Fermín y Camello lideran a la España de los antidivos que sí sabe ganar el oro

Fermín y Camello lideran a la España de los antidivos que sí sabe ganar el oro

Esta es la España que sí sabe ganar, frente al anfitrión, frente a la atmósfera o contra las adversidades. Es la España de los antidivos, como lo era Fermín López, autor de dos tantos para remontar en la final, hace unos meses y lo es Sergio Camello, un futbolista comprado por el Rayo al Atlético a precio de saldo, que cerró la final con dos goles en la prórroga como lo hacen los grandes, sutil y mortal. Es la España que conoce bien Santi Denia, aunque no lo hagamos los demás, un entrenador de silencios, pero un entrenador independiente, fuera ante Luis Rubiales, al que no aplaudió en la Asamblea de la vergüenza, o ante quien sea. El título olímpico premia una forma de ser y de hacer que no está de moda, pero, hoy, es de oro.

La victoria del fútbol masculino llega en un clima depresivo para los equipos españoles, a la espera de las mujeres del waterpolo, una selección de época. Las selecciones olímpicas de fútbol, en cambio, son efímeras debido a la normativa, que sólo permite menores de 23 años con tres excepciones, pero la que se impuso a Francia (3-5) en el Parque de los Príncipes se ha ganado que su recuerdo permanezca, como lo hizo la del 92. El oro del fútbol se ha hecho esperar 32 años. Está de vuelta.

Ese oro regresa en un año especial, el mismo en el que España ha conquistado la Eurocopa para lograr un doblete que únicamente consiguió Francia hace 40 años, al ganar en su Eurocopa y en Los Ángeles'84. El primer título lo levantó en el mismo Parque de los Príncipes donde pierde esta final y a costa de España, en cuya portería Arconada tuvo un fallo que marcó injustamente de por vida a un portero colosal. Del mismo modo empezó la final olímpica, cuando Arnau Tenas no pudo despejar un disparo de Millot que acabó por introducir en su portería. Maldito destino.

Seis goles en el torneo

Un gol nada más empezar para inflamar a Francia, desbocada y vertical en su arranque. Es lo que hace porque es lo que tiene, no más. Thierry Henry no pudo contar con Mbappé, el capricho de Emmanuel Macron, pero tampoco con futbolistas en edad de ser olímpicos, como Leny Yoro, fichado por el Manchester United. También a Santi Denia le habría gustado contar con Lamine Yamal, pero los precedentes aconsejaban cautela. El pacto con el Barça y la absoluta de que fuera Fermín quien jugara ambos torneos resultó providencial.

Con dos goles en la final, seis en el torneo, Fermín es el futbolista de los Juegos, aunque el marroquí Rahimi sume dos tantos más. No han sido, además, goles de granero, sino claves, fuera ante Japón, Marruecos o Francia. En el Parque de los Príncipes lo hizo para empatar y adelantar a España con las llegadas al área que lo convierten en un futbolista indescifrable. Se mueve entre las líneas con una intuición natural para caer en el espacio de la muerte. Los compañeros lo buscan como lo hace la pelota. Cuando llega, pega, no titubea. Primero marcó por el centro y después a la caza de la segunda jugada, tras el rechace del portero Restes, siempre al primer toque. Un control puede ser una duda.

Los dos goles llegaron como consecuencia de lo que España necesitaba para cambiar la tendencia del partido: tener la pelota y asociarse. Si jugaba a la carrera y el choque, era peor que Francia, con el gigante Mateta en el área; si jugaba a la pelota, era mejor que el adversario. Lo sabía Henry. Por eso reclamó al público que llenara el estadio y no dejara de animar. Que donde no llegara el equipo lo hiciera la atmósfera. Cumplieron los franceses, pero el público olímpico, más festivo, no es el que acude a los partidos del PSG.

Fermín anota el 1-2 en el Parque de los Príncipes.

Fermín anota el 1-2 en el Parque de los Príncipes.AFP

Si en el primer gol de España fue Baena quien encontró a Fermín en el espacio dejado por los centrales -con mucha dificultad para seguir los movimientos de un jugador que no da referencias- en el segundo la acción fue más coral, síntoma de una España ya dominadora. Cubarsí lanzó a Miranda, cuyo centro fue rematado por Abel Ruiz. Al rechazo llegaba Fermín, mitad halcón, mitad hiena. Llegados en el margen de siete minutos, Francia sintió el efecto y España lo aprovechó para poner más distancia, gracias a una falta muy bien lanzada por el jugador del Villarreal y mal interpretada por el portero galo.

El valor de las canteras

El gol y la asistencia señalan, asimismo, a Baena como uno de los jugadores del torneo. Es, junto con Fermín, el otro de los campeones olímpicos que disputó la Eurocopa. El doblete de ambos sólo tiene un precedente en la historia, y es el del portero francés Albert Rust en 1984. En la absoluta era suplente de Joël Bats. La juventud del fútbol español que ya se proyectó en la Eurocopa, con Lamine Yamal o Nico Williams, continúa en estos Juegos, con el propio Fermín o Cubarsí, oro olímpico a los 17 años y el futbolista más joven en París. Yamal lo fue de la Eurocopa que también conquistó. Ambos torneos dejan un mensaje positivo para las canteras y, en concreto, para la del Barcelona. La crisis no ha podido con ella. También para la del Atlético, donde creció Camello.

