Oasis Scariolo

Oasis Scariolo

Actualizado Domingo, 24 noviembre 2024 - 19:22

El triple de Santi Yusta faltando cuatro décimas contra Eslovaquia parecía un espejismo. El libro dice que en ese tiempo no puedes robar y armar tiro. Pero estuvo dentro de lo legal porque hubo error humano. Quién operaba el reloj general no lo pulsó a tiempo y desde que lo hizo hasta que el alero madrileño soltó la bola, su lanzamiento entró en ese lapso. Los jugadores fallan libres, a los árbitros también hemos de perdonar errores y los de la m

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España y el más épico de los triunfos: gana en Eslovaquia tras dos prórrogas y un triple 'imposible' de Yusta

España y el más épico de los triunfos: gana en Eslovaquia tras dos prórrogas y un triple ‘imposible’ de Yusta

Fue una noche delirante en Bratislava, un desenlace como no se recuerda, la agonía y lo asombroso elevado a su máxima potencia. España, bloqueada en la recta de meta, lo tuvo completamente perdido, pero Yusta se inventó dos triples en el final de la primera prórroga, el segundo, puro milagro, tras un robo sobre saque de fondo cuando quedaban cuatro décimas. La canasta de su vida para una victoria ante Eslovaquia que es mucho más que un alivio. [72-76: Narración y estadísticas]

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El "momento crítico" lo había llamado Scariolo, consciente de que ya no queda espacio para la relajación, aunque el rival no asuste a priori. Un toque de atención que no sirvió para mucho en Bratislava, donde la selección protagonizó una segunda parte espantosa y se salvó de la hecatombe por un cúmulo de guiños del destino. Al cabo, un triunfo que es un paso de gigante hacia el Eurobasket, allá donde España, pese a su nueva realidad, no puede faltar. Por tradición y por competitividad: no se ausenta desde 1957 y defiende el oro de Berlín.

Y eso que la puesta en escena fue esperanzadora, especialmente en defensa. Sin NBA, ni NCAA ni Euroliga, Scariolo exigió "energía, agresividad, rebote, ritmo". Todo eso lo cumplieron los 'veteranos', especialmente de estas ventanas, y los noveles. En una tarde que quedará como la del debut oficial de Izan Almansa, Mario Saint-Supéry y Sergio de Larrea, tres perlas.

Recibió la selección 10 puntos en el primer acto y 15 en el segundo. No hay mejor pilar desde el que paliar las propias carencias ofensivas. Se apoyó en el absoluto dominio del rebote (nueve ofensivos), en los puntos fáciles en la pintura de Fran Guerra (también se hizo fuerte ahí Almansa). Y, aunque tardó en llegar el primer triple en un equipo sin especialistas, pronto también acudió la confianza desde el perímetro, especialmente con dos seguidos de Yusta que agrandaron la distancia justo antes del descanso (25-38).

Todo parecía controlado, pero a la vuelta de vestuarios había susto. Ya un 7-0 de salida que cabreó, cómo no, al seleccionador. Mal síntoma. Un toque de atención y vuelta al tajo, algo de concentración recobrada y un triple de López-Aróstegi, la que era la primera canasta del capitán, para que la ventaja se mantuviera. España había controlado al único jugador eslovaco de nivel, pero Brodziansky despertó de pronto con siete puntos consecutivos para encender todas las alarmas justo antes del cuarto final (46-48). El del UCAM Murcia iba a ser una pesadilla.

De repente, el duelo dio un vuelco y España no supo mantener su pujanza, pese a un primer intento de reacción de Alocén, que encontró en un buen compinche en Almansa. A falta de cuatro minutos, Brodziansky puso por primera vez por delante a los locales, para delirio de las tribunas, y en duelo entró en una locura de desenlace. Respondió Pradilla y ya todo fueron fallos y más fallos (intimidados por el gigante Fusek y sus seis tapones), incluido un mate del propio jugador del Valencia y dos tiros libres de Yusta. También erró Brodziansky a falta de cuatro segundos y en la última posesión los árbitros obviaron una clarísima falta sobre Pradilla con empate a 59.

Nadie era capaz de anotar tampoco en la prórroga, el puro fango. Pero cuando Krajcovic (otro demonio) clavó su tercer triple, todo pareció sentenciado. Sumando los últimos cuatro minutos de partido y la prórroga, España había sido incapaz de anotar una canasta en juego en Bratislava. Hasta que Yusta se inventó dos triples a la desesperada, el segundo tras robo en línea de fondo a falta de un suspiro.

En la segunda prórroga, para frotarse los ojos, todo fue de nuevo una moneda al aire. Otro triple de Krajcovic, respondido esta vez por Salvó, otro héroe después sentenciado con los tiros libres. La más absoluta de las agonías escondía un premio final.

