200 veces Scariolo en vísperas de uno de sus mayores desafíos con la selección: “He aprendido muchísimo”

Actualizado Jueves, 4 julio 2024 - 00:35

Han transcurrido 200 partidos (ya sólo por detrás de Antonio Díaz Miguel), 15 años (con el impás de los dos torneos en los que Orenga estuvo al frente de la selección en 2013 y 2014), ocho medallas y 155 victorias. Un extraordinario periplo en el que Sergio Scariolo firmó episodios inolvidables con España. Ante Angola en La Fonteta, el italiano estaba de aniversario. Otro triunfo pero un desafío total este fin de semana con el objetivo de no descabalgar a la selección del que fue su lugar natural todo este tiempo, estar en los Juegos con las 12 mejores en unas semanas.

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Serían los cuartos para el de Brescia, nada menos. Otra muesca más en su leyenda. De momento, el Preolímpico cumple las expectativas. Sin demasiadas alharacas, pero tampoco sin más sudores de los esperados. El paseo ante Líbano dio paso a un duelo mucho más áspero ante Angola. Pero España supo contrarrestar "la 'fisicalidad'" africana. Perdió el rebote, pero consiguió manejar sus cualidades, su "superioridad técnica individual y de calidad ofensiva" para ganar incluso sin Juancho Hernangómez.

Es precisamente el madrileño del Panathinaikos uno de los desvelos del seleccionador. Aunque las pruebas no han mostrado lesión, las molestias en su aductor le hacen ser más que duda para el fin de semana. "Casi no puede ni caminar con normalidad. Va día a día", puntualizó Scariolo. El sábado aguarda el ganador del Polonia-Finlandia que se disputa este jueves (20.30 h.). De superar ese primer obstáculo, será casi con toda probabilidad Bahamas el rival por el billete olímpico el domingo. Y, por lo visto hasta ahora, los caribeños exigirán una proeza. Buddy Hield y compañía asustan.

Pero antes de eso, España tiene dos días en Valencia para ponerse más a punto. A Scariolo se le intuye satisfecho y calmado. Alabó la labor de sus jugadores ante Angola, pese a perder el rebote, no acertar con demasiados triples y cometer algunos errores que no le permitieron romper en ningún momento la noche contra los de Pep Clarós. No hubo rumor de 'angolazo', pero tampoco florituras.

En la parte positiva, la conexión ofensiva recobrada entre Willy y Lorenzo Brown. Y, sobre todo, el salto de Aldama, todopoderoso aunque él todavía no se considera macho alfa en este grupo. "No necesariamente me siento un líder, me sale natural, con la experiencia. El año de reflexión (tras el pasado Mundial) me ha ayudado para entender a cómo ayudar al equipo. Buscar las maneras de ser más efectivos. Se trata de ganar todos los partidos. Lo que sí noto es una conexión mayor en el grupo con respecto al año pasado", explicó a pregunta de EL MUNDO el pívot de los Grizzlies.

El "mejor seleccionador que podíamos tener" en palabras de la presidenta Elisa Aguilar el día del acto de su renovación hasta 2028 (tendrá 67 años), se congratuló de la efeméride en sala de prensa, de sus 200 partidos y sólo 45 derrotas. "Es un motivo de orgullo. Muchos partidos, muchas victorias, alguna derrota... He aprendido muchísimo, hemos ganado muchos títulos y medallas pero he podido establecer relaciones personales y humanas con gente fantástica y esto es de lo que estoy más contento. Es importante celebrarlo con una victoria difícil, aunque no haremos una fiesta", reflexionó.

