. Spaun parecía condenada a ser una más de las tantas que suceden en el mundo del deporte. Un jugador modesto que se atreve a desafiar a los más grandes en los mejores escenarios y que termina ahogado en su intento. Así transcurría este domingo el desenlace del US Open, donde Spaun arrancó con cinco bogeys en sus seis primeros hoyos. Fin. Cuarenta golpes en los primeros nueve hoyos y todo parecía tener un final cruel, como en el pasado The Players Championship, donde cayó en el desempate del lunes frente a Rory McIlroy.

Sin embargo, las bocinas salvadoras sonaron y el juego en Oakmont se interrumpió durante 96 minutos. Una tormenta descargó con fuerza, Spaun se cambió de ropa, se relajó y volvió al campo como si fuera un jugador diferente. Dos horas y media más tarde, dejaría para siempre su estatus secundario.

El nuevo ganador del US Open nació de la unión de un padre mexicano (habla perfectamente castellano) y una madre filipina tan obsesionada con el golf que el primer swing de J.J. fue cuando aún estaba en su interior: Dollie Spaun continuó jugando en el campo de pares 3 de South Pasadena (California) hasta el octavo mes de gestación.

Aptitudes desde la infancia

Cuando era un niño, enseguida mostró buenas habilidades como golfista y con el manejo del skate, aunque nunca destacó de forma extraordinaria. "Solo traté de seguir esforzándome, lo que hice durante toda mi vida", comentaba emocionado en la jornada final del US Open como metáfora de su propia vida. "Mi planteamiento fue que, por mal que fueran las cosas, tenía que comprometerme con cada golpe. Seguí luchando. Afortunadamente, lo hice en los nueve segundos, las cosas se alinearon... y aquí estamos con el trofeo".

Así analizó su victoria un jugador que comenzó en el Circuito Canadiense, donde en sus primeros años apenas acumuló 800 dólares en ganancias, interesante contraste con el cheque de 4,3 millones que se embolsó el domingo. Después de las penurias iniciales en 2015, logró proclamarse jugador del año en el Circuito Canadiense y ascender al Korn Ferry Tour, segunda división del PGA Tour.

"No fui preparado para ser profesional. Todo sucedió paso a paso. Junior golf, golf universitario, me hice profesional... y ahora estoy aquí con el trofeo del US Open", insistía Spaun. Nunca fue favorito, no se formó en academias de élite ni jugó con los mejores juniors de Estados Unidos; disputó torneos normales de club, de los que se organizan cada domingo, y todo lo que logró fue paso a paso. Sin embargo a base de cavar, ascendió al PGA Tour y logró ganar en Texas en 2022, su única victoria hasta la de este domingo.

Una madrugada caótica

En la fecha definitiva todo empezó mal, salió nervioso y agotado en el tee del hoyo uno, a mitad de la noche su hija enfermó y tuvo que recorrerse de madrugada el centro de Pittsburgh en busca de una farmacia de guardia. "Vomitó toda la madrugada. Fue un inicio de día caótico. No la culpo por mi mal comienzo, pero encajaba con todo lo que estaba ocurriendo", describió en la rueda de prensa.

Por si fuera poco, en el hoyo 2, el destino retorció un poco más las ilusiones del norteamericano. Pegó un gran segundo golpe, pero su bola impactó en el mástil de la bandera y salió despedida fuera de green. De una oportunidad clara de birdie a un nuevo bogey. "Todos hicieron '¡oooh!' en vez de aplaudir y supe que había pasado algo raro. Fue una situación de dos golpes", relató sin amargura. Reaccionó con un simple gesto de resignación. Nada de rabietas. "Es el US Open. No puedes permitir que la frustración te domine tan temprano".

El 'putt' de Spaun en el hoyo 18 que le dio el triunfo en Oakmont.

El 'putt' de Spaun en el hoyo 18 que le dio el triunfo en Oakmont.EFE

Afortunadamente, el parón fue un regalo del cielo: "Me vino bien. Reinicié todo" y, en los segundos nueve hoyos, pasó al ataque. Se acordó de un consejo que Tiger Woods dio a Max Homa. "No hay que hacer nada loco en un US Open, solo mantenerse ahí. Y hoy lo recordé: estaba cuatro golpes atrás antes del parón y en cuatro hoyos ya estaba empatado en la cima".