De Larrea, Saint-Supéry y Villar, la selección descubre sus bases del futuro: "Ricky es nuestra referencia"

De Larrea, Saint-Supéry y Villar, la selección descubre sus bases del futuro: “Ricky es nuestra referencia”

Sergio de Larrea mide 2,03 metros, es campeón del mundo júnior y plata en el Mundial sub 17 y este verano dejó a todos impresionados como invitado de la selección durante la preparación del Preolímpico (llegó a debutar en un amistoso). «Es un perfil de jugador muy diferente, que en España no se ha visto nunca. Un base muy grande, creo que a la larga puede ser un jugador generacional», dice de él Mario Saint-Supéry, otro director pura fuerza y desparpajo, perla del Unicaja y ahora desperezándose en la ACB con el Baxi Manresa. «Los dos tienen muchísimo talento y un futuro por delante increíble», les elogia Rafa Villar, también oro de Debrecen, clave con sus triples en la final mundialista, formado en el Barça y abriéndose paso en el Hiopos Lleida. España, país de bases, escapa del laberinto mirando al futuro. Los tres ya están a las órdenes de Sergio Scariolo en la absoluta, que se la juega en el doble enfrentamiento contra Eslovaquia (este viernes, el primero, en Bratislava, a las 18:00 h.) para poder defender oro el próximo verano en el Eurobasket.

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El cuarto pilar, ya consolidado, es Juan Núñez, también 20 años, que no puede acudir a la ventana por jugar esta noche con el Barça en Euroliga. Él, quizá antes de lo que le tocaba, fue el recurso de urgencia del seleccionador en el Mundial 2019, cuando de repente España se quedó huérfana de lo que siempre presumió. Sin Ricky, sin Lorenzo Brown (nacionalizado como recurso a la carestía de directores...), apenas Alberto Díaz quedaba. Un país que una década atrás presumía de Calderón, Sergio Rodríguez, Cabezas, Raúl López... y el propio Ricky.

«Los veía en la tele. Todos los veranos veíamos a la selección en familia. Yo me fijaba en los bases. En Ricky y en el Chacho... Me fascinaban, la manera de leer el juego, de hacer disfrutar al espectador. Son mis ídolos», cuenta a EL MUNDO De Larrea, quizá el más avanzado en madurez del trío aunque le queden unos días para cumplir los 19 años. Un director nunca antes visto, de más de dos metros, al que Pedro Martínez moldea en el Valencia Basket. Aunque la llegada del vallisoletano a la elite no haya seguido el camino preestablecido.

Saint-Supéry, De Larrea y Villar.

Saint-Supéry, De Larrea y Villar.ALBERTO NEVADO / FEB

Hasta los 15 años, Sergio jugaba en su cole, el San Agustín de Pucela, desoyendo las ofertas de aquí y de allá (también de EEUU). «Decidimos quedarnos, lo primero porque estaba jugando con mis amigos. Y eso era lo más importante. Iba a clase con ellos, jugaba con ellos, mis amigos de toda la vida. Y lo segundo, porque éramos un grupo competitivo, siempre nos colábamos en campeonatos de España, entrenábamos a buen nivel. Y el sentido de pertenencia y de estar cerca de mi familia. Las ofertas que se presentaban eran un poco lejanas y salir de casa... Decidimos esperar un poco, a tener un punto de madurez mayor, para adaptarse al sitio y la situación cuando tocara. Es raro, lo sé, la gente sale pronto. Pero animo a la gente a pensarlo bien y , sobre todo, a disfrutar. Eso es lo primero. Ahora aquí en la elite disfrutamos, pero para ello hay que disfrutar antes», explica con una madurez llamativa.

«La suerte que tenemos los tres es que hemos jugado casi siempre juntos. Nos coordinamos bien. Somos capaces de estar juntos en pista, porque tenemos perfiles diferentes que permiten esa conexión», apunta De Larrea, que define a sus dos compañeros, novedades en una convocatoria en la que también destaca el pívot Izan Almansa. «Rafa es un tío súper competitivo. Defensivamente es top. Leyendo situaciones de juego es muy bueno. Y, sobre todo, el balón en los últimos segundos... Bueno, ya se vio en el Mundial, lo dejó bastante claro», apunta sobre el barcelonés, el mayor del trío con 20 años. «Mario es un muy muy físico. Y muy listo, con mucho talento. Puede aportar mucha energía en ataque y en defensa», cuenta sobre el malagueño.

"El siguiente Llull"

A Saint-Supéry le llaman, cómo no, el Principito (cuentan que comparte ancestros con el escritor francés) y en 2022, con 15 años y 11 meses, se convirtió en el jugador más joven en debutar con el Unicaja. El del Rincón de la Victoria jugó la pasada temporada cedido en Burgos (LEB Oro) y ahora derriba todas las barreras con Diego Ocampo en el Manresa: el pasado fin de semana, ante el Tenerife, firmó 24 de valoración (15 puntos), algo que a su edad sólo habían conseguido en ACB dos bases, Luka Doncic y Ricky Rubio. «He tenido siempre desde pequeño en Málaga a Alberto [Díaz] como referente. Ha sido mi tutor, el que me ha enseñado todo. Pero siempre me han dicho que me parezco a Calderón cuando era joven y a Sergio Llull. El siguiente Llull me dicen mucho», admite.

«Mario físicamente es un bicho. Muy luchador, lo da todo y es un guerrero. Y a la vez es bastante inteligente para ser de 2006 y lo está demostrando en ACB», le alaba Villar, quien encontró el trampolín del desarrollo en Lleida, donde el año pasado logró el ascenso y ahora sorprende a toda la Liga Endesa. «De pequeño siempre he sido muy de Ricky Rubio, ha sido mi jugador favorito. Aunque me parezco más a Alberto Díaz, los dos somos muy guerreros, muy luchadores, muy de darlo todo por el equipo», dice tras un entrenamiento de la selección en Guadalajara.

«Quizá es que estábamos muy bien acostumbrados, con bases tan top, de un nivel increíble. Son generaciones que van pasando, cada una destaca más en diferentes posiciones», razona Villar sobre la crisis del base, un discurso parecido al de Saint-Supéry: «Yo no diría que hemos tenido problemas. Nos acostumbramos al nivel de unos bases que eran increíbles, jugadores generacionales».

Scariolo mira (obligado) al futuro: un puñado de júniors de oro para la 'ventana' clave ante Eslovaquia

Scariolo mira (obligado) al futuro: un puñado de júniors de oro para la ‘ventana’ clave ante Eslovaquia

Atrás quedaron los momentos de abundancia. El baloncesto español está en plena y profunda crisis, con sólo ya un representante en la NBA (Santi Aldama), allá donde llegó a haber hasta 10 a la vez hace no tanto, All Stars incluidos. Tras el varapalo de los últimos Juegos, a los que la selección accedió por primera vez en mucho tiempo gracias a un Preolímpico, Sergio Scariolo tiene otra misión, un objetivo de mínimos a cerrar en la próxima Ventana FIBA (del 22 al 25 de noviembre): clasificarse para el Eurobasket del verano de 2025 donde defenderá oro. Y, sin la posibilidad de llamar a jugadores de la Euroliga, ha tenido que hacer malabares para el doble enfrentamiento (clave) contra Eslovaquia.

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Recurrir al porvenir. En la lista de 16 anunciada este martes llaman la atención cuatro jóvenes que se estrenan con la absoluta quizá antes de lo que les tocaría. Izan Almansa, Mario Saint Supery, Rafa Villar y Sergio de Larrea, que acompañan a algunos habituales como Alberto Díaz, Xabier López-Arostegui o Jaime Pradilla (los tres únicos que estuvieron en París), referentes en un equipo en el que también se antojan clave Carlos Alocén, Fran Guerra o Tyson Pérez en su regreso.

Además, otras dos grandes promesas, Rubén Domínguez (ex colegial ahora en el Bilbao Basket) y Jordi Rodríguez (canterano de la Penya ahora en el Tizona Burgos), acudirán a la concentración como invitados.

"Con esta convocatoria intentamos responder a dos grandes exigencias que tenemos por delante. La primera, tratar de conseguir atar la clasificación para el Eurobasket 2025. Y la segunda, proceder con el recambio generacional que ya hemos empezado en los últimos años y que afronta en esta convocatoria una fase aún más avanzada. Tenemos claro que el imperativo es trabajar y preparar los partidos ante Eslovaquia para ganarlos. Y a la vez es muy importante para nosotros que nuestros jugadores más jóvenes sigan cogiendo experiencia y empapándose de los valores de #LaFamilia", ha manifestado el seleccionador.

España, que perdió sus dos enfrentamientos iniciales ante Letonia y en Bélgica, está obligada a derrotar al rival más débil, primero en Bratislava, el viernes 22 de noviembre, y después en el Palacio de los Deportes Paco Paz de Ourense (lunes 25 de noviembre a las 20:00 h.).

Llama la atención el caso de Almansa, que debutará con la absoluta viajando directamente desde Australia. El pívot, protagonista de los últimos veranos en las categorías de formación, especialmente en 2023 con su doble MVP (Mejor Jugador del Europeo sub-18 y del Mundial sub-19), no tuvo un experiencia satisfactoria en su apuesta por la NBA el pasado curso con la Academia Overtime Elite y desapareció de un draft que hacía no tanto le situaba entre sus puestos más altos. Decidió poner rumbo a las Antípodas, una decisión sin precedentes en el basket nacional, y allí, en los Peth Wildcats, se abre hueco todavía con 19 años.

El vallisoletano De Larrea ni siquiera ha cumplido los 19, pero fue el pasado verano una de las grandes noticias de la concentración de la absoluta para el Preolímpico. Otro júnior de oro, plata en el Mundial sub 17 y oro en el sub 19 de Debrecen. Un base de más de dos metros que ya es uno más en el Valencia Basket: en el último partido de los de Pedro Martínez aportó 13 puntos.

Completan el cuarteto de perlas Saint Supery, del 2006, canterano del Unicaja, otro base con poderío físico, que juega y destaca cada vez más cedido en el Baxi Manresa (5,3 puntos en ACB). Y Rafa Villar, formado en el Barça, también campeón del mundo en Debrecen, destacando en ACB en el Hiopos Lleida (6 puntos y 3,9 asistencias).

Sergio Scariolo: “En el deporte español ha habido un antes y un después de la generación de Gasol”

Actualizado Jueves, 25 julio 2024 - 00:14

De Londres a París, de manejar a la mejor generación de la historia del baloncesto español a tutelar el relevo generacional, de pelear por un oro olímpico contra el USA Team a lograr una meritoria clasificación en el reciente Preolímpico. De 2012 a 2024, olímpico Sergio Scariolo, también en el bronce de Río y en la despedida de los Gasol en Tokio. Cuatro Juegos, igualando a mitos como Gomelski en los banquillos, sólo por detrás de Antonio Díaz-Miguel (6). La imposibilidad de entrenar "en condiciones" en Lille, sede de la primera fase, ha contrariado el aterrizaje de la selección.

Para saber más

¿Qué ha cambiado del primer Scariolo olímpico en 2012 al actual?
Obviamente, todos cambiamos y evolucionamos. No tengo muchas dudas de que soy mejor entrenador ahora que en 2012. Como persona he madurado con experiencias que me han llevado a un buen equilibrio personal y que se reflejan sobre la gestión de los grupos que tengo.
¿Cómo recuerda aquella primera cita en Londres?
Como deportista recuerdo que fue como entrar en una tienda de juguetes para un niño. Sólo podía mirar alrededor. Fueron los mejores Juegos en cuanto a nivel de baloncesto. Había una participación total. Nosotros fuimos capaces de llegar hasta muy al final del partido con opciones de ganar el oro al USA Team. Y a partir de ahí empezó un poquito la cuesta abajo, los grandes jugadores que caracterizaban nuestra forma de jugar y competir iban ya haciéndose bastante mayores.
Siga por Río.
Mantuvimos una fantástica competitividad. Creo que ha sido el partido contra EEUU, en semifinales, con la menor diferencia histórica en un cruce. Con una épica final. Ese grupo de jugadores clave estaba ya en una edad muy madura. Demostraron que también en longevidad podían ser un equipo especial. Estaban alrededor de 35 y 36 años.
Tokio.
Los Juegos más atípicos. En una situación muy complicada, con todavía el covid. Y en lo deportivo se cerraba definitivamente una época con la despedida de Pau y Marc. Fue un homenaje a nuestra historia y además competimos muy bien. Contra Eslovenia, contra EEUU... El equipo como siempre dio la cara. Pero la sensación era la de cerrar un libro y empezar a abrir otro.
¿Qué espera de París?
La realidad es distinta, los objetivos son distintos. Estos serán los Juegos del paso de esa época que se ha cerrado definitivamente a otra nueva, que esperemos que al final del ciclo olímpico pueda escribir páginas otra vez de cuándo nos jugábamos contra EEUU partidos para ganar una medalla de oro.
Almansa, Aday Mara, Hugo González... Esa generación que tantas esperanzas hay para 2028, campeones del mundo júniors, no han tenido una temporada fácil.
Cualquier proceso nunca es lineal, depende de muchos factores. Son varias realidades de jugadores y hay de todo. Cuando los jugadores crecen se enfrentan con la dura realidad de que el baloncesto europeo en general, no sólo el español, no se ha preocupado de tener una visión a largo plazo, de las amenazas que llegan. Ha tenido una visión cortoplacista, del presente. No ha pensando en cómo completar la formación de los jugadores. En muy contados casos, un chaval que sale de las categorías inferiores, está listo física y mentalmente para competir al máximo nivel europeo. Es la fase crítica y de los nuestros, unos han jugado y otros no. Si no juegas, la motivación baja. Y el compromiso hacia la selección también baja cuando hay fuerzas que tienden a alejarle.
Scariolo, durante uno de los partido de preparación de la selección.

Scariolo, durante uno de los partido de preparación de la selección.ALBERTO NEVADOFEB

Más allá del billete a París, ¿la selección necesitaba un refuerzo como el del Preolímpico?
La sensación es de alivio. Y el análisis posterior fue positivo. Tengo que tener claro lo que puedo esperar y lo que no del equipo. Y hacer todo lo posible para que eso que espero, me lo puedan llegar a dar. Con una preparación tan complicada, lesiones, gente que se incorporaba tarde, en el Preolímpico nos acercamos mucho a esa mejor versión. Más no podíamos hacer. Creo que podemos crecer un poco, recuperar lesionados, elevar equis grados más para poder competir en los Juegos a un nivel superior. Todavía tenemos algún pequeño problema físico, alguno entre algodones. Lorenzo [Brown] tiene un dolor en un pie que queremos cuidar mucho, porque si no está él, podemos cerrar el chiringuito este año.
Australia para empezar, la Grecia de Antetokounmpo después. Y para cerrar, Canadá. ¿Cómo valora el grupo?
A Canadá todo el mundo la ve como la segunda fuerza después de EEUU y con razón. Australia, honestamente, me ha impresionado. Es bronce de los últimos Juegos y siempre es un equipo de medalla. Está ahí no por lo que ha sido, sino por los jugadores que tiene ahora. Varios NBA con minutos importantes, jugadores de complemento con mucha calidad anotadora, veteranía, juventud... es un auténtico equipazo. Y Grecia es un equipo extremadamente experto, con muchísimo oficio y además uno de los mejores jugadores del mundo.
¿La nueva realidad es España es resultar un equipo difícil de batir?
Esa es nuestra obligación y nuestra identidad. Tenemos que ser un rival contra el que sea difícil jugar. Un equipo cohesionado y compacto. Extremadamente eficaz defensivamente a pesar de no ser un equipo físico ni atlético. Un equipo contra el que no va a ser fácil anotar. Y ofensivamente, jugar bien en equipo. Con menos capacidad de uno contra uno, nuestra única capacidad de competir es generar muchos tiros desde las buenas decisiones, la organización, la circulación... A veces, el famoso dato del porcentaje de la canastas asistidas, en este equipo alcanza cotas altísimas. Pero tiene una doble lectura. Por un lado demuestra la calidad del juego y por otro te dice que hay muy poco margen para generar canastas de la nada, sin que vengan de una maniobra colectiva.
Sergio Scariolo

Sergio ScarioloALBERTO NEVADOFEB

La España que gana la Eurocopa presumía de Familia, un concepto que parece copiado del de esta selección de baloncesto. ¿Se sintieron identificados?
Cada equipo tiene su historia y sus códigos. Pero en el deporte español ha habido un antes y un después de la generación del 80 en baloncesto. Esa generación supo enriquecer su calidad en un deporte con su competitividad, ambición e inconformismo con apuntar a la excelencia y no conformarse. Yo viví el antes, durante y después y me he dado cuenta de que no sólo en baloncesto, en toda la sociedad deportiva española hubo una toma de conciencia tras ellos. Muchos deportistas lo han reconocido, que lo que ha transmitido nuestro equipo ha sido una fuente de inspiración y de enseñanza. Los que juegan ahora, casi ni se acuerdan. Pero son los herederos del legado. Los que tenemos memoria, lo tenemos claro.
¿Cómo está viviendo este verano tan especial para Rudy?
Lo estoy observando con mucho interés, con mucho espíritu de aprender. La psicología del jugador la aprendes observándoles, escuchándoles, viendo su lenguaje corporal, cómo se comportan en unas circunstancias u otras. Durante el Preolímpico, incluso un jugador con su experiencia, con sus tablas y su madurez, estaba extremadamente nervioso por conseguir el objetivo. Y a la vez, tenía la capacidad de que cuando llegó el día decisivo, de repente, toda esa presión, volvía la magia de saberla manejar. Mostraba su liderazgo brutal que igual en los días anteriores no había salido antes por la presión. Y juega el partido decisivo con gran presencia y eficacia.
¿Cómo explica la transformación de Willy con la selección? No parece el mismo de la temporada con el Barça...
El más indicado para explicarlo es Willy. Yo no puedo hacer una comparación, porque no lo tengo en el club y la selección. Obviamente, es una diferencia evidente. Por nuestra parte, nuestro esfuerzo y objetivo es poder aprovechar las cualidades de cada jugador adaptándolas a un marco de equipo. Porque no siempre se puede dar luz verde a todos los jugadores por igual ni minutos a todos. La bajada de volumen general de talento por suerte ha sido acompañada por una subida de la capacidad de aprovecharla. Realmente, si tenemos menos, hemos aprendido a sacar el máximo rendimiento.
Scariolo protesta por la situación de la selección de baloncesto en los Juegos: "No podemos entrenar en condiciones los dos días antes del debut"

Scariolo protesta por la situación de la selección de baloncesto en los Juegos: “No podemos entrenar en condiciones los dos días antes del debut”

Actualizado Miércoles, 24 julio 2024 - 10:49

Sergio Scariolo, seleccionador español masculino de baloncesto, lamentó la situación que atraviesa su equipo, que de momento no tiene pista para entrenarse "en condiciones" en los dos días previos a su debut en los Juegos Olímpicos.

"No sé a qué se deben los problemas con los entrenamientos. Me gustaría saberlo, pero la realidad del jueves y del viernes es realmente muy preocupante. No tenemos en este momento la posibilidad de entrenar en condiciones justo los dos días antes del primer partido de los Juegos. Espero que haya margen para que se pueda arreglar todo esto, pero en este momento estamos muy preocupados. La federación no tiene ninguna responsabilidad en esto, ha buscado alguna opción alternativa. Pero es muy complicado", expresó.

La expedición se plantea incluso entrenar fuera de Francia, país donde se va a celebrar la cita: "Va a ser muy complicado que podamos entrenar de una manera aceptable en Lille. Estamos muy preocupados porque la situación de los entrenamientos el día de llegada y el siguiente nos obliga posiblemente a tener incluso que salir de Francia para entrenar. Parece una absurdez, pero es la realidad en este momento, el mejor escenario".

Scariolo hizo estas declaraciones después de que su equipo se impusiera por 107-84 a Puerto Rico en su último duelo de preparación, disputado en el WiZink Center de Madrid: "Seguimos con un déficit en el rebote que es estructural debido a las características de nuestro equipo. Pero esperemos que podamos hace un esfuerzo extra contra equipos superiores físicamente como los que nos esperan para poder compensar este hándicap".