El paso al frente de Aldama rinde a Angola

Actualizado Miércoles, 3 julio 2024 - 22:39

Cuando se buscan asideros sobre los que sostener el presente, abanderados del porvenir de la selección, todos los focos se posan sobre Santi Aldama. No es para menos. En él se concentra el talento, el físico y el pedigrí de los elegidos. De él se aguarda el paso al frente para ser el líder de esta nueva España que transita por terreno ignoto. El canario de los Grizzlies (24 puntos) fue un tormento para Angola, un rival áspero en la Fonteta hasta el final. [89-81: Narración y estadísticas]

La selección cumple sin sobresaltos. Dos victorias en esta primera fase a la espera de la batalla del fin de semana. El ganador del Polonia-Finlandia (ambas derrotadas por Bahamas) de este jueves será su rival en semifinales del Preolímpico. La pujanza de Aldama, los puntos de Willy (22), el timón de Lorenzo Brown (11 asistencias) y los triples en el acto final fueron demasiado para estos 'hijos del angolazo' que maneja el español Pep Clarós. Pero también hubo espacio para los aspectos a mejorar, el acierto, el rebote, la defensa y los errores en el debe de los de Scariolo.

No iba a ser un paseo como el de 24 horas antes contra Líbano. El físico angoleño impide cualquier aspaviento y sin Juancho, al que las pruebas médicas no han detectado lesión pero es duda para los partidos clave del fin de semana por sus molestias en la ingle, la rotación y las posibilidades para Scariolo se reducían aún más. España amaneció seria y dominante, pero pronto el rebote ofensivo empezó a ser una sangría.

Garuba

Esas segundas opciones no sólo daban vida a los africanos, también hacían perder la concentración nacional, cortaban sus mecanismos y desesperaban. El otro problema contra la pintura angoleña fueron las dos faltas exprés de Garuba. Con Aldama ya imparable llegó la máxima (30-21), aunque el final del segundo acto iba a comprobar la irrupción del NBA Bruno Fernando. Willy, con Lorenzo encontrándole compulsivamente, hacía tanto daño en la canasta contraria como concesiones en la propia. Se fue a los 16 puntos al descanso, pero sólo un palmeo sobre la bocina de Pradilla mantuvo la ventaja de la selección (46-43).

España había echado de menos el acierto y no lo iba a encontrar de momento (el de Brizuela fue el único triple de todo el tercer cuarto). No es un equipo de tiradores y sin Abrines, el perímetro puede resultar un lastre. A la vuelta Willy siguió anotando (y Lorenzo asistiendo) con una asombrosa facilidad, esa conexión tan especial que hizo al pívot del Barça MVP del Eurobasket 2022. Tomó el relevo el inspiradísimo Aldama, que dejó un pase precioso por la espalda a Garuba también. Pero todo lo que cosechaba en ataque con sus gigantes, España lo dilapidaba en defensa, falta de agresividad, contundencia y foco. Y así la noche se mantenía viva en la Fonteta, con el peligro que eso acarreaba.

Fue la vuelta de Garuba (iba a durar poco tras otras dos faltas rápidas) y esos puntos de Brizuela los que le dieron un impulso clave justo antes de arrancar el round final. Que prolongó el triple de Rudy para la máxima (71-59), aunque no tiraba la toalla Angola, aprovechando cada error local para desesperación de Scariolo. Pero dos triples más (Pradilla y el propio Rudy) parecieron aclarar el panorama, el acierto a tiempo.

Se guardaba Scariolo todavía a Llull y Lorenzo para el último arreón, para al fin rendir a los rocosos angoleños, infatigables. Que sólo cedieron en la mismísima recta de meta, con la fiereza ahora sí de Garuba, con otro triple de Aldama, mostrando carácter hasta cuando De Sousa -hijo del mítico Jean Jacques Conceiçao, héroe del angolazo del 92 en el que precisamente estaba presente también Aldama padre-, le buscaba las cosquillas. El colmillo de quien está predestinado, del tipo sobre el que reposan las esperanzas, quien este fin de semana en la Fonteta debe llevar a España a donde pertenece, a los Juegos de París.

Sólo el susto de Juancho estropea el paseo de España ante Líbano

Actualizado Martes, 2 julio 2024 - 22:47

Explora España terrenos insólitos en su pasado reciente, trámites que su nobleza y sus medallas le ahorraban. Para estar en unos Juegos de los que no se ausenta desde Atlanta 96, allá donde hace no tanto escribía su leyenda con aquellas finales de tú a tú contra el USA Team en Pekín y Londres, la selección debe ganar un Preolímpico. La "nueva realidad". Líbano fue una sencilla primera piedra (59-104) de un torneo trampa que guarda sus emociones fuertes en Valencia para el fin de semana. Como mejor augurio, tres de los más jóvenes (Aldama, Garuba y Pradilla) fueron los más destacados. Aunque la posible lesión de Juancho Hernangómez -un dolor en el aductor por el que se le realizarán pruebas, según confirmó después Scariolo-, que no disputó la segunda mitad, hizo que no todo resultara perfecto.

El partido no tuvo ni un segundo de historia porque España no lo permitió. Porque también rechazó las tradiciones no tan aconsejables, como esos comienzos trémulos y perezosos en las competiciones. Quizá Angola tampoco suponga mayores sudores hoy, pero un rato antes de la paliza a Líbano, Bahamas, ese equipo con tan poco nombre y tanta estrella, había mostrado de lo que puede ser capaz ante Finlandia (sin Lauri Markkanen). Sus tres NBA (DeAndre Ayton, Eric Gordon y Buddy Hield, casi 60 puntos del trío), ráfagas de talento, despedazaron a los nórdicos en un par de arreones.

Había avisado Scariolo, que no ha tenido una preparación como le hubiera gustado, con jugadores llegando de forma escalonada, cada uno con sus circunstancias, la lesión de Alex Abrines y sólo dos amistosos. Poco podía oponer Líbano, con ese proyecto NBA pasado de kilos y desterrado en Corea del Sur que es Omari Spellman como único argumento reconocible. Pero los rivales "atípicos" tantas veces son a la vez incómodos. Y quizá en ningún escenario la victoria podía peligrar, pero tan importante o más son las sensaciones.

El mejor baremo de la pereza es la defensa. Y la selección pronto mostró colmillo, energía y ambición en una Fonteta no tan repleta. La primera unidad, liderada por el indispensable Lorenzo Brown, maduró al rival. Y, todavía en el primer cuarto, la segunda rotación, con un sensacional Usman Garuba, le hizo temblar. Sólo un triple sobre la bocina de Spellman alargó la vida de Líbano. Después, la tormenta. Únicamente Brizuela se quedó sin anotar antes del descanso y Aldama y Garuba (26-48 fue la máxima) se pusieron las botas al son de Lorenzo.

Eran demasiadas buenas noticias y todos los gestos se torcieron cuando Juancho Hernangómez regresó del descanso con los cordones sin atar, cojeando y con mala cara. No iba a volver a pista y, a la espera de noticias, no parece probable que juegue tampoco ante Angola por el primer puesto del grupo. España siguió a lo suyo, intentando no bajar el listón y aumentando la máxima. No resultaba sencillo en un partido tan roto y a sólo 24 horas del siguiente. Garuba cerró el tercer acto calcando el parcial del segundo (13-27) y ya con un abismo en el marcador.

Brizuela, que era el único que faltaba, se estrenó al comienzo del cuarto final de forma rotunda, con cuatro triples idénticos, superando los 40 de ventaja una España ya relajada y fluida ante un rival sin nada que oponer, espectador de lujo de los mecanismos que pule Scariolo, de la defensa agresiva, de la concentración por el rebote y del intento siempre del pase extra en ataque. Fueron 30 asistencias (nueve de Lorenzo en menos de 17 minutos), 104 puntos, 17 triples y fue una paliza sonrojante. Un primer plato dulce que sólo amargó el susto por Juancho.

Pau Gasol: "No me imagino unos Juegos sin España"

Pau Gasol: “No me imagino unos Juegos sin España”

Actualizado Martes, 4 junio 2024 - 14:50

Uno de la misiones más importantes de la Fundación Gasol es la lucha contra el crecimiento de la obesidad infantil. Para ello, esta mañana se ha celebrado un acto en la Universidad Camilo José Cela de Madrid para anunciar la renovación de su alianza con el Grupo IFA, una de las mayores empresas de distribución en España, hasta el año 2026.