Y en el 18, la apoteosis, un putt de casi 20 metros para convertirse en ganador de major y ser el único superviviente a Oakmont bajo el par. Hace un año, Spaun estaba al borde de perder la tarjeta. Es campeón del US Open. ¿La clave? "Aceptar que, si esto se acababa, iba a caer luchando. Así me lo dice mi coach: 'si vas a fallar, hazlo intentando el golpe que quieres. Ve hasta el final'".

Spaun también convive con una diabetes que le hace estar permanentemente controlado. "Fue como un cuento. Todo se dio como si estuviera escrito. En medio de la niebla, con mi familia ahí... simplemente mágico", la voz se le entrecortaba. No solo es una victoria, es el respeto de todo el mundo. J.J. Spaun jamás volverá a ser ese jugador invisible. En Oakmont, además del trofeo y el cheque, ganó el crédito suficiente para demostrar que hay otras formas para llegar a la cima tan respetables como el talento.

El putter complica la pelea a Jon Rahm en el infierno de Oakmont

El putter complica la pelea a Jon Rahm en el infierno de Oakmont

Actualizado Sábado, 14 junio 2025 - 02:27

Esta noche, Jon Rahm soñará con la poa de los cristalinos greenes de Oakmont. El de Barrika ha dado un paso atrás en la segunda jornada del US Open tras un aciago día donde el español sufría cada vez que empuñaba el putter.

Rahm terminó con una ronda de 75 golpes (+5), concluyendo con un acumulado de cuatro sobre el par tras los primeros 36 hoyos y un puesto entre los 25 primeros del tercer major del año. Hasta seis opciones claras de birdie se escaparon durante la jornada, a las que hay que unir el bogey en el 9 con un putt fallado de tres metros o el doble bogey del 11 con tres putts, el último de ellos corto. Lo peor es que muchos de los putts estuvieron bien tirados, pero la bola o se paseaba por el hoyo o no terminaba de caer. Resultó frustrante ver los segundos nueve hoyos plagados de oportunidades bien encaminadas, donde la bola se escapaba en el último momento del agujero ante la desesperación del dos veces ganador de major. "Quien haya visto la vuelta, la diferencia está en meter putts, no he metido ni uno y así es imposible", afirmaba el español. "Es un campo que te frustra, es duro... Si meto tres putts igual hubiera cambiado el panorama", concluía.

Ha sido una dura prueba para la paciencia de Rahm, que, en un análisis frío, mirando la parte alta de la clasificación, todavía se ve con opciones de victoria. Solo tres jugadores terminaron bajo el par y la desventaja con el líder se cifra en 7 golpes.

Incluso con la llegada tímida de la lluvia a última hora de la tarde, el US Open y Oakmont se asociaron en una perfecta carnicería, donde el corte se situó en +7. Siete jugadores acumularon tras dos rondas un resultado de +20 o peor, más de la mitad de los que lo hicieron bajo el par.

Rory McIlroy (+6) entró sobre la bocina gracias a un birdie en el último hoyo. Peor suerte tuvieron Bryson DeChambeau (+10), Joaquín Niemann (+10) o Justin Thomas (+12).

Con un +12 final tras dos rondas de 76 golpes, Josele Ballester tampoco logró estrenar su palmarés profesional con un corte superado. De nuevo, el de Castellón fue penalizado por unos deficientes números desde el tee de salida. Por segundo día consecutivo, Josele solo pudo coger 4 de las 14 calles. "He dado todo lo que tenía, sabía que no venía con buenas sensaciones... Son enseñanzas que me llevo para el futuro", concluía el español, que se mostraba crítico con su juego: "Tengo que reflexionar, porque hay varios aspectos de mi juego que me separan de competir al máximo nivel con esta gente. Adaptarse al golf profesional es más difícil de lo que pensaba y me va a llevar mi tiempo".

En medio de toda la masacre, Sam Burns pareció haber jugado un torneo diferente a la batalla librada hoy en Oakmont. Sus 65 golpes en estas condiciones seguramente serán la mejor ronda que vayamos a ver en esta temporada. Estadísticamente, Burns mejoró en golpes ganados a la media del torneo en casi 10 golpes, una auténtica brutalidad que refleja un resultado histórico que debería estar a la altura del récord de 63 golpes de Johnnie Miller en 1973. Burns es líder en solitario con -3, flanqueado en el podio de supervivientes por JJ Spaun (-2) y el noruego Viktor Hovland (-1). Quien tampoco ha dicho su última palabra esta semana es el número uno del mundo, Scottie Scheffler, que con 71 golpes se sitúa con +4, compartiendo el puesto 23 con Jon Rahm. "Si no llueve, se ganará en torno al par", vaticinaba 'Rahmbo', enfocado en un resultado de -4 de cara al fin de semana. "Por supuesto que se puede", afirmaba para la esperanza.