Henry movió el banquillo nada más iniciarse la segunda mitad, en la que Francia aceleró en la velocidad y la presión, pero con escasa claridad. Un lanzamiento al palo y dos disparos de Kone permitieron a Arnau Tenas redimirse del error que abría la final, otro jugador de la cantera azulgrana, pero nada pudo hacer ante la falta lanzada por Olise, que acabó en la red sin que nadie la tocara, dada la falta de contundencia de la defensa española.

La celebración española del 1-3, obra de Baena.

La celebración española del 1-3, obra de Baena.AFP

Ya sin Fermín, exhausto, y Baena, los dos mejores españoles del torneo y de la final, sobre el campo, España quiso administrar sus salidas y jugar con su ventaja, el reloj y los nervios de Francia. Estar en tu área es un peligro constante. El ligero contacto de Miranda con Nkambadio acabó en el VAR. Fue un penaltito. Mateta, pese a la presión, no dudó.

La prórroga aparecía como el peor escenario, sin los mejores ya sobre el campo y con Francia rearmada moralmente, en mitad de los temblores del cemento del Parque de los Príncipes. España respondió a los tambores con dos notas de violín de Camello ante el portero, una en cada parte de la prórroga. Las notas de una balada de oro.

Francia despide a Mbappé: “Real Madrid y Pérez: 1, Federación y Macron: 0”

Actualizado Martes, 4 junio 2024 - 00:11

Tras meses de rumores, varios intentos elíseos por amarrarle, negociaciones y controversias, por fin se hace oficial que Kylian Mbappé ficha por el Real Madrid. Francia le dice adiós. El anuncio se produce después de que el equipo blanco se hiciera el sábado con su decimoquinta Champions frente al Borussia, equipo que eliminó en semifinales al PSG, equipo en el que ha jugado Mbappé los últimos siete años y que no ha podido retenerle.

El Real Madrid le ha ganado el pulso, no sólo al equipo parisino, sino al propio presidente, Emmanuel Macron. Éste quería que Florentino Pérez le dejara jugar con la camiseta de la selección francesa en los Juegos Olímpicos que se celebran este verano en París. De momento jugará la Eurocopa (14 junio-14 julio), pero no está en la pre lista de los convocados desvelada este lunes.

El diario Le Figaro ilustra el desenlace de este pulso con el siguiente titular: "Real Madrid y Pérez: 1, FFF (Federación Francesa de Fútbol) y Macron: 0. La presencia de Mbapée en los Juegos Olímpicos "habla de la fuerza de persuasión de la FFF, de la ministra de Deportes y del presidente Macron. En este caso, un fracaso, un fiasco", dice el medio.

La frustración por la (casi segura) ausencia de Mbappé en los Juegos es evidente. El propio seleccionador, Thierry Henry, confesó: "las personas del Real Madrid con las que he hablado han sido bastante directas". El pasado mayo, hubo un encuentro en el Elíseo entre Macron y Florentino Pérez. El día 3 de julio se conocerá la lista definitiva de convocados, pero no parece que el club madrileño vaya a cambiar de opinión.

El anuncio del fichaje, un secreto a voces desde hace meses, se sabe desde esta mañana, porque las cámaras han captado un intercambio entre Mbapeé y Macron en el que éste le pregunta: "¿Se anuncia hoy?". "Esta tarde", responde el futbolista.

El deportista, criado en Bondy, en la periferia parisina, no sólo ha sido la super estrella del PSG. Era un activo para Francia. La historia de su marcha ha sido casi un asunto de Estado. Los intentos de Macron por retenerle funcionaron una vez, cuando se especuló con su salida del equipo parisino, pero no esta vez.

Mbappé jugó su último partido con el equipo parisino hace unas semanas, sin especial ovación, y la prensa le criticó cuando el PSG perdió las semifinales frente al Borussia. Mbappé no ha conseguido ganar ninguna Champions con el equipo o, como dicen algunos medios, "no ha logrado darle ninguna Champions" al club. Tampoco se ha hecho con el Balón de Oro. Son dos de sus desafíos en el equipo blanco.

Mbappé decidió hace un año no renovaren el PSG y nunca ha ocultado su fascinación por el equipo blanco. En 2012, cuando tenía 14 años, visitó el centro de entrenamiento del equipo, invitado por Zinédine Zidane, otro de los grandes activos de Francia, no sólo en el ámbito deportivo.

La prensa francesa se pregunta cómo se integrará Mbappé en el vestuario blanco, "muy cosmopolita", como lo define Le Monde, y donde hay ya grandes estrellas, entre ellas los también franceses Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouaméni.