El Betis se lleva un derbi de pasión

El Betis se lleva un derbi de pasión

El Betis se llevó el derbi de la pasión. Previo a la Semana Santa, días grandes en la ciudad, los verdiblancos superaron al Sevilla en el duelo liguero del Villamarín por primera vez en el torneo doméstico desde septiembre de 2018. Vargas adelantó a los de García Pimienta al inicio del choque, pero Cardoso y Cucho, de la mano de un Isco magistral, le dieron la vuelta al duelo justo antes del descanso.

El principio del 'gran derbi' tuvo de todo. Incluso en el calentamiento, cuando hubo un encontronazo entre los recogepelotas locales y miembros del cuerpo técnico sevillista. Nadie quería regalar nada ni guardar un gramo de tensión.

Jesús Rodríguez, canterano verdiblanco, hizo suyo el inicio, siendo la chispa de los de Pellegrini. Pero fue Vargas, al filo del cuarto de hora, el que encontró premio en una jugada aislada de los visitantes.

Badé buscó en largo a Lukebakio, el belga aguantó a la llegada del suizo y éste, vertical y sin pensarlo, batió a Adrián. El tanto hizo buena la solidez defensiva del Sevilla, pero empujó la rabia del Betis, con más fútbol y talento ofensivo que su rival.

Ahí creció y se hizo gigante Isco Alarcón, como siempre. Bajó a la base de la jugada y se movió con libertad por la mediapunta, generando las mejores ocasiones de su equipo. En una de ellas, el de Málaga organizó el ataque de un lado a otro del campo, la pelota terminó en la derecha, en los pies de Sabaly, que centró para la llegada de Johnny Cardoso, que voleó al empate.

Lo mereció el Betis, que dominó el fútbol del derbi. Un derbi que a partir de ahí volvió a lo que es un derbi: tensión, faltas, encontronazos, algo de fútbol, alguna amarilla, algún amago de tangana...

Justo antes del descanso, Isco se inventó el 2-1. Jesús le encontró a unos metros de la media luna del área y el ex del Madrid tocó de primeras al Cucho para dejarle sólo dentro del área. El atacante metió la puntera y superó a Nyland para provocar el delirio en la grada.

El intermedio calmó las ideas y convirtió el choque en un duelo de energías. El Betis pausó el juego buscando la superioridad de Antony y Jesús ante los defensores de sus bandas, y García Pimienta le intentó cambiar la cara a su centro del campo para no sufrir tanto sin balón y recuperar antes la posesión.

Los locales aguantaron toda la segunda parte, 45 minutos que fueron más de pelea en el centro del campo que de fútbol, para llevarse el encuentro. Antony y Cardoso pudieron ampliar la renta y el Sevilla se acercó con más corazón que cabeza, con un intento lejano de Gudelj y poco más. Le faltó talento y el derbi fue verdiblanco.

Antony, del niño que aprendió en la favela al futbolista de 100 millones que vuelve a sonreír en el Betis

Antony, del niño que aprendió en la favela al futbolista de 100 millones que vuelve a sonreír en el Betis

Actualizado Domingo, 30 marzo 2025 - 01:01

La Torre del Oro en el fondo. El alcalde José Luis Sanz tiende sus manos ante la cámara. El presidente del Betis, Ángel Haro, y el del Sevilla, José María del Nido Carrasco, entrelazan también las suyas. Es la escenificación de un armisticio. «Comunicación fluida y una relación honesta», dejan por escrito. Atrás quedan las acusaciones, las denuncias a antiviolencia y las declaraciones incendiadas. El protagonismo vuelve al balón, si es que eso es posible en un partido como este. El gran derbi. La ciudad de Sevilla abierta en canal. Verde y rojo. El viernes ya salían las niñas y los niños del colegio con su camiseta. Los que iban a correr también portaban el escudo. Al fútbol siempre hay que buscarlo en las afueras del propio fútbol.

El Betis llega mejor al encuentro. Cinco victorias seguidas frente a la trayectoria errática del Sevilla de García Pimienta. En noches como esta no hay favoritos, dicen los aficionados. Porque, por encima de la táctica, de las expectativas, en choques como este influye mucho el carácter. La valentía. Y eso fichó el club verdiblanco en invierno, para contrarrestar el desapasionamiento que, en la primera parte de la temporada, empezó a mostrar el bloque de Pellegrini.

El nuevo empuje emocional del Betis se llama Antony Matheus dos Santos (São Paulo, Brasil; 2000). Carne de favela. Creció jugando al fútbol en las calles, descalzo, algo que siempre ha llevado consigo como un símbolo de temperamento. Su formación comenzó en el São Paulo, donde debutó profesionalmente en 2018. Pronto llamó la atención por su velocidad, su regate eléctrico y esa forma de jugar que recuerda a los extremos brasileños de toda la vida. Desborde, descaro y coraje.

En 2020, con apenas 20 años, dio el salto a Europa de la mano del Ajax. En Ámsterdam, bajo la tutela de entrenadores como Erik ten Hag, pulió su juego y se convirtió en una pieza clave del equipo. Allí dejó goles espectaculares, asistencias milimétricas y una personalidad desafiante sobre el césped. El Manchester United lo fichó en 2022 por casi 100 millones de euros, una de las apuestas más caras de la historia del club inglés.

La Premier le vino grande. Brilló a ratos y no justificó su precio. Entre problemas personales (incluida una acusación de violencia de género por la que fue apartado del equipo por precaución hasta que quedó absuelto), y altibajos deportivos, su confianza se hizo pedazos. En enero de 2025, buscando recuperar el talento perdido, fichó por el Betis. Muchos lo vieron como una apuesta arriesgada, pero desde el primer partido quedó claro que tenía hambre, que luchaba contra sí mismo, que quería revancha. El Benito Villamarín tenía ya un nuevo ídolo. Con Pellegrini, Antony ha reencontrado su mejor fútbol. Ahora es más útil, más constante, elige mejor sus duelos, y con gente como Isco a su lado, su juego gana hondura y efectividad. Desde su llegada, ha participado en 11 partidos, ha marcado cuatro goles y ha dado cuatro asistencias.

Es un extremo derecho profundamente zurdo, que busca con terquedad el recorte hacia dentro para buscar el disparo o el pase definitivo. Su regate, su habilidad en espacios reducidos y su capacidad para mantener el balón pegado al pie lo convierten en un jugador único en la plantilla. Más allá de los números, lo que define su paso por el Betis es la sensación de que ha vuelto a disfrutar del fútbol. Dice que Andalucía le recuerda a Brasil. Que se ha reencontrado consigo mismo. Se siente importante lejos de la presión asfixiante de Manchester y rodeado de un equipo que lo ha acogido como uno más. «Aquí soy feliz», confesó recientemente. Y cuando Antony juega feliz, el Villamarín también sonríe.

Mejor porcentaje goleador que Lamine, Raphinha y Lewandowski: Ferran Torres, a seguir la racha ante Osasuna

Mejor porcentaje goleador que Lamine, Raphinha y Lewandowski: Ferran Torres, a seguir la racha ante Osasuna

Actualizado Miércoles, 26 marzo 2025 - 23:12

Ferran Torres tiene otra gran oportunidad para reivindicarse este jueves frente a Osasuna. El valenciano, a quien Hansi Flick suele recurrir como revulsivo cuando las cosas no acaban de ir todo lo bien que le gustaría en la faceta ofensiva, ha sabido aprovechar hasta ahora muy bien sus oportunidades y se perfila como el relevo de un Raphinha finalmente descartado por el entrenador en el ataque barcelonista.

Con menos minutos en sus botas que Robert Lewandowski, el brasileño y Lamine Yamal, Ferran se ha erigido como cuarto máximo anotador de los azulgrana en lo que llevamos de curso. En total, suma 13 goles en todas las competiciones, los mismos que Yamal, pero está aún a una distancia considerable del ex delantero del Leeds (27 goles) y, sobre todo, del polaco (35 goles), quien parece vivir una segunda juventud como killer.

No obstante, los fríos datos son también demoledores si nos fijamos, precisamente, en los minutos de juego que atesoran unos y otros. En este sentido, Lewandowski, en promedio, marca un gol por cada 89,7 minutos disputados; Raphinha, uno por cada 127,4, y Lamine Yamal, uno por por cada 237,8. Los números de Ferran Torres, en este caso, son mejores que los de los tres delanteros en principio titulares indiscutibles: un gol por cada 86,7 minutos disputados. Sobre el papel, ha jugado únicamente seis duelos menos que el joven crack barcelonista para marcar los mismos tantos, pero, en muchas ocasiones, sus minutos han llegado con cuentagotas. A veces, incluso, se ha visto desplazado hacia el centro del campo azulgrana.

Espectacular 2025

El nuevo año, además, ha sido tremendamente productivo para él. No en vano, ha marcado en 2025 ocho de los 13 tantos que luce en su casillero. Su buena racha arrancó en la Copa del Rey, ante el Betis. Frente a los verdiblancos convirtió únicamente un tanto del contundente 5-1 con el que los azulgrana sellaron su pase a los cuartos de final.

Ante uno de sus ex equipos, el Valencia, fue capaz de marcar un gol en la Liga, en un duelo que terminó con 7-1 en el luminoso y, también, de sellar un hat trick en un cruce en la Copa del Rey que acabó con otra contundente victoria, en este caso por 0-5.

De vuelta a la Liga, el 22 de febrero, frente a Las Palmas, le bastaron únicamente cinco minutos para sentenciar el triunfo de los suyos al convertir el 0-2 en la recta final del partido. Y, justo antes del parón por las selecciones, fue capaz de anotar dos goles más frente al Atlético en el Metropolitano, en un encuentro que se saldó con un incontestable 2-4 para los azulgrana, por mucho que llegaran a verse dos tantos por debajo en el luminoso.

Algunos goles importantes

Curiosamente, su partido más productivo en los primeros meses de la competición llegó ante el que será el rival del Barça en los cuartos de final de la Champions: el Borussia Dortmund. En el Signal Iduna Park, Ferran Torres marcó dos tantos para un equipo que se llevó una victoria por 2-3. El Valladolid, el Mallorca y el Betis, mientras, en duelos en los que el Tiburón fue capaz de marcar un gol en cada uno de ellos, fueron sus otras víctimas en unos primeros compases de la temporada 2024-25 en los que también se vio frenado por una lesión en el bíceps femoral del muslo derecho que le obligó a perderse un total de ocho partidos con el equipo azulgrana.

Su rendimiento, en el conjunto de lo que llevamos de curso, está siendo más que satisfactorio a ojos de Flick. Por eso, no es nada raro que ya se esté especulando en el entorno azulgrana con la posibilidad de que el club amplíe su contrato, que finaliza al término de la temporada 2026-27, hasta el 30 de junio de 2029.