Jon Rahm doma a 'driveazos' el campo más difícil del mundo

Jon Rahm doma a ‘driveazos’ el campo más difícil del mundo

Actualizado Viernes, 13 junio 2025 - 02:20

Para muchos de los 154 participantes en el US Open de golf, Oakmont es el campo más complicado del mundo y así ejerció durante gran parte de la primera jornada. Un total de 16 tarjetas tocaron los 80 golpes y solo 10 lograron bajar del par del campo. "Es probablemente el campo más difícil que he jugado nunca", reconocía el máximo favorito Scottie Scheffler tras firmar 73 golpes. La buena noticia es que, entre los supervivientes bajo el par, está un español, Jon Rahm. El de Barrika dejó una esperanzadora tarjeta de 69 golpes (-1), curiosamente el idéntico resultado con el que ha comenzado los últimos cinco US Open, incluyendo el de 2021, la única victoria del golf español en el abierto norteamericano.

El juego largo de 'Rahmbo 'marcó la diferencia. Jon Rahm se convirtió en el mejor driveador de la jornada, combinando las estadísticas de distancia y precisión desde el tee de salida. "He jugado muy bien al golf hoy, quizás la diferencia ha estado desde el tee de salida", analizaba al término de la jornada. La consecuencia de jugar tantos golpes desde la calle es que solo falló 4 greenes, aunque lamentablemente el juego corto no estuvo a la altura del largo. Los dos únicos bogeys llegaron en el hoyo 11, donde se pasó al diabólico rough con un hierro corto en las manos, y en el hoyo 6, donde firmó el error con tres dolorosos tres putts. El momento culminante de la jornada llegaría con la racha de birdie en el 3 (jugó perfecto el hoyo) y el eagle en el hoyo 4, tras dos potentes golpes con driver y madera 3, y un putt de unos cuatro metros. Tuvo que esperar el jugador de Barrika 12 hoyos para neutralizar el primer fallo del día. La experiencia de nueve US Open en su carrera ha mostrado al español que la paciencia es la mejor de las virtudes en semanas como estas.

De lo contrario, pueden llegar los estragos. Rory McIlroy coqueteaba con los puestos de cabeza con un -2, cuando los primeros nueve hoyos de Oakmont exprimieron su templanza hasta castigarle con 41 golpes y terminar con un acumulado de +4. Con un golpe menos, +3, concluía Scottie Scheffler, número uno del mundo. También finalizó Bryson DeChambeau con +3, inicio complicado para otro de los favoritos.

Rahm concluyó los primeros 18 hoyos compartiendo la sexta posición a solo tres de JJ Spaun, indiscutible líder del torneo con 66 inmaculados golpes en una jornada sin ningún borrón en su tarjeta. Palabras mayores en un US Open en Oakmont.

El otro español en liza, Josele Ballester, acumuló seis bogeys por los primeros nueve hoyos, donde en ningún momento pudo adaptarse a la velocidad y dureza de los greenes. El español, reciente fichaje de los Fireballs, reaccionó con un meritorio resultado del par por los nueve segundos de Oakmont, donde acumuló dos birdies y dos bogeys. Josele, que empezó tripateando en el primer hoyo del recorrido, reconoció los nervios iniciales de una cita de estas características, jugando además al lado de Bryson DeChambeau y Xander Schauffele.

Los peores números de largo de Josele vienen desde el tee de salida. En unas condiciones tan exigentes del rough de Oakmont, Josele solo cogió cuatro de 14 calles en este primer día, y en consecuencia, jugando tantas veces fuera de posición, el español solo fue capaz de coger la mitad de los greenes. La buena noticia del día fueron sus números con el putter, donde el golfista de Castellón ganó casi tres golpes con respecto a la media del torneo, colocándose cuarto en esta estadística. Lamentablemente, Josele cerró con dos bogeys dolorosos en el 17 y 18 para dejar ese +6 inicial que le relega provisionalmente al puesto 99º de la clasificación.

Jon Rahm regresa a Oakmont, donde disputó su primer grande: "Sabía que era capaz de competir con los mejores"

Jon Rahm regresa a Oakmont, donde disputó su primer grande: “Sabía que era capaz de competir con los mejores”

Actualizado Miércoles, 11 junio 2025 - 22:10

La llegada del tercer major del año a Oakmont sugiere un nostálgico viaje en el tiempo, directamente al año 2016, cuando en estas mismas horas previas al comienzo del grande más fiero del calendario un joven del norte de España deslumbraba con su juego y determinación. En los principales torneos amateurs tiraba palos con la misma facilidad con la que hacía los birdies necesarios para adornar un palmarés de leyenda. Todavía siendo aficionado e icono en Arizona State, Jon Rahm nos abría las puertas de su cuartel general ante su debut en los torneos del Grand Slam y su despedida del mundo de los aficionados.

En una casa alquilada a pocos metros del campo de golf, Rahm esperaba al otro lado de la puerta. Tenía 21 años, un polo naranja de Adidas, unos pantalones grises y la gorra de los Diablos del Sol, el mismo atuendo con el que horas antes había jugado su última ronda de prácticas como amateur al lado de Sergio García y Rafa Cabrera Bello, en, probablemente, el trazado más temido del golf.

En aquel recorrido por la ilusión, nos topamos con su padre, Edorta, y su hermano Erizt curioseando en un portátil en el salón, o Tim Mickelson en pijama, hermanísimo de Phil y el primer mentor del golfista de Barrika en Arizona State. Eran otros tiempos, todos sabíamos que de alguna forma aquel US Open sería el comienzo de algo sobresaliente para la historia del golf español.

Han pasado solo nueve años, pero la vida de Rahm poco tiene que ver con la de aquel jovencito de Barrika. Convive esta semana con su mujer y sus tres hijos y es uno de los deportistas mejor pagados de la historia. En su palmarés, además, cuenta con 22 títulos, entre ellos dos majors. «Afortunadamente, había tenido buenas actuaciones en eventos del PGA Tour antes de debutar aquí. Creo que tenía dos top 10, uno en Phoenix y otro en Mayakoba. En ese momento, estaba completamente confiado en que tenía lo que se necesita. Sabía que era capaz de competir con los mejores jugadores del mundo », recordaba esta semana de aquel debut. El español tuvo una primera ronda complicada en majors, repleta de suspensiones por meteorología adversa, y terminó sus primeros 18 hoyos el viernes por la mañana con un inicio de +6.

Mejor jugador amateur

«En la primera ronda tuve un doble bogey y un triple, y me costó mucho; tuve que salir el sábado por la mañana después de estar todo el viernes sentado sabiendo que tenía que hacer un buen resultado para parar el corte. Hacer uno bajo el par fue algo muy grande», recordaba el de Barrika, que terminó el torneo entre los 25 primeros y con la medalla de mejor jugador amateur.

Jon Rahm, hace nueve años, en su casa alquilada al lado del campo.domicilio.

Jon Rahm, hace nueve años, en su casa alquilada al lado del campo.domicilio.Hugo Costa

Este año llega sin victorias. Todas sus semanas se cuentan por top 10 en LIV, pero aún gestiona las sensaciones agridulces del PGA Championship en Quail Hollow, donde llegó a empatar en el liderato con Scottie Scheffler. «Con gusto cambiaría muchos de mis top10 por más victorias», explicaba en la sala de prensa el español antes de hacer un análisis plagado de honestidad. «Soy realista en este caso. He estado jugando muy buen golf, sí, pero estaría mintiendo si dijera que no es más fácil tener top 10 en un torneo con una participación reducida. Esa es la verdad. Si hubiera jugado eventos con participación completa, ¿habría estado entres los diez mejores cada semana? No. Pero he estado jugando lo suficientemente bien como para decir que lo más probable es que habría estado dentro del top 30 cada vez».

Al lado de Rahm, Josele Ballester será el otro español participante esta semana. No llega el golfista de Castellón con la confianza en sus cotas más altas después de su debut en LIV Golf, tras finalizar en el puesto 50 con +7. «Es jodido verte que ahora estás lejos de los cracks», se sinceraba con el portal Ten Golf. El principal desafío para ambos y los 156 participantes en la 125ª edición del torneo será el rough denso y espeso en combinación con unos greenes duros y rápidos. El US Open siempre ha buscado la dureza como factor identificativo y, cuando la sede es Oakmont, esa circunstancia puede elevarse hasta cotas peligrosas. Ernie Els ganó aquí en 1994 con -5, Ángel Cabrera lo hizo con +5 en 2007 y en 2016 Dustin Johnson llevó el resultado ganador hasta -4.

Los números rojos siempre llegaron asociados a la lluvia que, en algún momento de la semana, dulcificó las condiciones de juego. Scottie Scheffler, número 1 del mundo y ganador de tres torneos este año, será el principal favorito, muy por delante de Rory McIlroy, que intenta solucionar los problemas de su driver.

Bryson DeChambeau gana el US Open y reivindica al LIV Golf

Bryson DeChambeau gana el US Open y reivindica al LIV Golf

Actualizado Lunes, 17 junio 2024 - 02:59

Un estallido de júbilo inundó el green del 18, Bryson DeChambeau agitaba sus fornidos brazos, gritaba fuera de sí, señalaba al cielo en alusión al mítico Payne Stewart, ganador en Pinehurst en 1999. El excéntrico golfista norteamericano acaba de ganar su segundo Us Open y lo ha hecho en un dramático desenlace mano a mano con Rory MclIroy. Muchos querrán ver en este torneo mucho más que una victoria, el triunfo rebelde del LIV Golf frente al poder establecido del PGA Tour. Que cada uno saque sus conclusiones, pero lo cierto es que el golf necesita un acuerdo.

El triunfo DeChambeau dejó latente lo dividido que esta este deporte. Eufórico 'el Científico' solo encontró el abrazo de reconocimiento de su compañero de LIV Sergio García, el único que lo esperó en el green del 18, ni rastro de más compañeros. La cara de Rory McIIroy se movía a caballo entre la piedad y la angustia, se dejó dos putts de par de un metro en los hoyos 16 y 18 en el camino a la derrota y regalar el título al enemigo. El norirlandés lleva ya 10 años de sequía en majors y unas cuantas tentativas tiradas al limbo. La frustración deportiva se acumula a los acontecimientos fuera del campo de golf, donde Rory siempre ejerció como líder de sus compañeros y se partió la cara por el PGA Tour frente a la 'amenaza árabe'.

Rory llegó a igualar la contienda con DeChambeau, que salió a los 18 hoyos definitivos con tres golpes de ventaja. Pero sus tres bogeys en los cuatro últimos hoyos, abrieron el torneo al norteamericano que no desaprovechó el regalo para convertirse en ganador del US Open por segunda vez tras la victoria de 2020. Bryson terminó con 71 golpes. +1 y -6 en el total, gracias a un magistral par en el 18, desde el búnker alejado de green y tras una salida nefasta. Volvió a hacer magia con su wedge Bryson para convertirse en el segundo jugador de LIV Golf tras Brooks Koepka en ganar un major.

Sergio García fue el mejor español terminando 12º. Culminó el español un buen US Open, aunque no lo suficiente para haber terminado en el Top-10 y asegurar su plaza para Oakmont en 2025. La historia volvió repetirse un día más, tres bogeys consecutivos de inicio, y 14 hoyos restantes de lucha con tres birdies y sin errores para pelear otra meritoria tarjeta de 70 golpes, lástima que en los últimos hoyos ninguna de sus oportunidades de birdie encontró hoyo y se quedó sin la guinda final de un puesto entre los 10 primeros. El capitán de los Fireballs logra su mejor resultado en majors desde el Masters de Augusta en 2017 donde consiguió la victoria. Han pasado siete años y 26 participaciones en torneos del grand slam desde entonces.

"Desafortunadamente nos vamos a quedar a las puertas de clasificarnos para el año que viene. En los últimos tres hoyos he tenido tres buenas opciones, tiré buenos putts pero no han querido entrar... Lo hemos peleado como un jabato, estoy muy orgulloso...", comentaba el capitán de los Fireballs a los compañeros de Movistar+ al terminar su ronda con sabor agridulce. Con la vista puesta ya en Nashville, en el torneo del LIV Golf que se disputa esta semana y en la previa del Open Championship que se tendrá lugar el próximo dos de julio y donde García intentará superar para poder disputar su major número 100.

David Puig, terminó con mal sabor de boca tras una abultada ronda de 78 golpes, los problemas llegaron especialmente desde el tee de salida, fruto del mal día terminó en el puesto 55º con +11.