"Competir en los Juegos no es difícil con este equipo y estos jugadores. Siempre competimos ganemos o perdamos, no creo que vaya a ser más difícil que otras veces. El objetivo es competir y nunca estos jugadores, después de tantos años entrenándoles, me han decepcionado. No espero que lo hagan en esta ocasión", manifestó.

Por otro lado, se refirió al homenaje que recibió su jugador Rudy Fernández en el que fue su último partido como profesional en España: "Me voy muy satisfecho con la respuesta que ha dado la afición al último partido de Rudy aquí en casa, con momentos muy emotivos y de agradecimiento por parte de todos hacia un grandísimo campeón".

España doblega a Argentina en un final ajustado

España doblega a Argentina en un final ajustado

Actualizado Viernes, 19 julio 2024 - 22:29

España derrotó este viernes a Argentina en su primer amistoso de preparación para los Juegos Olímpicos en un desenlace ajustado (76-72), que decidió el acierto de Xabier López-Arostegui en los tiros libres y un tapón de Usman Garuba a Facundo Campazzo en la acción que habría forzado la prórroga.

Sin Lorenzo Brown, Rudy Fernández ni Juan Núñez, el combinado entrenado por Sergio Scariolo fue de más a menos a lo largo del encuentro y sufrió para anotar cuando perdió la puntería en el lanzamiento exterior (8 de 30), pero tiró de oficio para doblegar la garra del cuadro albiceleste, que jamás tiró la toalla.

Willy Hernangómez, en su partido número 100 con la selección española, lideró en ataque al equipo anfitrión (13 puntos) junto a Sergio Llull (13) y Santi Aldama (14), mientras que Juan Fernández (13) fue el máximo anotador argentino.

En su primera aparición tras sellar el billete olímpico el 7 de julio, España gobernó el marcador desde el salto inicial gracias a la presencia interior de Hernangómez (6 puntos en el cuarto), y abrió brecha (15-6, min.4) gracias al acierto exterior de Llull, López-Arostegui (6) y Aldama (8).

La puntería española en el triple (4 de 6) contrastaba con el bloqueo de Argentina (2 de 10), que movía el balón con rapidez, pero no conseguía pisar pintura ni convertir tiros liberados, pese al empuje de Vaulet, el mejor de los visitantes en el primer periodo con seis puntos (29-18, min.10).

Con la entrada de la segunda unidad, el combinado dirigido por Scariolo entró en barrena y enlazó cuatro minutos sin anotar, un frenazo que la Albiceleste aprovechó para recortar distancias por mediación de Laprovittola y Juan Fernández (29-23, min.14).

El técnico italiano paró el partido para ordenar las ideas de la selección, que recuperó la fluidez y despegó nuevamente merced al acierto exterior de Abrines y la inspiración Llull, autor de dos bandejas seguidas y del triple sobre la bocina con el que terminó la primera mitad (51-42).

Pese a la desventaja, Argentina iba a más y ratificó la mejoría tras la reanudación. Mucho más agresivo en la defensa y el rebote, y dinámico bajo la dirección de Campazzo, el cuadro sudamericano remontó de forma coral (58-59, min.29) ante una España atascada, forzada a errar lanzamientos incómodos.

Aunque un gancho de Garuba y tres tiros libres de Llull dieron la ventaja al cuadro local al final del tercer cuarto (63-59), la igualdad imperó en el último asalto, marcado por el dominio de las defensas sobre los ataques.

El duelo entró empatado al minuto final y se decantó por dos acciones. López-Arostegui anotó dos tiros libres a falta de 22 segundos y Garuba, a falta de tres, taponó una bandeja de Campazzo que abría llevado el duelo a la prórroga.

López-Arostegui redondeó con dos tiros libres más el triunfo de España, que el martes tendrá en Madrid su último ensayo antes de los Juegos Olímpicos frente a Puerto Rico.

200 veces Scariolo en vísperas de uno de sus mayores desafíos con la selección: “He aprendido muchísimo”

Actualizado Jueves, 4 julio 2024 - 00:35

Han transcurrido 200 partidos (ya sólo por detrás de Antonio Díaz Miguel), 15 años (con el impás de los dos torneos en los que Orenga estuvo al frente de la selección en 2013 y 2014), ocho medallas y 155 victorias. Un extraordinario periplo en el que Sergio Scariolo firmó episodios inolvidables con España. Ante Angola en La Fonteta, el italiano estaba de aniversario. Otro triunfo pero un desafío total este fin de semana con el objetivo de no descabalgar a la selección del que fue su lugar natural todo este tiempo, estar en los Juegos con las 12 mejores en unas semanas.

Para saber más

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Serían los cuartos para el de Brescia, nada menos. Otra muesca más en su leyenda. De momento, el Preolímpico cumple las expectativas. Sin demasiadas alharacas, pero tampoco sin más sudores de los esperados. El paseo ante Líbano dio paso a un duelo mucho más áspero ante Angola. Pero España supo contrarrestar "la 'fisicalidad'" africana. Perdió el rebote, pero consiguió manejar sus cualidades, su "superioridad técnica individual y de calidad ofensiva" para ganar incluso sin Juancho Hernangómez.

Es precisamente el madrileño del Panathinaikos uno de los desvelos del seleccionador. Aunque las pruebas no han mostrado lesión, las molestias en su aductor le hacen ser más que duda para el fin de semana. "Casi no puede ni caminar con normalidad. Va día a día", puntualizó Scariolo. El sábado aguarda el ganador del Polonia-Finlandia que se disputa este jueves (20.30 h.). De superar ese primer obstáculo, será casi con toda probabilidad Bahamas el rival por el billete olímpico el domingo. Y, por lo visto hasta ahora, los caribeños exigirán una proeza. Buddy Hield y compañía asustan.

Pero antes de eso, España tiene dos días en Valencia para ponerse más a punto. A Scariolo se le intuye satisfecho y calmado. Alabó la labor de sus jugadores ante Angola, pese a perder el rebote, no acertar con demasiados triples y cometer algunos errores que no le permitieron romper en ningún momento la noche contra los de Pep Clarós. No hubo rumor de 'angolazo', pero tampoco florituras.

En la parte positiva, la conexión ofensiva recobrada entre Willy y Lorenzo Brown. Y, sobre todo, el salto de Aldama, todopoderoso aunque él todavía no se considera macho alfa en este grupo. "No necesariamente me siento un líder, me sale natural, con la experiencia. El año de reflexión (tras el pasado Mundial) me ha ayudado para entender a cómo ayudar al equipo. Buscar las maneras de ser más efectivos. Se trata de ganar todos los partidos. Lo que sí noto es una conexión mayor en el grupo con respecto al año pasado", explicó a pregunta de EL MUNDO el pívot de los Grizzlies.

El "mejor seleccionador que podíamos tener" en palabras de la presidenta Elisa Aguilar el día del acto de su renovación hasta 2028 (tendrá 67 años), se congratuló de la efeméride en sala de prensa, de sus 200 partidos y sólo 45 derrotas. "Es un motivo de orgullo. Muchos partidos, muchas victorias, alguna derrota... He aprendido muchísimo, hemos ganado muchos títulos y medallas pero he podido establecer relaciones personales y humanas con gente fantástica y esto es de lo que estoy más contento. Es importante celebrarlo con una victoria difícil, aunque no haremos una fiesta", reflexionó.

El paso al frente de Aldama rinde a Angola

Actualizado Miércoles, 3 julio 2024 - 22:39

Cuando se buscan asideros sobre los que sostener el presente, abanderados del porvenir de la selección, todos los focos se posan sobre Santi Aldama. No es para menos. En él se concentra el talento, el físico y el pedigrí de los elegidos. De él se aguarda el paso al frente para ser el líder de esta nueva España que transita por terreno ignoto. El canario de los Grizzlies (24 puntos) fue un tormento para Angola, un rival áspero en la Fonteta hasta el final. [89-81: Narración y estadísticas]

La selección cumple sin sobresaltos. Dos victorias en esta primera fase a la espera de la batalla del fin de semana. El ganador del Polonia-Finlandia (ambas derrotadas por Bahamas) de este jueves será su rival en semifinales del Preolímpico. La pujanza de Aldama, los puntos de Willy (22), el timón de Lorenzo Brown (11 asistencias) y los triples en el acto final fueron demasiado para estos 'hijos del angolazo' que maneja el español Pep Clarós. Pero también hubo espacio para los aspectos a mejorar, el acierto, el rebote, la defensa y los errores en el debe de los de Scariolo.

No iba a ser un paseo como el de 24 horas antes contra Líbano. El físico angoleño impide cualquier aspaviento y sin Juancho, al que las pruebas médicas no han detectado lesión pero es duda para los partidos clave del fin de semana por sus molestias en la ingle, la rotación y las posibilidades para Scariolo se reducían aún más. España amaneció seria y dominante, pero pronto el rebote ofensivo empezó a ser una sangría.

Garuba

Esas segundas opciones no sólo daban vida a los africanos, también hacían perder la concentración nacional, cortaban sus mecanismos y desesperaban. El otro problema contra la pintura angoleña fueron las dos faltas exprés de Garuba. Con Aldama ya imparable llegó la máxima (30-21), aunque el final del segundo acto iba a comprobar la irrupción del NBA Bruno Fernando. Willy, con Lorenzo encontrándole compulsivamente, hacía tanto daño en la canasta contraria como concesiones en la propia. Se fue a los 16 puntos al descanso, pero sólo un palmeo sobre la bocina de Pradilla mantuvo la ventaja de la selección (46-43).

España había echado de menos el acierto y no lo iba a encontrar de momento (el de Brizuela fue el único triple de todo el tercer cuarto). No es un equipo de tiradores y sin Abrines, el perímetro puede resultar un lastre. A la vuelta Willy siguió anotando (y Lorenzo asistiendo) con una asombrosa facilidad, esa conexión tan especial que hizo al pívot del Barça MVP del Eurobasket 2022. Tomó el relevo el inspiradísimo Aldama, que dejó un pase precioso por la espalda a Garuba también. Pero todo lo que cosechaba en ataque con sus gigantes, España lo dilapidaba en defensa, falta de agresividad, contundencia y foco. Y así la noche se mantenía viva en la Fonteta, con el peligro que eso acarreaba.

Fue la vuelta de Garuba (iba a durar poco tras otras dos faltas rápidas) y esos puntos de Brizuela los que le dieron un impulso clave justo antes de arrancar el round final. Que prolongó el triple de Rudy para la máxima (71-59), aunque no tiraba la toalla Angola, aprovechando cada error local para desesperación de Scariolo. Pero dos triples más (Pradilla y el propio Rudy) parecieron aclarar el panorama, el acierto a tiempo.

Se guardaba Scariolo todavía a Llull y Lorenzo para el último arreón, para al fin rendir a los rocosos angoleños, infatigables. Que sólo cedieron en la mismísima recta de meta, con la fiereza ahora sí de Garuba, con otro triple de Aldama, mostrando carácter hasta cuando De Sousa -hijo del mítico Jean Jacques Conceiçao, héroe del angolazo del 92 en el que precisamente estaba presente también Aldama padre-, le buscaba las cosquillas. El colmillo de quien está predestinado, del tipo sobre el que reposan las esperanzas, quien este fin de semana en la Fonteta debe llevar a España a donde pertenece, a los Juegos de París.

Sólo el susto de Juancho estropea el paseo de España ante Líbano

Actualizado Martes, 2 julio 2024 - 22:47

Explora España terrenos insólitos en su pasado reciente, trámites que su nobleza y sus medallas le ahorraban. Para estar en unos Juegos de los que no se ausenta desde Atlanta 96, allá donde hace no tanto escribía su leyenda con aquellas finales de tú a tú contra el USA Team en Pekín y Londres, la selección debe ganar un Preolímpico. La "nueva realidad". Líbano fue una sencilla primera piedra (59-104) de un torneo trampa que guarda sus emociones fuertes en Valencia para el fin de semana. Como mejor augurio, tres de los más jóvenes (Aldama, Garuba y Pradilla) fueron los más destacados. Aunque la posible lesión de Juancho Hernangómez -un dolor en el aductor por el que se le realizarán pruebas, según confirmó después Scariolo-, que no disputó la segunda mitad, hizo que no todo resultara perfecto.

El partido no tuvo ni un segundo de historia porque España no lo permitió. Porque también rechazó las tradiciones no tan aconsejables, como esos comienzos trémulos y perezosos en las competiciones. Quizá Angola tampoco suponga mayores sudores hoy, pero un rato antes de la paliza a Líbano, Bahamas, ese equipo con tan poco nombre y tanta estrella, había mostrado de lo que puede ser capaz ante Finlandia (sin Lauri Markkanen). Sus tres NBA (DeAndre Ayton, Eric Gordon y Buddy Hield, casi 60 puntos del trío), ráfagas de talento, despedazaron a los nórdicos en un par de arreones.

Había avisado Scariolo, que no ha tenido una preparación como le hubiera gustado, con jugadores llegando de forma escalonada, cada uno con sus circunstancias, la lesión de Alex Abrines y sólo dos amistosos. Poco podía oponer Líbano, con ese proyecto NBA pasado de kilos y desterrado en Corea del Sur que es Omari Spellman como único argumento reconocible. Pero los rivales "atípicos" tantas veces son a la vez incómodos. Y quizá en ningún escenario la victoria podía peligrar, pero tan importante o más son las sensaciones.

El mejor baremo de la pereza es la defensa. Y la selección pronto mostró colmillo, energía y ambición en una Fonteta no tan repleta. La primera unidad, liderada por el indispensable Lorenzo Brown, maduró al rival. Y, todavía en el primer cuarto, la segunda rotación, con un sensacional Usman Garuba, le hizo temblar. Sólo un triple sobre la bocina de Spellman alargó la vida de Líbano. Después, la tormenta. Únicamente Brizuela se quedó sin anotar antes del descanso y Aldama y Garuba (26-48 fue la máxima) se pusieron las botas al son de Lorenzo.

Eran demasiadas buenas noticias y todos los gestos se torcieron cuando Juancho Hernangómez regresó del descanso con los cordones sin atar, cojeando y con mala cara. No iba a volver a pista y, a la espera de noticias, no parece probable que juegue tampoco ante Angola por el primer puesto del grupo. España siguió a lo suyo, intentando no bajar el listón y aumentando la máxima. No resultaba sencillo en un partido tan roto y a sólo 24 horas del siguiente. Garuba cerró el tercer acto calcando el parcial del segundo (13-27) y ya con un abismo en el marcador.

Brizuela, que era el único que faltaba, se estrenó al comienzo del cuarto final de forma rotunda, con cuatro triples idénticos, superando los 40 de ventaja una España ya relajada y fluida ante un rival sin nada que oponer, espectador de lujo de los mecanismos que pule Scariolo, de la defensa agresiva, de la concentración por el rebote y del intento siempre del pase extra en ataque. Fueron 30 asistencias (nueve de Lorenzo en menos de 17 minutos), 104 puntos, 17 triples y fue una paliza sonrojante. Un primer plato dulce que sólo amargó el susto por Juancho.