En el duelo frente a Osasuna tendrá una nueva opción para seguir sumando goles. En el partido aplazado por el fallecimiento del doctor Carles Miñarro iba a encargarse de relevar a un Lewandowski con molestias. En este caso, podría hacerlo como recambio de un Raphinha a quien Flick da por descartado junto con Ronald Araujo.

«Tienen que recuperarse»

«No van a jugar ni van a estar en el banquillo. Están fuera. El vuelo es largo y no es la situación más óptima. Tienen que recuperarse, entrenarse y, luego, ya veremos qué haremos el domingo. El equipo sigue siendo fantástico y tenemos que luchar por los tres puntos. Ganarlos sería la mejor reacción que podemos mostrar», sentenció un Flick que evitó quejarse del calendario con puyita incluida para el eterno rival. «Somos el Barça, no el Real Madrid, y estamos orgullosos de ser el Barça», sentenció.

Raphinha fue una de las víctimas a tiempo completo de la goleada sufrida por Brasil en Argentina (4-1), mientras que Araujo no jugó en el empate a cero de Uruguay en su visita a Bolivia.

Otro desastre de Ancelotti e hijo

Otro desastre de Ancelotti e hijo

Actualizado Sábado, 1 marzo 2025 - 21:31

El Betis mereció ganar tras un nuevo cataclismo del Real Madrid, que se quedó como un escritor con la página en blanco. No hay más que decir, salvo que el Madrid regala la Liga y, esta vez, no es por los árbitros.

Les voy a decir el embrollo que metieron al Madrid, en el nuevo desastre de padre e hijo, de apellido Ancelotti. El primer gran error fue poner como centrales a un Rüdiger que sin el apoyo del centro del campo, sin velocidad, se queda desnudo, acompañado de un Alaba al borde del adiós.

¿Por qué se olvido de Asencio, que actualmente es el mejor defensa del Madrid? No me imagino a un jugador fuerte mentalmente que le afecte que le llamen "asesino". Y si se lo llaman, peor para el Betis. Estos son los complejos de un caduco entrenador.

A partir de ahí, tras unos despampanantes veinte primeros minutos, el Madrid se cayó en un pozo sin posibilidad de emerger. Con Modric más cansado y un Tchouaméni que es un absoluto desastre, el equipo equipo de cristal era irrelevante.

Si fueran unos buenos técnicos, no desperdiciarían tanto talento como Rodrygo, un Mbappé a la baja, abrumado con tanto cambio táctico de Ancelotti. Un correr y bajar fuera del área.

Una pantalla a Alaba, que estaba alelado, resucitó a un Betis que estaba en el limbo. Para colmo, el técnico que odia los cambios, prescindió de Mbappé, cuando aún faltaban 20 minutos y mantenía a un Vinicius que daba vergüenza verlo. El brasileño ya no se va de nadie y sólo sobresale por idioteces con la árbitros. Alguien me decía: "Que lo manden al desierto". Y pienso que sería una magnífica idea.

A partir de tantos errores, el Madrid se deprimió con el empate y se sintió condenado a perder. El Betis pareció un enorme equipo, cuando sólo está para la Conference League. Qué manera de hacerse el hara-kiri los de Ancelotti.

Que no se crea el altivo Pellegrini que ha sido por su equipo y su planteamiento. Ha encontrado el Madrid de inicios de la gira, que la regala el gol como si fuera baratija. El Betis hizo como todos los equipos que juegan en casa al Madrid.

Expulsan espuma por la boca, se hinchan a correr, hacen decenas de faltas y próximamente perderán con cualquier equipo de la Conference, como ya ha ocurrido. Salvaron en casa con los últimos 30 minutos agotados. Cualquier equipo con cabeza, le hubiera podido hacer mucho daño.

Pero, ¿quién iba a hacer un gol? ¿Arda Güler? Al turco sólo lo ha vuelto loco y no es posible que ahora juegue tan mal. Y Endrick, con ansia y pocos minutos, no encuentra el tesoro del gol. Además, nunca vi un partido en que el Madrid perdiera todos los balones.

Lo peor es que Ancelotti tiene muchas bajas, porque cuando en un principio había más jugadores para una plantilla incompleta, ni se quejó, como obediente y sumiso de la Casa Blanca.

No veo luz en el túnel para el Madrid. Ni por ánimo ni por juego podrá soportar al Atlético. Entonces, el Madrid habrá perdido dos títulos como si estuvieran anestesiados por los Ancelotti. Pero le queda la Copa, que la va a perder también. El pesimismo se ha apoderado de la Casa Blanca.

Marc Bartra y una travesía de diez meses que le cambió: "Agradezco la lesión, no pensé que fuera a decir esto. Me ha hecho mejor persona"

Marc Bartra y una travesía de diez meses que le cambió: “Agradezco la lesión, no pensé que fuera a decir esto. Me ha hecho mejor persona”

Tiene cara de niño y sonrisa de adolescente, pero Marc Bartra (Sant Jaume dels Domenys, 1991) acaba de cumplir 34 años. Es un veterano, aunque él todavía se ve joven. Lidera la defensa del Betis después de superar varias lesiones que le apartaron 10 meses del césped el curso pasado y admite haber madurado tras una carrera que comenzó en La Masía, tocó el éxito en el primer equipo del Barça, probó suerte en Alemania y continuó en el Villamarín alzando la Copa del Rey. El central reflexiona sobre las lesiones y la salud mental antes de recibir al Real Madrid.

El Betis parece mejor tras los fichajes de invierno, Antony, el Cucho, el regreso de Isco, el suyo...
Creo que han sido varias cosas. Evidentemente la llegada de Antony y del Cucho y la evolución de Jesús nos hace tener gente desequilibrante y que marca diferencias... Eso hace que suba la competencia en el equipo y que todos estemos alerta, y que los que salgan en las segundas partes también puedan marcar diferencias. Y luego creo que tácticamente hemos hecho una buena autocrítica, un buen trabajo interno para mejorar cosas que estábamos dejando de hacer. Todo eso ha hecho que estemos mucho mejor.
El curso pasado estuvo casi 10 meses fuera por una lesión en el tendón de Aquiles y esta temporada se ha perdido ocho por un tema muscular. Ahora tiene continuidad, supongo que es clave a nivel mental.
Totalmente. A nivel físico después de tanto tiempo fuera ha sido mucho mejor de lo esperado, pero luego tienes que demostrar que puedes tener esta continuidad. En ese sentido había hablado con el míster para ir entrando poco a poco en los primeros meses y ahora ya me estoy encontrando bien, con confianza, saber que es un momento importante del año y sentirme con jerarquía y liderazgo dentro del equipo.
¿Cuándo considera que dio el paso de liderar al grupo? ¿Cómo fue?
Creo que el año de la Copa (2021-22) di un paso adelante. Y luego al volver de Turquía (2023) me di cuenta que había muchos jugadores de esa época que ya no estaban, que quedábamos tres o cuatro, y el míster me pidió ese liderazgo. Me siento muy a gusto en ese sentido. Siento que hay jugadores jóvenes y que tengo que tener ese peso. El otro día bromeaba con Jesús Rodríguez [canterano del Betis] porque cuando yo debuté en 2010, él tenía tres años. No sabía si alegrarme o no porque no me siento mayor (risas), siento que me quedan muchos años.
¿Cuánto le ha ayudado esa madurez en la lesión?
Mi objetivo era volver, pero no volver por volver, sino mejor. Es mi mentalidad. Me ha venido en una edad madura, en la que tengo mucho tiempo para mí, para cuidarme, para ser más profesional... Ha sido un momento de más responsabilidad y más madurez. Al final una lesión es muy solitaria, es algo que tienes que sacar tú y sacar fuerzas de donde sea, de donde no hay, y te hace crecer como persona, como profesional y como compañero. Y creo que ese esfuerzo por volver el equipo lo ve y al final, sinceramente, incluso agradezco que me haya pasado. Nunca pensé que diría esto, pero lo agradezco porque me ha hecho ser mejor en todos los aspectos.
¿Es una soledad positiva?
Sí. Al final nosotros jugamos al fútbol desde pequeños, esa pasión se creó ahí, y de repente una lesión hace que no puedas estar con el balón, que no puedas estar con tus compañeros, conectar con ellos, que es lo que nos mantiene vivos, lo que a mí siempre me ha mantenido vivo, y por salud no puedes. Entonces eso hace que cuando vuelves lo valoras todavía más. Es una sensación brutal el volver, porque no han sido meses perdidos, al revés, han sido ganados en muchos aspectos. Ha sido un parón para coger carrerilla y empezar a hacer buenas temporadas.

Trabaja con un coach. ¿Cuánto y en qué le ha ayudado en el proceso?
Llevo con él 17 años, desde los 17. Una clave es que te hace centrarte en el presente, en el día a día, porque no puedes estar lamentándote por el pasado, por lo que pudo ser, ni en el futuro porque no sabes si te vas a recuperar o no, ni cuándo, ni si lo harás... Entonces te hace centrarte en el presente, en la importancia de alimentarte bien, de hacer los ejercicios correctamente sin pensar en otras cosas, porque a veces si no haces bien el ejercicio es contraproducente. Ese día a día me ha llevado a coger una gran regularidad, me siento más regular, y esa regularidad me ha mantenido en el presente. Eso lo trabajo constantemente.
Sale de la cantera del Barça, debuta muy joven en el primer equipo, tiene éxito, se va a la Bundesliga, luego al Betis... ¿Cómo ha gestionado todos estos cambios?
Ha sido un continuo aprendizaje y una constante adaptación. Adaptarse o morir. Desde los 10 a los 24 estuve en el Barça, con un estilo de juego muy académico, muy especial, y de hecho a muchos jugadores que salen de ahí luego les cuesta ser importantes en otros equipos por eso. En ese aspecto siempre he querido tener una adaptación muy rápida y por eso con 24 años, en el Dortmund, empecé a trabajar con mi analista futbolístico. En la Bundesliga me hizo adaptarme muy rápido a jugar con tres centrales, que nunca lo había hecho, y luego en el Betis. Es un continuo trabajo mental, físico y de todo. Y mi analista, Joan Vila, es una de las personas que más me ha ayudado a nivel individual.
¿Cómo es eso, le ayuda a entender los diferentes estilos de juego?
Sí, porque yo en el Barça jugaba en un 4-3-3 como central derecho, y de repente vas a Alemania, con Tuchel, y te toca jugar en un 5-3-2 e incluso como central izquierdo en línea de tres. Cambia totalmente. Tienes que adaptarte rápido y mejorar, porque en la elite no tienes tiempo que perder. Es complicado. Muchos entrenadores te tratan como si ya lo supieras todo y no es así. Sigues aprendiendo. Creo que con Pellegrini, con 26 años, di un paso adelante en el aspecto defensivo, de liderar desde atrás, algo que no había hecho y creo que he evolucionado mucho en ese sentido.
Hábleme de su Tribu, como les llama. Su círculo más cercano.
Son las personas que quiero cerca. Nosotros vivimos una vida que es muy diferente y estar en contacto con mis amigos del pueblo, saber sus preocupaciones y sus cosas me hace darme cuenta de lo privilegiados que somos, y por otro lado de todo lo que sacrificamos por el fútbol. Porque ellos tienen más tiempo para sus seres queridos. Te hace estar con los pies en el suelo.
El peor Betis de Pellegrini visita a un renacido Barcelona

El peor Betis de Pellegrini visita a un renacido Barcelona

Actualizado Martes, 14 enero 2025 - 21:56

Manuel Pellegrini vive momentos complicados en el banquillo del Real Betis Balompié. La reciente derrota frente al Valladolid, que sólo había ganado tres partidos en dieciocho jornadas, dejó un dato rotundo: la 24/25 es la peor primera vuelta desde que el técnico chileno desembarcó en Sevilla en 2020. 25 puntos, décimo clasificado, a cinco puntos de Europa y con síntomas de fatiga en los planteamientos deportivos.

«Nos faltó actitud», dijo el entrenador tras el mal partido en Pucela. Lo anímico imponiéndose a lo lúdico. No es el qué, sino el cómo. Un vestuario que arrastra dudas, falta de liderazgo y poca confianza en sí mismo. El errático desempeño en Europa tampoco ha ayudado al equipo, que atraviesa una racha con poco juego, poco gol y futbolistas sobrepasados por la responsabilidad. Con este panorama, el club verdiblanco se enfrenta este miércoles (21.00 h., Movistar) en octavos de final de Copa del Rey en el Lluís Companys a un renacido Fútbol Club Barcelona.

La dirección deportiva dejó demasiados agujeros sin tapar tras la renovación del plantel en verano. La crisis del Betis actual no es solo una cuestión de puntos, sino también de sensaciones. Plantilla desmantelada y un recambio insuficiente. El Betis que ganó la Copa del Rey en la temporada 2021/22 ya no existe. Jugadores clave como Guido Rodríguez, Álex Moreno, Canales o Borja Iglesias han salido, y sus sustitutos no han estado a la altura. La gestión del club, además, parece haber entrado en un ciclo de venta constante sin reposición de calidad equivalente, lo que ha dejado al equipo sin una base sólida. Se irá Rui Silva, se ha ido Assane Diao, y Lo Celso estará KO unas semanas.

Un técnico erosionado

El desgaste de Pellegrini es evidente. Aunque en varias etapas de su ciclo en el Betis se han generado dudas, siempre había conseguido hacer magia para superar los momentos críticos. Fue él quien convirtió a Juanmi en un goleador inesperado, sacó lo mejor de Borja Iglesias y devolvió a Isco a un nivel competitivo. Pero esta vez, el técnico chileno parece agotado, harto de encajar piezas en un puzle en constante cambio. Sus últimas declaraciones reflejan ese cansancio, y lo más preocupante es que el Betis parece haber perdido su capacidad de sorprender. Como dijo alguna vez Lopera: «Me estáis exigiendo... que me estáis cansando». Algo similar parece ocurrirle ahora al chileno.

El problema no es solo la calidad de los fichajes, sino también la pérdida de líderes en el vestuario. Jugadores como Joaquín, Canales y Guardado eran los referentes emocionales y deportivos del equipo. Ahora la plantilla parece huérfana, y aunque Isco muestra cierta ambición, no parece suficiente para canalizar la crisis. Esa falta de liderazgo también se traduce en el campo, donde el equipo muestra mucha ansiedad. La dupla ofensiva formada por Vítor Roque y Bakambu tiene menos pólvora que sus predecesores, y los números lo confirman: el Betis es el peor equipo de las cinco grandes ligas en la diferencia entre goles marcados y goles esperados.

Otro síntoma del desgaste de la plantilla es la falta de alternativas en posiciones clave. El año pasado, Ayoze tenía a Abde como recambio. Este verano, Ayoze se fue y no llegó nadie para ocupar su lugar, lo que refleja la política errática de fichajes. Situaciones similares se ven en otras demarcaciones. El caso de Guido Rodríguez es paradigmático: una pieza fundamental que salió sin que el club encontrara un sustituto de su nivel.

Un torneo propicio

El Betis se enfrenta ahora a una encrucijada: confiar en que Pellegrini pueda reconducir la situación, o asumir que su ciclo está llegando a su fin. Queda la incógnita de si el Betis será capaz de reaccionar en Copa del Rey, ese torneo que ha dado tantas alegrías al club en los últimos años. La ilusión es menguante y los problemas estructurales del equipo no suelen solucionarse con heroicidades puntuales. Quizá vivamos el ocaso de una etapa dorada.

El partido contra el Barcelona de este miércoles llega como un desafío monumental para un equipo que busca desesperadamente un punto de inflexión. El recuerdo de aquel gol icónico de Juanito en 1994, con Koeman desolado, que dejó una de las imágenes más representativas de la historia reciente del club, resuena como un símbolo de rebeldía y esperanza. En aquella ocasión, un Betis modesto y en Segunda desafió al todopoderoso Barça de Johann Cruyff. Fe y corazón bastaron.

Ahora, treinta años después, la situación es distinta, pero aquel espíritu combativo sigue siendo referencial para los béticos. Necesitan reencontrarse con ese coraje que les permitió dar aquellas sorpresas y que, en tiempos recientes, parecía haber sido reemplazado por una versión más pragmática y fiable del equipo. La pregunta es si esta plantilla y este Pellegrini, desgastado pero aún capaz, encontrarán un bálsamo en la Copa. Un alivio para una crisis que amenaza con devorar los cimientos de un proyecto que fue exitoso y ahora tambalea.

Diao recuerda al Barça su pequeña crisis de noviembre

Diao recuerda al Barça su pequeña crisis de noviembre

Actualizado Sábado, 7 diciembre 2024 - 18:38

Barça y Betis consiguieron cada uno en punto en un partido en el que los verdiblancos tuvieron más llegada, pero los azulgrana casi se llevan el encuentro por su mayor pegada. Robert Lewandowski adelanto a los azulgrana y Lo Celso, de penalti tras revisión por parte del videoarbitraje, muy protestado por un Flick que incluso fue expulsado, puso el momentáneo 1-1 en el luminoso.

Otra vez tendría que intervenir también el VAR para que el 1-2 de Ferran Torres, previamente invalidado por fuera de juego, fuera finalmente concedido y Diao, en el añadido, se encargó finalmente de anotar el último tanto del encuentro con un remate ante el que poco pudo hacer un Iñaki Peña que, de hecho, se las arregló para evitar varias opciones claras de los locales. [Narración y estadísticas, 2-2]

El Betis demostró que llegaba al partido con su rival muy estudiado. Sobre todo, por parte de un Abde que rompió en varias ocasiones la línea de fuera de juego que siempre trata de tirar la defensa barcelonista. Suya fue la mejor opción local para abrir el marcador, cuando el partido justo arrancaba y poco después de que Raphinha sacara in extremis un remate de cabeza de Diego Llorente tras saque de esquina. El ex azulgrana se plantó solo ante Iñaki Peña, pero el alicantino, una vez más, refrendó la confianza sin matices que le tiene Flick desviando su disparo.

En ataque, mientras, al Barça le tocó tirar de paciencia. Sus primeras llegadas ante la portería de Fran Vieites, relelvo de última hora de Rui Silva bajo los palos por unas molestias en el hombro del portugués, no fueron excesivamente complicadas para el arquero. De hecho, quien puso más seriamente en apuros al meta inicialmente fue el propio Abde, con un intento de despeje que le obligó a hacer alarde de reflejos. La perseverancia azulgrana, con todo, acabó por tener premio en la recta final del primer tiempo. Lewandowski, cómo no, aprovechó un buen centro de Koundé tras rápida combinación con Pedri para anotar el 0-1 con el que se llegaría al descanso.

Los verdiblancos, pese al mazazo, saltaron al terreno de juego en la reanudación más que convencidos de, por lo menos, marcar un gol que los metiera de nuevo en el partido. Altimira y Abde avisaron con sendos remates ligeramente desviados, pero quien tuvo la primera oportunidad realmente clara para lograrlo fue un Chimy Ávila cuyo disparo se encontró con otra gran intervención de Iñaki Peña.

El VAR, clave

El empate de los locales, no obstante, acabaría por llegar, con un penalti de De Jong sobre Vitor Roque señalado a instancias del VAR y que provocó la expulsión de un enfadadísimo Hansi Flick quien, tal vez, tenía en la cabeza la pena máxima no señalada por pisotón sobre Cubarsí justo una semana antes.

Lo Celso, con un duro y colocado disparo, puso el 1-1. El Barça, por supuesto, aumentó su acoso al área rival. Ferran Torres, tras asistencia de Lamine Yamal y previa revisión por parte de video arbitraje, puso en el marcador un 1-2 que parecía destinado a darles la victoria a los visitantes. Por lo menos, hasta que Diao, en el añadido, con un toque envenenado, acabó por convertir el definitivo 2-2 con el que murió el partido.

Primera y merecida derrota en liga de un Atlético sin actitud

Primera y merecida derrota en liga de un Atlético sin actitud

Está el Atlético en una indefinición que preocupa a propios y extraños. Desde fuera, el público se impacienta porque el equipo no carbura y desde dentro el entrenador da vueltas a tácticas y nombres, pero no termina de encontrar la idea que quiere poner en práctica esta temporada. Sabe Simeone que debe mantener la portería a cero, y algo mejor le va que la temporada pasada, pero arriba no hay definición y las victorias cuestan un mundo. Si encima empiezas perdiendo y no pones actitud para solucionarlo, pierdes, como ocurrió ante el Betis. [Narración y estadística, 1-0]

Sólo bastó un pelotazo a la banda hacia la profundidad de Perraud para que éste descargara al primer toque para Abde, que entró en el área del Atlético como Pepito por su casa. Puso el balón al área pequeña y entre Witsel y Giménez se la metieron a Oblak. El Atlético se quedó aturdido con el gol y aún tardó cinco minutos en despertar y en amenazar, con un disparo tímido de De Paul, la portería de Rui Silva.

Sin embargo, fue Abde quien pudo poner el segundo en el marcador para los verdiblancos tras un pase maravilloso de Johnny. Oblak reaccionaba gritando a los suyos tras ver que el mano a mano del marroquí se iba fuera. Simeone, lo dicho, cambiaba el sistema de 4-4-4 al 5-3-2 habitual. Más vale malo conocido...

Ese susto de Abde inflamó a los jugadores de azul. Comenzaron a morder arriba, conscientes de que les faltaba creatividad para construir desde atrás. Koke está lento, De Paul vive en uno de esos períodos de apatía que tanto enfadan a la parroquia rojiblanca y Gallagher es más un box to box que un arquitecto de juego. Todo queda en las botas de Griezmann. Pero lo que no se le puede pedir al francés es construir y rematar. Siempre se ha dicho que no se puede estar en misa y repicando.

Igualmente, la cosa no marchaba y seguían los verdiblancos percutiendo la portería y los postes de Oblak. A la media hora, los de Pellegrini llevaban 10 disparos por apenas dos de los colchoneros. ¿Y si, esta vez sí, el chileno conseguía vencer al conjunto de Simeone? Desde luego, en la primera media hora podían haber resuelto el encuentro si Vitor Roque hubiera estado más acertado. Los mejores minutos del Betis en toda la temporada y lo mejor para el Atlético al descanso era el resultado.

Sacó Simeone a Galán y Sorloth para buscar más posibilidades ofensivas con los tres magníficos arriba. Pero el problema para el Atlético venía por la derecha, Molina no veía a Abde. Ni en parado, ni al espacio, ni de espaldas. Se le fue el marroquí de todas las maneras. Si tuviera más pausa en sus decisiones, Abde quizás no habría abandonado el FC Barcelona. No obstante, con el noruego fijando los centrales, Julián Álvarez y Griezmann ya empezaron a encontrar espacios arriba que no aparecían en la primera parte.

Polémica en el área

Pese a la mejoría del Atlético, había despistes en defensa y falta de contundencia en los duelos que generaron más de un susto a la portería de Oblak. Si Fornals pegó un palo, el rechace volvió al propio jugador del Betis y Galán metió ahí la bota. Gil Manzano pitó penalti pero, tras consultar el VAR, deshizo su decisión. Respiraba el Cholo, pero por poco. El Betis seguía percutiendo la portería del esloveno. Con más contundencia esto hubiera sido una goleada, pero las ocasiones no cuentan.

Cómo estaría viendo el Cholo la actitud de su equipo en el Benito Villamarín para que, perdiendo, decidiera meter a Lemar, que no había salido ni un minuto esta temporada, aunque Julián y Correa hubiera enviado el balón al palo cinco minutos antes. Quizás los últimos cinco minutos sí fueran un acoso. Pero ganar en ese tiempo lo que no has hecho en 85... Primera y merecida derrota rojiblanca, que pudo ser mayor.

Jesús Navas, el plusmarquista de los derbis sevillanos: ''Quiero disfrutar y dar una alegría a la afición''

Jesús Navas, el plusmarquista de los derbis sevillanos: ”Quiero disfrutar y dar una alegría a la afición”

Actualizado Viernes, 4 octubre 2024 - 19:48

Jesús Navas lleva meses jugando con dolor. Quiere aguantar, al menos, hasta diciembre, pero la cadera se ha convertido en un calvario diario. Si el sufrimiento no lo evita, este domingo disputará su derbi número 28, convirtiéndose en el futbolista que más partidos Sevilla-Betis ha disputado. Joaquín sumó 27. La figura de Navas es inseparable de la historia reciente de su club. El niño de Los Palacios, que el próximo mes cumplirá los 39 años, debutó como un extremo veloz, infatigable y preciso. Su largo camino hasta la leyenda está lleno de títulos, sacrificios y lealtad al blanco y al rojo.

En mayo de 2024, en vísperas de la Eurocopa, con el Sevilla sumido en una crisis institucional y deportiva, Navas anunció su salida del equipo al final de la temporada. En la carta mostró su sorpresa y su pena por la falta de comunicación por parte del club respecto a su renovación. Aclaró que, a pesar de lo que se había especulado, no tenía la decisión tomada desde hacía meses y que no había recibido ninguna llamada de la directiva para ofrecerle continuar en el equipo. Navas mencionó lo difícil que era para él despedirse, dado su fuerte vínculo emocional con el club y la afición, y lamentó que no hubiera una respuesta del club para intentar retenerlo. Era una traición a su compromiso.

El feo gesto fue reprobado inmediatamente por los aficionados, que achacaron la falta de tacto de José María del Nido Carrasco con el capitán al caos de la entidad, a los recortes y a la mala planificación de la plantilla. A pesar de las tensiones iniciales, el club finalmente recapacitó y decidió renovarle el contrato. Ese giro inesperado en las negociaciones, cuando ya parecía rota la relación, permitió que Navas llegara a la Eurocopa como jugador nervionense, siendo campeón, y que estuviera en los planes del nuevo entrenador, Francisco Javier García Pimienta. Una prórroga de apenas unos meses que está complicándose por las lesiones. Navas apenas ha jugado 198 minutos en lo que va de temporada.

El aprendizaje con Guardiola

El palaciego fue pieza clave en los años dorados del Sevilla a mediados de los 2000. Llevó al club a conquistar la Copa de la UEFA en dos ocasiones consecutivas (2006 y 2007), además de otros títulos como la Supercopa de Europa y la Copa del Rey. En 2013, Navas tomó la decisión más difícil de su carrera: abandonar el Sevilla para unirse al Manchester City.

Allí aprendió a jugar más atrás, aprendió a defender y asumió un nuevo rol en el campo. Fue un 2 de abril del 2017, en el Emirates Stadium. Se enfrentaban el Arsenal de Arsene Wenger y el City de Pep Guardiola. El de Sampedor, que aquella temporada debutaba como entrenador blue, tenía lesionados a Zabaleta y Sagna. El canterano sevillista apenas contaba para su nuevo entrenador, pero decidió darle la titularidad como lateral derecho. Empataron a dos. «Jesús es un tipo magnífico y estoy muy feliz con su actuación ante Alexis Sánchez, que es uno de los mejores extremos del mundo», dijo Pep tras el partido.

En 2017, tras cuatro temporadas en Inglaterra, Navas decidió regresar a casa. Ya era un jugador diferente, menos explosivo, más defensivo, con mucho más campo que ocupar. Bajo su capitanía, el Sevilla levantó la Europa League en 2020, la sexta en la historia del club. Con casi 700 partidos disputados, Navas ha roto todos los récords posibles en la entidad sevillista, convirtiéndose en el jugador que más veces ha vestido la camiseta del club.

Fundamental en la convivencia

El equipo no atraviesa un buen momento. La falta de efectividad en ataque y una defensa insegura han llevado al Sevilla a un momento difícil. En este contexto, Navas sigue siendo fundamental en la convivencia de un vestuario renovado, con muchos futbolistas jóvenes y jugadores que no conocen ni la Liga ni la esencia nervionense. Delante tienen un ejemplo, un espejo y un guardián de los valores sevillistas.

«Es mi último derbi y estoy con muchas ganas de disfrutarlo y de darle una alegría a la afición», dijo Navas en rueda de prensa. Si el dolor lo permite, será el primer adiós de un futbolista ovacionado que echará tanto de menos el Sánchez-Pizjuán como el Sánchez-Pizjuán lo extrañará a él.

Ayoze, el rey del descuento que amenaza al Barcelona: "Aquí me dan la importancia que merecía"

Ayoze, el rey del descuento que amenaza al Barcelona: “Aquí me dan la importancia que merecía”

Actualizado Viernes, 20 septiembre 2024 - 20:57

Cuando aceptó la oferta del Atlético para vender a Alexander Sorloth este verano, el Villarreal se puso rápidamente manos a la obra para buscar futbolistas que pudieran suplir los 26 goles que marcó el noruego la pasada temporada. En lugar de poner todas sus fichas a un solo delantero optó por repartirlas. "No era fácil sustituir a Sorloth y lo hemos hecho con un delantero como Ayoze Pérez, de más seguridad, español, y una apuesta como Thierno Barry, que estamos muy convencidos tanto el cuerpo técnico como la secretaría técnica que nos va a aportar mucho", explicaba recientemente el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles.

A falta de que Barry confirme las buenas sensaciones que ha dejado en sus primeros partidos de amarillo, el que se ha revelado como una apuesta segura y ganadora es Ayoze. El futbolista canario está siendo el hombre-gol del Villarreal en este inicio liguero y sus tres dianas en cinco partidos le han dado al conjunto amarillo cinco de sus 11 puntos.

Suyo fue el tanto en el descuento que dio al equipo de Marcelino García Toral la victoria en el Sánchez-Pizjuán, un gol especial por ser el primero que marcaba vestido de amarillo y por el rival. "Cuando vives un derbi en Sevilla ya se te queda esa cosita dentro, vives los partidos contra el que era rival de una manera diferente. Por muchas circunstancias que se dieron, minuto noventa y tantos, mi pasado bético... se hace más especial", contaba el futbolista a DAZN.

Un gol cada 83 minutos

También su segundo gol, el que permitió empatar en Mestalla, llegó en el añadido, pero del primer tiempo. Y, por último, el del pasado sábado en Son Moix también el tiempo extra para atrapar la tercera victoria del curso y colocar al Villarreal en puestos de Champions. Este domingo será amenaza ante el Barcelona (18.30 horas, DAZN).

Al margen del valor de sus goles en este arranque, Ayoze está firmando el mejor inicio de cara a puerta de su carrera, promediando un gol cada 83 minutos. En ninguno de los equipos por los que ha pasado desde que dio el salto al profesionalismo había empezado un curso con números similares.

Su mejor temporada en esta faceta es la 2013-14, con el Tenerife. En su último curso en tierras canarias antes de dar el salto a Inglaterra, Ayoze anotó 16 goles en 34 partidos disputados en Segunda División. En la máxima categoría, su techo son los 12 goles en 37 encuentros con el Newcastle United la campaña 2018-19. Ya de vuelta a España, la pasada temporada, la primera completa en el Real Betis, la cerró con nueve goles en 31 encuentros de Liga.

Las llamadas de Luis de la Fuente

El conjunto verdiblanco trató de retenerlo, pero una cláusula de rescisión de solo cuatro millones de euros y la sensación de que el Betis no le valoraba lo suficiente le hicieron salir. "El mercado se dio como se dio y al final todo pasa por algo. El Villarreal vino con todo valorándome mucho como futbolista, dándome la importancia que merecía y estoy contento del cambio, de estar aquí, de cómo han surgido las cosas y del inicio tan importante".

Su buen rendimiento tanto la pasada temporada como en la actual le ha servido, además, para ganarse la confianza de Luis de la Fuente. Ayoze formó parte de la selección que se proclamó campeona de Europa este verano en Berlín y ha seguido entrando en los planes del seleccionador, siendo convocado para los primeros partidos de la fase de grupos de la Nations League ante Serbia y Suiza.