DeChambeau se lleva un cheque de 4.3 millones de dólares, el más suculento en la historia de los torneos del Grand Slam.

Remontada 'olímpica' para David Puig, un cuento con final feliz en el Us Open

Remontada ‘olímpica’ para David Puig, un cuento con final feliz en el Us Open

Actualizado Sábado, 15 junio 2024 - 07:35

Cuando hace cuatro meses David Puig habló con sus managers y les expuso su deseo de recorrer 30.000 kilómetros en apenas 20 días para apurar sus remotas opciones de sumar puntos del ranking mundial y optar a los Juegos Olímpicos, debieron pensar que joven profesional de 22 años había perdido el juicio. Cancún, Las Vegas, Malasia, Omán, Arabia Saudí, Hong Kong, Miami, Australia, Kentucky, Singapur, California, Houston y finalmente Carolina del Norte esta misma semana de US Open. Esta ha sido la agotadora hoja de ruta de Puig desde el mes de febrero hasta hoy, todo con un objetivo que ha logrado hoy al pasar el corte en el Us Open de golf y lograr su plaza para disputar los próximos Juegos Olímpicos de Paris junto a Jon Rahm. "Ha sido una jornada dura de principio a fin, me encontrado mejor al principio pero he sufrido un poco más al final, estoy orgulloso de haber pasado el corte y de representar a España en los JJ.OO, es un sueño..", comentaba emocionado a las cámaras de Movistar+.

El quebradero de cabeza del Puig y su desventaja es que su calendario del LIV Golf (cuyos torneos no suman puntos del ranking mundial), solo le permitía este año competir en cuatro fechas del Circuito Asiático donde poder recolectar puntos del ranking mundial, y el golfista catalán hizo el máximo aprovechamiento de sus cuatro cartuchos; una victoria, un segundo puesto, un quinto y un décimo. El salto sideral le llevaba del puesto 2.819 del ranking mundial al 108 en poco más de un año. Por le camino se ganó su plaza para el Open Championship del próximo mes de julio y una invitación para el PGA Championship, donde no pasó el corte. La única opción de pelear las décimas de diferencia con Jorge Campillo, era clasificarse para el US Open y pasar el corte, la primera parte la logró arrasando en la previa clasificatoria que se disputó en California hace un par de semanas y la segunda gesta fue remontar los +6 de ayer para poder llegar al fin de semana y por fin celebrar su debut en Paris. Puig lo ha logrado gracias a una ronda de 68 golpes (-2).

Es la gran noticia del día que incluso eclipsa el buen papel de Sergio García que hoy terminó como el mejor español con 71 golpes. Un día que más que con el resultado, nos quedamos con la actitud de García. Hacía mucho tiempo que no se veía al golfista de Borriol tan sereno mentalmente y luchando cada situación en el campo por complicada que fuera, como el doblebogey del hoyo 2. García terminó el 16º con el par total a solo cinco golpes del líder el sueco Ludvig Aberg que en en el tercer major de su vida sigue deslumbrando.

Eugenio López-Chacarra, tercer español en liza, no tuvo su día y se quedó fuera del corte al terminar la primera parte del torneo con 73 y 75 golpes, ocho sobre el par en el acumulado.

Aberg tiene algo especial que hace que estemos ante un jugador que posiblemente marcará una época. En su debut en torneos majors hace un par de meses, solo Scottie Scheffler lograba superarle, al sueco le quedó el consuelo de haber establecido el mejor debut de la historia moderna del golf en Augusta National. Hace un mes fallaba el corte en el PGA Championship. Y el fin semana en el tercer torneo grande de su vida, Aberg lidera con -5 tras su jornada de 69 golpes. El sueco lidera con uno de ventaja sobre Bryson Dechambeau, Patrick Cantley y la revelación del torneo, el belga Thomas Detry, todos comparten la segunda posición con -4.

Hay que felicitar a la USGA por una de las mejores preparaciones de campo de los últimos años, tras la segunda jornada seguimos con solo 15 jugadores por debajo del par del campo, y pese a la ausencia de viento y al extremo calor, los jugadores se enfrentan a un durísimo test que no llega a ser una tortura para los golfistas, hoy hasta veinte jugadores hicieron bajo el par, una muestra de que jugando un buen golf, Pinehurst te da birdies y viceversa. De hecho, jugadores de la talla de Justin Thomas, Viktor Hovland, Max Homa o Dustin Johnson se han quedado fuera del torneo y otros grandes nombres como Rory McIIroy (+2), Patrick Cantley (+1) Brooks Koepka (+5) se han descolgado hoy con rondas sobre par. Otros como Francesco Molinari lograron meterse en el corte de forma milagrosa tras hacer un hoyo en uno en el par tres hoyo 9, el último de su recorrido, sería además el segundo hoyo en uno del día después del de Sepp Straka.

El corte terminó finalmente establecido en +5 y Scottie Shcheffler se quedó justo en el cuerda floja con +5, hasta que en el tramo final de la jornada se certificó que el resultado iba a ser suficiente para seguir en el torneo en el fin de semana, algo que no podrá hacer Tiger Woods (+7) en una lucha constante con su putter y los greenes de Pinehurst. Woods terminaba decepcionado y sembraba dudas sobre su continuidad en el US Open. "Puede que sea mi último Us Open o puede que no", contestaba a los periodistas.

"El Niño" se hizo mayor e irrumpe de nuevo en el US Open más duro

“El Niño” se hizo mayor e irrumpe de nuevo en el US Open más duro

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 03:43

Hace ya muchos años que Sergio García, ahora con 44 años, dejó de ser 'El Niño', son 25 años como profesional de golf, 99 majors disputados y 25 Us Open consecutivos, pocos jugadores pueden exhibir este curriculum, pero el golfista de Castellón lo hace orgulloso tras la primera jornada del Us Open donde, tras 18 hoyos impecables, se ha incrustado en el top-10 de este tercer major del año.

Y es que el pundonor no caduca, da igual que este jugado el LIV Golf, que sea multimillonario, Sergio siempre ha dado la cara y puede presumir de hacer rendido a su mejor nivel a lo largo de estas bodas de plata, plantando cara en cada década a los golfistas preponderantes en cada momento; desde Ernie Els o Vijay Singh, pasando por Tiger Woods y Jordan Spieth para llegar a Jon Rahm o Scottie Scheffler. El común denominador es que García siempre estaba al lado apretando los dientes.

En esta primera jornada además, García ha protagonizado un hecho extraordinario al firmar 69 golpes (-1) en 18 hoyos sin cometer ni un solo bogey, es solo la sexta vez que se logra esta hazaña en un Us Open en Pinehurst y el mejor comienzo de García en este torneo. En 2005, la última vez que el abierto de los Estados Unidos se disputó aquí, Sergio comenzó con 71 golpes y el domingo terminó tercero, su mejor participación en este evento. "Si me das 54 pares de aquí al domingo, me quedó en el sofá esperando a ver que pasa", admitía a Movistar+ a la vista de la extrema dureza de Pinehurst.

Solo 15 jugadores lograron hacer bajo el par en esta primera jornada del torneo, a pesar de que las condiciones meteorológicas y del campo fueron las más benévolas posibles. El torneo apunta a carnicería y bien lo sabe Rory McIIroy, uno de los dos líderes con 65 golpes (-5) logrando además emular a García con otra ronda sin un solo error. "Este torneo no se trata de cuantos birdies haces, sino de cuantos bogeys evitas", declaraba el norirlandés empatado en la primera plaza con Patrick Cantley en una perfecta definición del espíritu de este torneo.

Desgraciadamente no lograron ese objetivo el resto de españoles y Eugenio López-Chacarra terminó con 75 (+5) en su debut en majors, tras un comienzo desbocado, con birdie en el hoyo 3, doblebogey en el 4 y un eagle en el 5. Aún peor le fueron las cosas a David Puig que con 76 golpes (+6) se complica la clasificación olímpica. Para poder pasar el corte es presumible que mañana tenga que hacer una ronda de tres o cuatro golpes bajo el par de Pinehurst.

Tampoco fue el mejor día de Tiger Woods que inició el torneo con 74 golpes (+4) pese a arrancar el torneo con un birdie, con el mismo resultado terminó Dustin Johnson, mientras Bryson Dechambeau se coloca de forma notable con 67 golpes (-3), cuarto empatado en la clasificación. El número uno del mundo Scottie Scheffler aguantó como pudo las embestidas del recorrido y sostuvo un resultado que finalizó con +1, 71 golpes que se antoja una gran ronda de golf para el mal juego exhibido del golfista tejano ganador este año de cinco torneos.

García partirá desde la novena plaza con las buenas sensaciones de una jornada de juego casi perfecta; "de las mejores vueltas en las que le he pegado a la bola desde el tee de salida". Sus números así lo avalan: 16 de 18 greenes en regulación y 13 de 14 calles cogidas. Unas estadísticas solo igualadas por Ludving Aberg, el chico prodigio sueco, que está otra vez arriba en un major, arrancó tercero en solitario con 66 golpes (-4), uno menos que el francés Matthieu Pavon, la sorpresa de este 2024 que hoy firmó la proeza en un US Open de conseguir dos eagles.

"He estado muy fuerte de cabeza", concluía Sergio García a los medios españoles desplazados a Pinehurst. Un discurso radicalmente contrario a lo que estamos acostumbrados a oír de García en las grandes citas y que más allá del gran resultado de hoy nos hace albergar esperanzas en los próximos tres días de US Open, donde la paciencia y la cabeza serán los principales aliados o enemigos de los jugadores.

David Puig se clasifica para el US Open y apunta a los Juegos Olímpicos

David Puig se clasifica para el US Open y apunta a los Juegos Olímpicos

Actualizado Martes, 4 junio 2024 - 15:21

David Puig ha recorrido miles de kilómetros este año en busca de un sueño que nadie veía factible, excepto para el propio golfista de 22 años. Esta madrugada, el jugador que disputa el LIV Golf logró el penúltimo golpe de efecto: clasificarse para el US Open, el tercer major de la temporada. La circunstancia adquiere matices casi épicos si tenemos en cuenta que, este año, disputará tres de los cuatro torneos del Grand Slam (no jugó el Masters) habiendo tenido acceso únicamente al Circuito Asiático, donde su calendario solo le permitió jugar cuatro torneos.

El golfista español dio una exhibición en el recorrido de Lake Marced en San Francisco, donde 84 jugadores competían con solo cuatro plazas en juego para el US Open. Sus rondas de 68 y 64 golpes, le sirvieron para ganar esta previa firmando un total de 12 birdies sin cometer ni un solo error. Con su brillante clasificación, Puig será el tercer español en Pinehurst, tras Jon Rahm y Eugenio López-Chacarra, que también se metió en las previas.

El deportista catalán se comprometió hace un par de temporadas con el LIV Golf, donde este año fue traspasado a los Fireballs, el equipo de Sergio García. Al ser jugador de la Liga Saudí, el Puig tiene bloqueado el acceso a los dos grandes circuitos (PGA Tour y DP World Tour) y la única vía de escape para disputar torneos con ranking mundial era competir en el Circuito Asiático, con muchos menos torneos y puntos. Aún así, y a base de miles de kilómetros recorridos, el catalán aprovechó el principio de temporada para poder disputar las citas asiáticas que le dejaba su calendario. De los cuatro torneos disputados, logró cuatro top-10, con una victoria y un segundo puesto incluidos. En consecuencia de estos buenos resultados, Puig se clasificó para el Open Championship, recibió una invitación para el PGA y subió en el ránking mundial hasta casi alcanzar el top-100.

Plaza olímpica

Gracias a su rendimiento, también logró liderar la lucha por la segunda plaza Olímpica (Rahm tiene su puesto asegurado) sin embargo, en las últimas semanas, su calendario no le ha permitido disputar torneos con ranking mundial y la lucha por acompañar al vasco en París se ha estrechado a falta de unos días para el cierre de la clasificación, que será justo tras la finalización del US Open el próximo 16 de junio.

Con solo dos semanas de competición por delante, ésta se disputa en Europa el Volvo Car Scandinavian Mixed, un torneo mixto que no reparte demasiados puntos para el ranking mundial, pero donde Jorge Campillo (117), Adrián Otaegui (115) y Nacho Elvira, algo más rezagado (136), intentarán superar a Puig, que ahora ocupa el puesto 113 del mundo. Además, Pablo Larrazábal, que se encuentra en la posición 135, no tendrá la posibilidad de alcanzar el puesto Olímpico al no competir esta semana en Europa.

Independientemente de lo que suceda esta semana, la que dictará sentencia será la última del US Open, con muchos más puntos a repartir y donde David Puig, con su clasificación, ha dado un golpe de efecto para lograr ese sueño que acaricia, ser golfista Olímpico.