En la rueda de prensa, el doctor Santiago F. Gómez también ha dado una pequeña conferencia explicando el alarmante ascenso de este problema que tanto afecta a los más pequeños.

Serán los primeros Juegos Olímpicos después la retirada en Tokio. ¿Cómo ve al equipo? ¿Se va a acercar a París tras las palabras de Scariolo diciendo que es un periodo de relevo generacional?
Sí, va a ser un poco raro después de jugar cinco Juegos Olímpicos y no competir. Los voy a vivir de una manera diferente como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y estaré en París más días de lo que hubiera estado como jugador. Estoy siguiendo y apoyando a nuestro equipo para que gane en el preolímpico y puedan competir. Aunque haya esta evolución y este periodo de cambio, que es inevitable, el talento está ahí y la base liderada por Sergio y por muchos jugadores va a seguir contagiando al resto de nuestra identidad. Intentaré estar en Valencia para apoyar al equipo en el momento final, que espero sea de victoria y de pase a los Juegos.
¿Se imagina unos Juegos sin España?
No, no me los imagino y espero que no tengamos que verlo. Son muchos años en los que hemos podido estar y competir con los doce mejores países en el mundo del baloncesto, de diferentes continentes. Ahora tenemos la oportunidad de meternos a través de este torneo preolímpico en Valencia. Ojalá que las cosas salgan bien. Al final hay que jugar con una determinación y concentración muy grandes porque jugar en casa tiene sus puntos a favor pero hay que estar muy centrado para no dar puerta de entrada a otro equipo y que nos puedan desbancar de esos Juegos.
¿Cómo de importante es que se apueste por Scariolo con un periodo tan largo antes de que se juegue un preolímpico?
Dentro de este periodo de evolución, tener esas bases fijas que entienden la fórmula de ganar, de trabajo, de ética, es importante. Te dan un poco de solidez y una base así que en este momento hay que apoyar y confiar. Que las personas y el equipo hagan lo mejor lo que puedan y a partir de ahí, competir y ganárselo.
Rafa Nadal cumplió ayer 38 años. ¿Le ve retirándose en los Juegos Olímpicos, como hizo usted el 5 de octubre de 2021?
Eso es una decisión muy propia y muy personal. No creo que Rafa lo tenga decidido aún. Al final lo que queremos es ver a Rafa compitiendo, disfrutando y si lo puede hacer, sabemos que, con su capacidad, va a poder hacerlo con cualquiera. Eso es lo que me gustaría como amigo y luego que él decida lo que es mejor para él y para su futuro, que se lo ha ganado.
En ese inevitable paso del tiempo esta Rudy Fernández, que va a vivir sus últimas semanas como jugador. ¿Cuándo se retire, en qué nivel le situamos dentro del baloncesto español?
Creo que muy alto, olimpo... donde quieras situarlo. Rudy se ha ganado el respeto de todos en el mundo del baloncesto por todo lo que ha aportado de diferentes maneras. Es un momento agridulce cuando además tomas la decisión de anunciar que después de los Juegos esta será tu última temporada. Lo compartes, que creo que es bueno y tienes esa claridad y determinación de que ha llegado el momento y luego intentas disfrutarlo lo máximo que puedas. Agradecerle todo lo que ha hecho por el baloncesto, por nuestro deporte, por nuestra selección, por sus clubes en los que ha jugado y espero que una vez retirado le homenajeen como se merece.
Como miembro del COI, usted está en el proceso de selección de deportistas rusos y bielorrusos, ¿Puede comentar algo de cómo está siendo el proceso?
Es un proceso exhaustivo y que requiere mucho trabajo y esfuerzo colectivos. Es necesario mucho rigor y mucha disciplina para decidir qué deportistas son elegibles y cuáles no lo son. Seguimos un poco la dirección y la misión de la carta olímpica para intentar que todos los deportistas puedan participar independientemente de conflictos bélicos y situaciones sociales en sus países. No es fácil. Es un proceso delicado, pero poco a poco vamos tomando decisiones, porque los Juegos están a la vuelta de la esquina.
¿Se sabe alguna fecha en ese sentido?
No sé cuando se anuncia la totalidad, pero se están tomando decisiones aunque no son oficiales, son internas y se mantienen así.
¿Qué espera de la final de los Celtics? ¿Esperaba que fuera esa?
Espero una gran final. Me ha sorprendido más por la parte de Dallas que por la parte de Boston, que han tenido un camino bastante llano. Eso puede ser un arma de doble filo también para ellos, porque se van a encontrar con un equipo con mucha confianza y que ha tenido que ganar series complicadas contra grandes conjuntos. Eso les puede dar un plus, sobre todo al empezar la serie. No esperábamos que Dallas fuera el equipo que saliera del Oeste. Denver y Minnesota eran los dos equipos que yo creía que tenían más opciones, pero Dallas se ha ganado el derecho a estar donde están y espero que jueguen una gran final y que tengan opciones de ganarla.
Luka Doncic y Kyrie están teniendo buena relación ¿Se esperaba que fueran a compaginar tan bien?
Bueno, el año pasado no parecía. Creo que es lo bonito y es un buen mensaje, ya que a veces hay que tener un poco de confianza y dar continuidad y oportunidad a las cosas y a las parejas. No todo pasa de forma automática, tiene su proceso. Hay que pasar por momentos difíciles y malos para ver cómo se evoluciona y ellos lo han hecho muy bien. Luka ha seguido con un nivel espectacular y estratosférico. Lo que ha hecho en las cinco primeras temporadas está al alcance de muy muy pocos elegidos en la historia de este deporte y que haya podido llevar a su equipo a una final NBA, con opciones de ganar un anillo en el sexto año de su carrera, es increíble. Y Kyrie, como él ha aceptado su rol más de veterano, de experto, de complementación, ahora se entienden mucho mejor. Luego, obviamente también el rol de sus compañeros, que lo están haciendo muy bien y esa al final es la fórmula para llegar a una final y estar donde están.
El "volver a las raíces" del Unicaja, líder de la ACB: el 'plan' de Ibon Navarro, la renuncia a la Euroliga y la "fiesta de Dylan"

El “volver a las raíces” del Unicaja, líder de la ACB: el ‘plan’ de Ibon Navarro, la renuncia a la Euroliga y la “fiesta de Dylan”

"Hace tres años ibas al Carpena y la gente se marchaba al descanso porque el equipo no luchaba", recuerda Fran Vázquez. Lo del Unicaja no es sólo el histórico liderato de la Liga Endesa a estas alturas de temporada. Ni la consecución de la Copa del Rey de 2023, un título 17 años después. Ni la clasificación por segundo curso consecutivo para la Final Four de la Champions League, sellada este martes en Patras ante el Promitheas. Lo del Unicaja es un Plan, con mayúscula. "Ibon tiene un plan", cantan las tribunas su mantra, un guiño al entrenador que lo ha cambiado todo, con la sensación de que no sólo lo deportivo es lo que vuelve a funcionar.

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Hace no tanto, el Carpena lucía a medio gas, ni 5.000 espectadores de media. Hoy se agotan los abonos y no hay pabellón en la ACB con más espectadores, encadenando 'no hay billetes'. "Con 10.000 gargantas apoyando es más difícil perder", razona el pívot gallego, que llegó con 18 años a Málaga y vivió tres etapas en el club para convertirse en un histórico. "Para que la pelotita entre hay que favorecerlo. Con el cambio de presidencia hay un antes y un después. Ni nos metíamos en Copa y se estaba un poco lejos de lo que siempre fue Unicaja, de nuestra época", analiza otra leyenda. Carlos Cabezas pone en valor los cambios introducidos en 2021, cuando el ex árbitro Antonio Jesús López Nieto se hizo con las riendas del club reemplazando a Eduardo García. "Lo primero que hizo fue escuchar a la afición, solucionar problemas y ser más cercano. Ha sido un acierto", coincide Vázquez.

El pasado domingo, el Unicaja caía de 20 en el Nou Congost. "Y lo remontan sin Osetkowski [el líder en anotación del equipo]", realza Cabezas sobre un resultado que, horas después con la derrota del Madrid en el Palau, iba a otorgar el liderato a los malagueños. A falta de seis jornadas, con el mejor porcentaje de triunfos de su historia (23-5), empatado con los blancos pero con mejor balance de puntos, depende de sí mismo para igualar lo logrado en 2006 con Sergio Scariolo, el curso en el que después iba a levantar la única ACB de su historia. Hace nueve años, con Joan Plaza, también fue líder en la jornada 28, aunque después perdió cinco partidos y acabó tercero.

"Hay paralelismos, cosas que recuerdan a la mejor época. Son dos equipos ganadores", destaca Cabezas, base de aquel Unicaja que a principios de siglo cosechaba éxitos (la Korac de 2001, la Copa de 2003, la Liga de 2006 y la histórica presencia en la Final Four de la Euroliga de 2007). "Ibon ha logrado algo similar a aquellos tiempos de Scariolo o Aíto: tener un grupo compacto, con buen ambiente en el vestuario y en el que los roles están muy claros. Aquí nadie juega más de 23 ó 24 minutos. Un día le toca a Kendrick Perry, otro a Tyson Carter, el siguiente es Alberto (Díaz), otro Dylan....", pone en valor el sentimiento colectivo el que fuera campeón del mundo con España en 2006.

Navarro, en un partido reciente.

Navarro, en un partido reciente.ACB Photo

Y menciona a Ibon Navarro, la clave de bóveda de todo lo que está sucediendo, de los números y también del estilo, reconocible en su intensidad, en su valentía. "Un entrenador que tira y afloja, que sabe cuando apretar y cuando dejarles más libres. Al que los jugadores escuchan, porque sabe manejar las sensaciones", dice Vázquez. "Es un entregado al trabajo. Venía con un proyecto y unas ganas locas de trabajar en un club como es el Unicaja. Por lo que le conozco y lo que le veo trabajar, es un apasionado", apostilla Cabezas, que destaca la "apuesta por la continuidad" del director deportivo Juanma Rodríguez y del presidente. Con respecto a la plantilla que el año pasado logró la Copa en Badalona, apenas un cambio. La venta de Darío Brizuela al Barça (que dejó en caja más de un millón de euros) y la llegada de Kameron Taylor.

Uno de esos síntomas de comunión entre una ciudad "entusiasmada" y un equipo lanzado fue la "fiesta de Dylan". Cuando ganaron la Copa, el pívot estadounidense prometió invitar a los aficionados, que se lo recordaron cada partido desde entonces con otro cántico ya imprescindible: "¡Paga la fiesta, Dylan!". En septiembre, en la explanada del Carpena, con la plantilla presente, hubo comida y bebida para todos.

Ese "volver a las raíces" y a los éxitos de Unicaja, a la esencia de intentar interrumpir la tiranía de Madrid y Barça (han ganado 17 de los últimos 21 títulos nacionales), tuvo en el origen otra decisión no tan popular pero a la postre efectiva. Cuando López Nieto llegó a la presidencia, el Unicaja renunció a la Euroliga (entonces disputaba la segunda competición, la Eurocup) y se unió a la estructura FIBA para jugar la Champions League. "Se dijo que era un error muy grande. Pero eran momentos de cambios, de mirar presupuestos y más allá. Y se ha demostrado que probar fue un acierto. Porque no es la misma BCL en la que jugué yo hace años. Ahora hay equipos muy fuertes, ha crecido y cada año es más difícil. Muchas veces hay que dar dos pasos atrás para dar uno grande hacia delante. Y a nivel económico era la mejor opción", concluye Vázquez.